Estetoscopio flexible biauricular (s. XX) Óleo sobre lienzo. 183 x 244 cm National Gallery. Londres. |
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En otoño de este año, cuando se dirigía a su hospital,
vio un grupo de niños jugando: mientras uno de ellos golpeaba el tronco hueco de un árbol, otro escuchaba el
sonido con la oreja apoyada en el extremo opuesto de la
misma y trataba de adivinar cuantos golpecitos había dado su compañero. Al llegar al Hospital, Laënnec se encontró con una mujer joven y obesa que parecía tener algún tipo de problema cardiaco. La cantidad de grasa hacía que la percusión no sirviera de mucho. Por otra parte, Laënnec era muy pudoroso y le resultaba bastante violento apoyar la oreja entre los generosos pechos de la joven.
Laënnec entonces, recordó el juego del tronco de los niños. Cogió un cuaderno y lo enrolló. Colocó el cilindro sobre el tórax de la mujer y observó que se oía mucho mejor que cuando efectuaba una auscultación directa. Sorprendido y animado por el éxito, ese mismo día diseñó un instrumento que consistía en un cilindro de madera, hueco, con uno de sus extremos que finalizaba en forma de embudo y bautizó su invento “estetoscopio” (del griego στῆθος stethos: tórax, σκοπέιv scopein: mirar, es decir, “mirar dentro del tórax”).
Entre 1816 y 1819, Laënnec estudió detalladamente con su estetoscopio los sonidos pulmonares y cardíacos de diversas entidades, correlacionándolos con sus hallazgos necrópsicos.
En 1819 Laënnec publicó las observaciones en su obra “Traité de l’auscultation médiate et des maladies des poumons et du coeur.” En este libro, no solo describe detalladamente los sonidos que se pueden escuchar en el tórax, sino que defiende la gran importancia que tiene la observación en la práctica médica.
Gracias a la observación, precisamente, Laënnec hizo otras aportaciones a la medicina, entre las que destacan la descripción del enfisema pulmonar, edema e infarto pulmonar, neumonía, gangrena pulmonar, bronquiectasias, neumotórax, y la tuberculosis pulmonar.
El nombre de Laënnec está asociado a una forma de cirrosis, la cirrosis alcohólica. Curiosamente esto no se debe a que haya hecho un aporte sobre el tema, sino simplemente a una nota a pie de página proponiendo el nombre de cirrosis (del griego κιρρός kirrós, "amarillo") para el hígado granular, indurado y amarillento encontrado en la autopsia de un caso de enfisema pulmonar.
Monumento a Laënnec, en su ciudad natal, Quimper |
El estetoscopio se convirtió en un instrumento imprescindible para el médico. El primitivo tubo de madera fue perfeccionado en 1851 por Arthur Leared, que inventó un estetoscopio biauricular. Un año más tarde George Cammann perfeccionó el diseño del instrumento para la producción comercial, y desde entonces el estetoscopio se ha convertido en el símbolo por antonomasia de los profesionales de la medicina.
El estetoscopio pues, en cierto modo, se inventó como consecuencia de la timidez y el recato de su inventor, René Laënnec, que no se atrevió a auscultar directamente a aquella joven y exuberante paciente, en el otoño de 1816.
Théobald Chartran: Laennec auscultando a un tísico. Hôpitaux de Paris. Musée de l'Assistence Publique. |
L'estetoscopi, l'invent d'un tímid
Monument a Laënnec, a la seva ciutat natal, Quimper |