Capsicum annuum L. (1887) Lámina del libro de Hermann Adolph Koeler ed. Gustav Pabst, 1887 |
A pesar de todos los pronósticos, el premio Nobel de Medicina y Fisiología de 2021 no se otorgó a ninguna investigación sobre vacunas ARN o sobre otros aspectos relacionados con la pandemia de Covid-19. Con cierta sorpresa, los galardonados fueron esta vez dos científicos americanos David Julius y Ardem Patapoutian, por sus descubrimientos sobre los receptores cutáneos de presión y temperatura.
David Julius y Ardem Patapoutian (Premio Nobel 2021 de Medicina y Fisiología) |
Las sensaciones del exterior son percibidas en el cerebro. Pero como se trasladan desde el contacto con la piel de una parte del cuerpo a las neuronas cerebrales ha sido motivo de estudio desde hace ya mucho tiempo. Tal vez fue Descartes, en el s. XVII quien tuvo la primera intuición de la existencia de terminaciones nerviosas que relacionaban la piel y el cerebro. Mucho más tarde, en 1944 Joseph Erlanger y Herbert Gasser recibieron ya un premio Nobel por su descripción de diversas fibras nerviosas sensoriales. Pero quedaba en pie una cuestión: como la temperatura y los estímulos mecánicos se convierten en impulsos eléctricos en el sistema nervioso. La respuesta a este problema la han proporcionado las investigaciones de David Julius y Ardem Patapoutian.
David Julius (1955) es profesor de fisiología en la universidad de California (San Francisco). La línea de investigación que siguió su equipo fue a partir de la guindilla picante (Capsicum annuum). La sensación picante que se experimenta al comer uno de estos pimientos rojos es debida a una molécula especial: la capsaicina. Y es una sensación parecida a la quemazón, al aumento de temperatura.
El equipo de Julius quería encontrar la proteína receptora que hacía que algunas neuronas enviaran señales eléctricas cuando contactaban con la capsaicina. Para ello seleccionaron neuronas que no respondían a la capsaicina y les fueron añadiendo diferentes genes que tenían las que sí reaccionaban. Así llegaron a encontrar uno que transformaba las neuronas no-sensibles en neuronas sensibles. Era el gen del receptor y le dieron el nombre de TRPV1.
Mientras realizaban pacientemente su pesquisa se dieron cuenta que simplemente aumentando la temperatura también conseguían activarlo. Lo hacía a partir de los 40ºC, y efectivamente, al tocar algún objeto con esta temperatura percibimos que está demasiado caliente.
Como ya tenían el experimento en marcha, se plantearon que pasaría si las condiciones fueran las contrarias. Si la capsaicina nos produce sensación de calor porque activa el receptor de temperatura, valía la pena plantearse si había otros receptores que activaran la sensación de frío. Y para ello usaron otra substancia que nos produce esta sensación: el mentol. Así llegaron a identificar el receptor del frío, TRPM8, que se activa por el mentol y por las bajas temperaturas. Así, si notamos frío o calor es porque se activan los receptores descubiertos por David Julius.
Los descubrimientos de Julius tienen importancia para encontrar nuevos caminos en la analgesia y en el tratamiento de ciertos tumores.
Modulación mecánica y farmacológica de los canales iónicos de Piezo1 |
Pero quedaba todavía la cuestión de como se percibe el tacto y la presión. Otro investigador, Ardem Patapoutian, nacido en el Líbano en 1967, nacionalizado norteamericano e investigador en Scripps Research (La Jolla, California) intentó solucionar esta pregunta. En este caso, encontró unas neuronas que enviaban señales eléctricas al presionarlas con una punta de pipeta. Era un estímulo mecánico que modifica la membrana de la célula y hace que una proteína, generalmente cerrada, abra una rendija por la que pueden pasar iones. Así se llegó a descubrir un canal iónico mecanosensible totalmente desconocido hasta ahora responsable de la señal desencadenante del estímulo eléctrico. En este caso, pusieron al receptor el nombre de Piezo1 (por similitud a la palabra griega Πίεση, píesi, que quiere decir presión). Después identificaron un segundo receptor, Piezo2. Gracias a estos receptores notamos si nos tocan, nos pisan o nos abrazan. Y también somos conscientes de la postura del cuerpo, si tenemos sensación de repleción después de una buena comida o si tenemos ganas de orinar.
Nobel 2021: Investigar amb bitxo picant
David Julius i Ardem Patapoutian (Premi Nobel 2021 de Medicina i Fisiología) |
Modulació mecànica i farmacològica dels canals iònics de Piezo1 |