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Lluís Borrassà Retablo de San Miguel (centro) (1416) Temple y pan de oro sobre tabla 556 x 330 cm Procede del monasterio de S. Miquel de Cruïlles Museu d'Art. Girona. |
En el centro del retablo aparece el arcángel vestido con armadura y escudo, y alas multicolores que recuerdan la cola de un pavo real, mientras pisotea y clava su lanza sobre un dragón, representación del mal. En este caso, la figura del dragón sustituye a la de un demonio, como también aparece en otras iconografías. En definitiva, San Miguel vence al demonio, el bien vence al mal. Una leyenda que se pierde en la noche de los tiempos. Para algunos, ya se perfilaría en la antigua leyenda egipcia de Horus venciendo a Seth.
En el imaginario cristiano, los ángeles glorificaban a Dios en el cielo. Eran seres puros que se dividían en nueve categorías:
Serafines, querubines, tronos;
dominaciones, virtudes, potestades;
principados, ángeles y arcángeles.
Los arcángeles eran los de mayor rango.
Pieter Brueghel: La caída de los ángeles rebeldes. Museo Real de Bellas Artes. Bruselas. |
Entre los arcángeles destacaba uno, Luzbel, de gran belleza. Era tan bello que un día, lleno de soberbia, quiso ser tan importante como el mismo Dios, consiguiendo tener algunos partidarios. Esto originó una gran lucha en el cielo: el arcángel Miguel capitaneó a los ángeles fieles a Dios, bajo el lema "Quien como Dios?" y lucharon contra Luzbel y los ángeles rebeldes.
El resultado de la batalla fue favorable a Miguel. Luzbel fue derrotado y pasó a llamarse desde entonces Lucifer, el ángel caído. El y los ángeles rebeldes fueron expulsados del cielo y se creó para ellos un terrible lugar: el infierno. Desde entonces, Lucifer y sus ángeles, ya transformados en demonios intentan inducir al mal a los humanos, para arrastrarlos al infierno. Por su parte el arcángel Miguel y sus ángeles siguen luchando denodadamente para que el bien se enseñoree del mundo.
Luca Giordano: El arcángel San Miguel luchando contra los ángeles caídos. |
12.7. Y hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles,
12.8. pero no prevalecieron, ni fue hallado más su lugar en el cielo.
12.9. Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, quien engaña a todo el mundo; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Monumento al Ángel caído. Parque del Retiro. Madrid. |
En el cristianismo, Miguel y la lucha del Bien contra el Mal retomó también el mito de la psicostasia o del peso del alma del difunto tras la muerte. Se trata también de un mito egipcio. Delante del tribunal de Osiris, Anubis pesaba el alma del muerto poniendo en un platillo de la balanza el corazón y en el otro, la pluma de Mâât, la diosa de la Verdad. En el cristianismo Anubis es sustituído por San Miguel. El demonio, tramposo, intenta falsear la pesada para hacerse con el alma del desdichado. Así lo vemos en diversas representaciones iconográficas medievales.
San Miguel ha sido venerado por los cristianos como el mayor de los arcángeles. Su lema, "Quien como Dios?" lo proclama como el gran adalid de la fe.
Desde tiempos antiguos ha sido también considerado como un ángel protector, al que se ha vinculado también con la sanación. Es también Miguel el que termina con algunas epidemias, como atestigua su estatua en el Castel de Sant'Angelo de Roma.
A veces se representa a San Miguel con una lanza, pero en otras representaciones empuña una espada flamígera o un rayo. Tal vez por esta razón en 1941, la Sagrada Congregación para el Estudio de los Ritos del Vaticano declaró al Arcángel San Miguel, patrón y protector de los radiólogos y radioterapeutas. En el documento consta: “Sanctus Michael Archangelis. Pro Radiologis et Radiumterapeuticis et Protectur Declaratur. Decret datum Romae, ex S.S. Rituum Congretatione, die 16 Januarii 1941".
Como recuerda el Dr. Albert Biete, en aquel momento, muchos médicos simultaneaban la radiología con la radioterapia, tanto de tumores malignos como benignos, y los límites de ambas especialidades no eran muy precisos. Tampoco existía todavía el concepto de Radiooncólogo o oncólogo clínico. Al parecer, el demonio en este caso se identificó con los procesos cancerosos, y la radiante espada de San Miguel con la radioterapia que podía remediar el proceso. Y realmente, el cáncer es uno de los peores males de nuestro tiempo.
Maestro de Zafra. San Miguel arcángel (ca. 1500) Museo del Prado. Madrid. |
Sant Miquel,
patró de radiòlegs i radioterapeutes
Lluís Borrassà Retaule de Sant Miquel (centre) (1416) Temple i pa d'or sobre taula 556 x 330 cm Procedeix del monestir de St. Miquel de Cruïlles Museu d'Art. Girona. |
Serafins, querubins, trons;Dominacions, virtuts, potestats;Principats, àngels i arcàngels.
Entre els arcàngels en destacava un, Luzbel, de gran bellesa. Era tan bell que un dia, ple de supèrbia, va voler ser tan important com el mateix Déu, aconseguint tenir alguns partidaris. Aquest fet va originar una gran lluita al cel: l'arcàngel Miquel va capitanejar als àngels fidels a Déu, sota el lema "Qui com Déu?" i van lluitar contra Luzbel i els àngels rebels.
El resultat de la batalla va ser favorable a Miquel. Luzbel va ser derrotat i des de llavors va passar a anomenar-se Llucifer, l'àngel caigut. Ell i els àngels rebels van ser expulsats del cel i es va crear per a ells un terrible lloc: l'infern. Des de llavors, Llucifer i els seus àngels, ja transformats en dimonis intenten induir el mal als humans, per arrossegar-los a l'infern. Per la seva banda l'arcàngel Miquel i els seus àngels segueixen lluitant aferrissadament perquè el bé rodegi al món.
Luca Giordano: L'arcàngel Sant Miquel lluitant contra els àngels caiguts |
L'Apocalipsi (12: 7-9) relata així els fets:
12.7. I va haver-hi una gran batalla al cel: Miquel i els seus àngels lluitaven contra el drac; i lluitaven el drac i els seus àngels,
12.8. però no van prevaldre, ni es va tornar a trobar el seu lloc al cel.
12.9. I va ser llançat a fora aquell gran drac, la serp antiga, que es diu diable i Satanàs, qui enganya a tothom; va ser llançat a la terra, i els seus àngels van ser expulsats amb ell.
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