versió catalana | versión española
Guillermo III de Inglaterra (1650-1702) --que no debe confundirse con Guillermo de Orange-Nassau el Taciturno o el Silencioso (1533-1584)-- fue protestante desde su nacimiento, como príncipe neerlandés de Orange. Era hijo póstumo de Guillermo II de Nassau (que había sido estatúder, cargo equivalente al de rey, en 1647-50).
En 1672 Guillermo III fue elegido estatúder de las Provincias Unidas del norte de los Países Bajos. Procedente de la Casa de Nassau y de la rama de Orange-Nassau, Guillermo III accedió a las coronas inglesa e irlandesa después de la Revolución Gloriosa, durante la cual depusieron a su tío y suegro a la vez, Jacobo II. Además reinó en Escocia con el nombre de Guillermo II junto a su esposa, María II, hasta la muerte de ella el 28 de diciembre de 1694. Entre los actuales unionistas de Irlanda del Norte se le conoce con el apodo de rey Billy.
Guillermo III fue nombrado estatúder de los Países Bajos en 1672 y permaneció en el cargo hasta su muerte. En ese contexto se le llama a veces "Enrique Guillermo, príncipe de Orange" como traducción de su título neerlandés, Willem Hendrik, Prins van Oranje. Probablemente, esto ha originado a veces la confusión con Guillermo de Orange el Silencioso.
Su reinado marcó el principio de la transición entre el gobierno personal de los Estuardo y el de tipo parlamentario de la Casa de Hannover.
Como protestante, Guillermo participó en muchas guerras contra el poderoso rey católico Luis XIV de Francia. Muchos protestantes lo llamaron Campeón de su Fe, y debido a esa reputación de ferviente anticatólico consiguió la corona de Inglaterra. Sin embargo, probablemente una razón de más peso fue su poderoso ejército y la flota a su mando, la más grande desde la Armada.
Al poco tiempo de acceder al poder hubo de afrontar una guerra contra las dos potencias europeas vecinas, Inglaterra y Francia. Consiguió la retirada del ejército francés que había invadido Holanda (1672-73) y la paz con Inglaterra (1674). En 1677, se casó con la hija del heredero de los Estuardo (el futuro rey Jacobo II de Inglaterra en 1677, invirtiendo las alianzas, y formando una coalición europea opuesta a la hegemonía de la Francia de Luis XIV, a la que obligó a garantizar la independencia de los Países Bajos (Paz de Nimega, 1678).
Más tarde, Guillermo tuvo que traicionar a su suegro, el católico Jacobo II, cuando éste se vio confrontado en su país a la oposición de la Iglesia anglicana y de los protestantes que dominaban el Parlamento; éstos llamaron en su ayuda a Guillermo, quien no dudó en desembarcar con su ejército en Torbay y ponerse al frente de la «Gloriosa Revolución» inglesa de 1688. Aquella revolución, de inspiración protestante, parlamentaria y whig, destronó a Jacobo II ante el temor a ver consolidarse en el Trono inglés a una dinastía católica y tendente a imitar el absolutismo francés; los rebeldes coronaron en su lugar a Guillermo III, que podía alegar derechos al Trono tanto por ser nieto (por parte de madre) de Carlos I de Inglaterra como por estar casado con María Estuardo.
Por la Paz de Ryswick (1697), Luis XIV reconoció por fin a Guillermo como rey de Inglaterra. Sin embargo, la muerte sin descendientes del rey hispánico Carlos II (1700) y la aceptación por Luis XIV de la herencia española para la Casa de Borbón desencadenó un nuevo conflicto: Guillermo III de Inglaterra se enfrentó otra vez a las ambiciones francesas formando una nueva coalición con los Habsburgo contra la candidatura de Felipe V, apoyando a los reinos partidarios del Archiduque Carlos de Austria (principalmente los territorios de la Corona de Aragón: Cataluña, Aragón, Mallorca y Valencia). pero murió cuando realizaba los preparativos militares para la Guerra de Sucesión Española (1701-14).
Poco antes de morir, Guillermo aprobó la Ley de Asentamiento (1701), que excluía del Trono inglés a los católicos, por la cual, si bien a Guillermo III le sucedió Ana I de Gran Bretaña (hija de Jacobo II), y al morir ésta la Corona recaería sobre la Casa de Hannover.
