Fauno danzando (s. I d.C.) Estatua de bronce, procedente de la Casa del Fauno (Pompeya) Museo Archeologico Nazionale. Nápoles. |
Los faunos eran, según la mitología romana, divinidades menores protectoras de los campos y del ganado. Descendían de Fauno, el gran dios del campo y de los pastores y que era también un espíritu de los bosques que hacía fértil el ganado y los campos; su nombre proviene del latín favere “el favorecedor”. Los faunos tenían el cuerpo mixto, con piernas y cola de cabra y orejas de ciervo. El resto de su cuerpo era totalmente humano.
A los faunos les gustaba tocar la flauta y bailar en los claros del bosque. Tenían también una viva e insaciable sexualidad, que hacía que persiguieran a las ninfas de los bosques continuamente y - si podían - a cualquier mujer que cayera en sus proximidades.
El arte griego y romano ha dejado múltiples representaciones de faunos, preferentemente en temas pastoriles y/o eróticos. Adjuntamos una demostrativa imagen de un fauno en una cerámica ática de figuras rojas (sátiro, en la Antigua Grecia). Otro ejemplo es la escultura que encabeza esta entrada, proveniente de una fuente de una domus privada de Pompeya, la Casa del Fauno.
Nicolas Poussin. Venus con un fauno y amorcillos. Museo de l'Ermitage. San Petersburgo. Uno de los amorcillos presenta piernas y cola de fauno (sugiriendo que es hijo del Fauno y de Venus) |
El dermatólogo Jean Darier (1923) dió el nombre de "cola de fauno" a la hipertricosis localizada en la zona lumbosacra, es decir, a la presencia de un mechón de pelos que remeda la cola de una cabra o la de un fauno y que aparece en los primeros meses de la vida y persiste en la edad adulta.
Esta anomalía puede acompañarse de una espina bífida o alteraciones similares (disrafismo de la columna vertebral) por lo que es conveniente realizar una exploración neurológica o radiológica en este tipo de casos que permita descartar esta posibilidad.
Grupo de Pan y Dafne (vista frontal y detalle de la cola de Pan).
Museo Altemps. Roma