Reconstrucción del despacho
de Pere Virgili Museu-Arxiu de Vilallonga Can Roso. Vilallonga del Camp (Tarragona) |
El pasado 11 de noviembre, coincidiendo con la Fiesta Mayor local, tuvo lugar la inauguración de la Sala Pere Virgili del Museo-Archivo de Vilallonga del Camp, un pequeño pueblo de algo más de 2000 habitantes, cercano a Reus y a Tarragona. En algunas entradas anteriores ya hemos comentado algo sobre este museo y la vida del cirujano Pere Virgili.
El acto, al que tuve el honor de asistir, fue sencillo y entrañable. Xavier Pujades, el impulsor del Museo, expuso lo que significaba para Vilallonga la inauguración de esta Sala. La gente del pueblo se enorgullece de contar entre sus hijos ilustres a Pere Virgili, un famoso médico del s. XVIII que destacó especialmente como cirujano de la Armada y que fundó los colegios de Cirugía de Cádiz y Barcelona. Entre otras aportaciones, Virgili fue el primero que realizó una traqueotomía.
La labor del grupo que sustenta el museo es encomiable. Destaca el entusiasmo de Pilar Riera y de la Dra. Peri. Cada viernes, los amigos del Museo se reúnen en Can Roso, su sede, para efectuar mejoras e innovaciones en sus salas, de forma totalmente desinteresada. Realizan una labor de investigación histórica, documentando minuciosamente cualquier detalle o aspecto poco conocido. También realizan trabajos de museística o de colocación de las piezas y de los carteles explicativos. El museo y el pueblo están en una comunicación perfecta en una total simbiosis.
El acto, al que tuve el honor de asistir, fue sencillo y entrañable. Xavier Pujades, el impulsor del Museo, expuso lo que significaba para Vilallonga la inauguración de esta Sala. La gente del pueblo se enorgullece de contar entre sus hijos ilustres a Pere Virgili, un famoso médico del s. XVIII que destacó especialmente como cirujano de la Armada y que fundó los colegios de Cirugía de Cádiz y Barcelona. Entre otras aportaciones, Virgili fue el primero que realizó una traqueotomía.
Cauterios del s. XVIII |
Conjunto de bisturíes y lancetas. El de la izquierda, con mango de marfil, se destinaba a las disecciones anatómicas. |
Recreación de la enfermería del interior de una nave.
En un ambiente similar debía trabajar Pere Virgili atendiendo a los marineros heridos.
En la Sala de Pere Virgili, el primer piso del museo, se ha recreado un ambiente propio del s. XVIII. La decoración de la puerta de entrada ya anticipa lo que encontraremos tras de ella. En un rincón se ha recreado una enfermería naval, en el interior de una fragata. Las paredes de madera abombadas, las patas de la mesa reforzadas y los estantes con divisorias para evitar los movimientos marinos, los objetos quirúrgicos y las redomas con los medicamentos y antisépticos usados en aquel tiempo, nos trasladan al ambiente en el que trabajaba el ilustre cirujano naval.
La importante dotación instrumental nos recuerda a lo que debía ser el día a día en la cirugía militar de la época: sierras para amputar miembros y evitar la temida gangrena, lancetas y pinzas para extraer balas, cauterios para realizar hemostasias y sellar heridas...
Las Mémoires de l'Académie Royale de Chirurgie de Paris (1761) donde se daba cuenta de los progresos realizados por Pere Virgili |
Detalle de la mano del maniquí de Pere Virgili, que ha alcanzado un notorio realismo. |
Los museos médicos desgraciadamente no abundan. Los museos - que con honrosas excepciones son tan poco visitados en nuestro país - suelen olvidarse o arrinconar a las ciencias. Puede decirse que si hablamos de museos suele sobreentenderse que aludimos a centros donde el arte o la historia general son los protagonistas. Pocos piensan que el devenir histórico suele depender más del progreso científico o médico que de los avatares políticos o militares. Y sin embargo no es así. La historia y la vida de la gente se ha modificado más por la irrupción de la Peste Negra o por el descubrimiento de los antibióticos o las vacunas que por los tratados internacionales o por los movimientos artísticos. Aunque, como defendemos desde este blog, todo está interrelacionado.
Lanceta para efectuar sangrías |
Salí de Vilallonga muy esperanzado. Un pueblo así, que sabe salvaguardar su pasado, seguro que sabe emprender con pulso firme el rumbo de su futuro. Gracias, Vilallonga!
Agradecimientos:
A mi amiga Montse Roig, que me hizo conocer el museo y a todos los miembros del grupo de Amics del Museu de Vilallonga, del que a partir de ahora me honro en formar parte.
Museu-Arxiu Pere Virgili
Cal Roso c/ Pere Virgili 20. Vilallonga del Camp (Tarragona)
Para visitar el museo, llamar al Tel 977 84 01 01 y preguntar por Pilar Riera
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A mi amiga Montse Roig, que me hizo conocer el museo y a todos los miembros del grupo de Amics del Museu de Vilallonga, del que a partir de ahora me honro en formar parte.