Los reyes de Inglaterra y los de Francia gozaban de una prerrogativa que era el "toque real". Se trataba de un supuesto poder taumatúrgico de los reyes que al imponer las manos en los escrofulosos, enfermos afectos de tuberculosis ganglionar, los sanaba. Esta creencia reforzaba la creencia en la monarquía como una institución emanada directamente de Dios. Los enfermos de escrófulas se reunían en gran número el día de la coronación y en otras fechas señaladas para ser sanados por el poder del soberano. Las escrófulas eran conocidas popularmente como "el mal del rey" (King's evil) y así la encontramos en Macbeth (4.3.155), de Shakespeare.
La imposición de manos alcanzó su máximo esplendor bajo el reinado del rey Eduardo el Confesor. La ceremonia solía realizarse con el contacto de las manos del monarca sobre la cabeza o cuello de los escrofulosos, mientras se recitaba la fórmula:
"El rey te toca, Dios te cura"
Después se entregaba al enfermo una medalla conmemorativa.
Guillermo III era bastante incrédulo y sufría también él mismo de tuberculosis. No era muy dado a las supersticiones ni tenía fe en sus propios poderes curativos, por lo que intentó negarse a seguir esta práctica, que encontraba absurda. Sin embargo, se encontró con una gran oposición de sus cortesanos, que insistieron en que la ceremonia debía continuar por motivos políticos y de tradición. Era la manera de representar que el poder real era un poder divino. Al fin, Guillermo tuvo finalmente que ceder a la presión de sus partidarios, si bien introdujo algún cambio en la fórmula que se pronunciaba al tocar a los enfermos. El escéptico monarca, al tocar a los enfermos del "mal del rey" murmuraba, socarrón:
"Que Dios te dé mejor salud y más sentido común"
Dejaba así clara su falta de credulidad en la ceremonia.
El "toque real" siguió siendo practicado por los reyes de Inglaterra y Francia como símbolo del poder divino de los monarcas. La última vez que se practicó fue en Francia, en 1824 donde el rey Carlos X "tocó" en Reims a 120 escrofulosos en presencia de prestigiosos médicos como Dupuytren y Alibert, que como monárquicos daban soporte a la ceremonia.
La incredulitat de Guillem III
Guillem III d'Anglaterra (1650-1702) --que no s'ha de confondre amb Guillem d'Orange-Nassau el Taciturn o el Silenciós (1533-1584)-- fou protestant des de la naixença, com a príncep neerlandès d'Orange. Era fill pòstum de Guillem II de Nassau (que havia estat stadthouder, càrrec equivalent al de monarca el 1647-50). 1672 Guillem III va ser triat stadhouder de les Províncies Unides del nord dels Països Baixos i va romandre en el càrrec fins la seva mort. Procedent de la Casa de Nassau i de la saga Orange-Nassau, Guillem III va accedir a les corones anglesa i irlandesa després de la Revolució Gloriosa, durant la qual van deposar al seu oncle i sogre al mateix temps, Jaume II. A més va regnar a Escòcia sota el nom de Guillem II al costat de la seva esposa, Maria II, fins que ella va morir el 28 de desembre de 1694. Entre els actuals unionistes d'Irlanda del Nord se'l coneix amb el sobrenom del rei Billy. De vegades se l'anomena Enric Guillem, príncep d'Orange com a traducció del seu títol neerlandès, Willem Hendrik, Prins van Oranje. Probablement això ha originat en algunes ocasions, la confusió amb Guillem d'Orange el Silenciós.
El seu regnat va marcar el principi de la transició entre el govern personal dels Stuart i el de tipus parlamentari de la Casa de Hannover. Com a protestant, Guillem va participar en moltes guerres contra el poderós rei catòlic Lluís XIV de França. Molts protestants el van anomenar Campió de la seva Fe, i a causa d'aquesta reputació de fervent anticatòlic va aconseguir la corona d'Anglaterra. Probablement una altra raó de pes va ser el seu poderós exèrcit i la flota que tenia al seu comandament, la més gran des de l'Armada.
Al cap de poc temps d'accedir al poder va haver d'afrontar una guerra contra les dues potències europees veïnes, Anglaterra i França. Va aconseguir la retirada de l'exèrcit francès que havia envaït Holanda (1672-73) i la pau amb Anglaterra (1674). El 1677, es va casar amb la filla de l'hereu dels Stuart (el futur rei Jaume II d'Anglaterra el 1677, invertint les aliances, i formant una coalició europea oposada a l'hegemonia de la França de Lluís XIV, a qui va obligar a garantir la independència dels Països Baixos (Pau de Nimega, 1678).
