Cabeza de moro Procede del órgano de la Catedral de Girona. Bar l'Arc. Girona. |
La catedral de Girona tiene la nave gótica más ancha del mundo (22'98 m). Es además la iglesia con la nave más ancha del mundo en cualquier estilo, con la única excepción de S. Pedro del Vaticano (25 m),
Esta llamativa anchura está motivada porque en Girona había previamente una catedral románica preexistente. La ciudad había crecido y las necesidades del culto también, por lo que el cabildo planeó construir una iglesia mucho mayor. La comenzaron de tres naves (y efectivamente a eso corresponde la girola actual) pero una vez terminado el presbiterio y la girola, se encontraron con los muros de la anterior catedral románica. Tenían que derribarla para seguir con la construcción de la moderna catedral gótica. y quedarse sin catedral durante un largo e indeterminado período. Aunque había otra solución: continuar la catedral con una sola nave, "englobando" la primitiva catedral románica, que se conservaría hasta que la nueva catedral concluyera su construcción. Sin duda era una solución muy arriesgada. La nave tendría que ser muy alta, muy ancha, con importantes contrafuertes para garantizar su solidez. Hasta hubo una reunión de arquitectos de catedrales para calcular las características del templo.
Al final, la imponente nave se construyó. Dicen que el espíritu del arquitecto responsable, preocupado por su viabilidad, se perturbó hasta el punto de que se suicidó, creyendo que la estructura no aguantaría. Pero fuera como fuera, la nave se logró construir y es una de las maravillas arquitectónicas de la ciudad.
A mi siempre me ha parecido una pena que la gran amplitud de la catedral no se pueda apreciar en toda su magnitud porque el centro de la nave está ocupado por un gigantesco órgano. Hace años había además el coro de los canónigos.
Al parecer, el órgano antiguo estaba decorado con unas cabezas de moros, de gran tamaño. No era éste el único órgano catedralicio con esta decoración. En la catedral de Barcelona, en el órgano de la puerta de Sant Iu, había una cabeza similar, la carassa, que echaba caramelos por la boca en algunas fechas determinadas. Otras imágenes similares podían encontrarse en Cadaqués, Castelló d'Empúries, Arenys de Mar, Manresa, Mataró, Vilafranca...
Un buen día estas cabezas de Girona se sacaron de la catedral y fueron recuperadas por el propietario del bar l'Arc, un coleccionista de antigüedades, antiguo guía de la seo y un enamorado de la ciudad, que las exhibe en su local, en la plaça de la catedral, al pie de la espléndida escalinata barroca.
La cabeza de moro tiene unas facciones deformadas, sin duda con una clara intención burlesca y xenófoba, de "construcción del enemigo". Durante siglos, las riberas Norte y Sur del Mediterráneo han estado enfrentadas, en un perpetuo discurso de denostar a "los otros". aprovechando, naturalmente toda iconografía al respecto. El moro, representación del turco o pirata bereber era el "malo", que expresaba el triunfo de la Religión Católica frente al Islam. La cara del moro aparece con rasgos grotescos, exagerados y con los dientes mal colocados, y algún hematoma malar. Presenta asimismo dos grandes nevus intradérmicos en la cara (nariz y zona malar izquierda), que demuestran la connotación despectiva que se asociaba a estas tumoraciones cutáneas y que podemos encontrar en otras figuras populares, como elemento jocoso o de marginación.