Més tard, Guillem va haver de trair al seu sogre, el catòlic Jaume II, quan aquest es va veure confrontat al seu país, a l'oposició de l'Església anglicana i dels protestants que dominaven el Parlament. Aquests van cridar a Guillem perquè els ajudés, i ell no va dubtar a desembarcar amb el seu exèrcit a Torbay i posar-se al capdavant de la «Gloriosa Revolució» anglesa de 1688. Aquella revolució, d'inspiració protestant, parlamentària i whig, va destronar Jaume II davant la por a veure consolidar-se al Tron anglès una dinastia catòlica i amb tendència a imitar l'absolutisme francès; els rebels van coronar al seu lloc Guillem III, que podia al·legar drets al Tron tant per ser nét (per part de mare) de Carles I d'Anglaterra com per estar casat amb Maria Stuart.
Per la Pau de Ryswick (1697), Lluís XIV va reconèixer per fi Guillermo com a rei d'Anglaterra. Tot i això, la mort sense descendents del rei hispànic Carles II (1700) i l'acceptació per Lluís XIV de l'herència espanyola per a la Casa de Borbó va desencadenar un nou conflicte: Guillem III d'Anglaterra es va enfrontar una altra vegada a les ambicions franceses formant una nova coalició amb els Habsburg contra la candidatura de Felip V, donant suport als regnes partidaris de l'Arxiduc Carles d'Àustria (principalment els territoris de la Corona d'Aragó: Catalunya, Aragó, Mallorca i València), però va morir quan realitzava els preparatius militars per a la Guerra de Successió Espanyola (1701-14).
Poc abans de morir, Guillem va aprovar la Llei d'Assentament (1701), que excloïa del Tron anglès als catòlics, per la qual cosa, si bé a Guillem III li va succeir Anna I de la Gran Bretanya (filla de Jaume II), en morir aquesta la Corona recauria sobre la Casa d'Hannover.
Els reis d'Anglaterra i els de França gaudien des de l'Edat Mitjana d'una prerrogativa que era el “toc reial”. Es tractava d'un suposat poder taumatúrgic dels reis que en imposar les mans als escrofulosos, malalts afectes de tuberculosi ganglionar, els sanava.
Aquesta creença reforçava la creença vers la monarquia com una institució emanada directament de Déu. Els malalts d'escròfules es reunien el dia de la coronació i altres dates assenyalades per ser curats pel poder del sobirà. Les escròfules eren conegudes popularment com “el mal del rei” (King's evil) i així la trobem a Macbeth (4.3.155), de Shakespeare. La imposició de mans va aconseguir la seva màxima esplendor durant el regnat del rei Eduard el Confessor. La cerimònia solia realitzar-se amb el contacte de les mans del monarca sobre el cap o coll dels escrofulosos, mentre es recitava la fórmula:
"El rei et toca, Déu et guareix"
i després es lliurava al malalt una medalla commemorativa.
Guillem III era força incrèdul i patia també ell mateix de tuberculosi. No era gaire donat ales supersticions ni tenia fe en els seus propis poders curatius, per la qual cosa va intentar negar-se a seguir aquesta tradició. Tot i això, es va trobar amb una gran oposició dels seus cortesans, que van insistir en què la cerimònia havia de continuar per motius polítics i de tradició. Era la manera de representar que el poder real era un poder diví. Per fi, Guillem va haver de cedir finalment a la pressió dels seus partidaris, si bé va introduir algun canvi en la fórmula que es pronunciava en tocar els malalts. L'escèptic monarca, en tocar els malalts del "mal del rei" murmurava, sorneguer:
"Que Déu et doni millor salut i més sentit comú"
Deixava així clara la seva manca de credulitat a la cerimònia.
El "toc real" va continuar sent practicat pels reis d'Anglaterra i França com a símbol del poder diví dels monarques. La darrera vegada que es va practicar va ser a França, el 1824 on el rei Carles X va "tocar" a Reims 120 escrofulosos en presència de prestigiosos metges com Dupuytren i Alibert, que com a bons monàrquics donaven suport a la cerimònia commemorativa.