viernes, 9 de septiembre de 2016

Blaschko y las líneas de la piel





 Retrato de Alfred Blaschko
(1900 circa)

Fotografía a la albúmina. 
The National Library of Medicine

Bethesda, Maryland.
  



Alfred Blaschko (1858-1922) fue un dermatólogo alemán, natural de la región de Brandemburgo. En 1881 se doctoró en Medicina en Berlín y durante un tiempo trabajó con Georg Wegner (1843–1917) en Stettin. Posteriormente se dedicó a la práctica privada de la Dermatología, dedicándose sobre todo a las dermatosis profesionales y a la prevención de las enfermedades venéreas. Realizó numerosos estudios sobre las condiciones higiénicas de la prostitución. En 1902 fundó en Berlín junto con Albert Neisser la Liga zur Bekämpfung der Geschlechtskrankheiten (Sociedad Alemana para la lucha contra las enfermedades venéreas).

Su principal contribución la realizó en 1901 en el Séptimo Congreso de la Sociedad Alemana de Dermatología que tuvo lugar en Breslau. En esta ocasión, Blaschko presentó sus observaciones sobre una rara condición dermatológica. Las lesiones dibujaban una S en el abdomen, una V en la espalda y una U invertida en pecho y parte superior de los brazos. Blaschko basaba sus hallazgos en 140 pacientes con nevoides y enfermedades de la piel lineares y adquiridas. Esta curiosa distribución dió origen después a las conocidas como "líneas de Blaschko".



Esquema de las líneas de Blaschko


Las líneas de Blaschko son líneas cutáneas invisibles en condiciones normales. Se manifiestan en presencia de algunas enfermedades cutáneas o de la mucosa. Siguen una forma de "V" sobre la espalda y de espirales en forma de "S" sobre el pecho, estómago y laterales, y ondulaciones en la cabeza.

Se cree que las líneas son las huellas de la migración de las células embrionarias. Las franjas son un tipo de mosaicismo genético. No tienen ninguna correspondencia con el sistema nervioso, muscular o linfático. Aparte de en los humanos, también pueden observarse en algunas otras especies como en perros o gatos. 

Las líneas de Blaschko son muy útiles en la detección de mosaicismos, que consisten en la presencia de dos o más líneas celulares genéticamente distintas en un mismo individuo. La piel es un órgano privilegiado para el estudio de los mosaicismos. De hecho, existen muy diversas enfermedades cutáneas que siguen el patrón de las líneas de Blaschko y han sido modelos para elucidar mecanismos patogénicos de enfermedades genéticas con expresión cutánea. 

Una de estas enfermedades fue descrita por primera vez en 1952 por Minor Ito en una mujer japonesa con leucodermia de distribución en «brochazos» o remolinos, siguiendo las líneas de Blaschko. El autor denominó a este proceso «incontinentia pigmenti achromians», pues las lesiones parecían el «negativo» de la incontinentia pigmenti; esta denominación fue poco afortunada, pues aún hoy es motivo de confusión incluso entre dermatólogos avezados. De hecho, lo único que comparten ambos procesos es su distribución a lo largo de las líneas de Blaschko, al igual que otras muchas enfermedades que siguen dicho patrón. Se describieron con posterioridad nuevos casos en Japón y en 1973, Jellinek  propuso el epónimo hipomelanosis de Ito (HI) para designar este trastorno. Los primeros casos, incluyendo la descripción inicial de Ito, se trataban de lesiones exclusivamente cutáneas pero, conforme se fueron describiendo casos nuevos, se observó que muchos de ellos se asociaban a trastornos extracutáneos, principalmente del sistema nervioso central (SNC), oculares y esqueléticos. En las décadas de los 80 y los 90, se han  encontrado anomalías extracutáneas entre el 62 y el 94% de los pacientes descritos; por ser las manifestaciones del SNC y oftalmológicas las más frecuentemente encontradas, muchos autores consideran que la HI es verdaderamente un síndrome neurocutáneo.

Las lesiones cutáneas que siguen las líneas de Blaschko son variadas. Incluyen trastornos genéticos, congénitos y adquiridos. Algunos ejemplos son:


1 Trastornos pigmentarios 
a) Nevus acrómico (incluyendo hipomelanosis de Ito) b) Nevus epidérmico c) Nevus sebáceos d) Nevus epidérmico verrugoso inflamatorio lineal (NEVIL)

2 Trastornos cutáneos genéticos en el cromosoma X 
a) Síndrome de Bloch-Sulzberger b) Síndrome CHILD (Hemidisplasia Congénita con nevus Ictiosiforme y Anomalías de Miembros)

3 Erupciones cutáneas inflamatorias adquiridas. 
a) Liquen estriado b) Liquen plano c) Lupus eritematoso 

4 Quimerismo 






jueves, 8 de septiembre de 2016

Revisando la cabeza




  Julio González 

Dos mujeres
(1920-1928)

Óleo sobre lienzo 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.


Juli González i Pellicer (1876 - 1942) fue un escultor y pintor catalán, aunque vivió casi toda su vida en París, donde mantuvo siempre una gran relación de amistad con Pablo Picasso. Está considerado como uno de los artistas más importantes del s. XX. 

En  este cuadro de Julio González  una de las mujeres se concentra en el cabello de la otra. Su rostro está casi oculto por la otra figura, mientras con las manos aparta los mechones de pelo de su cabellera. El gesto es el de mirar con atención el cuero cabelludo.

En una primera impresión, pudiera pensarse que se trata de una escena de peinado, y que la mujer está concentrada en esta tarea, pero la mirada próxima a la cabeza, nos produce al cabo la sensación de una exploración más minuciosa del pelo o de la piel de la zona.

Está escudriñando tal vez la presencia de parásitos? La parasitación por piojos no es infrecuente, y la mujer puede estar buscando la presencia de estos insectos anopluros, o de algunas liendres fijadas a los pelos.

También cabe la posibilidad de que se trate de cualquier otro problema de la zona. Tal vez una lesión infectada, como una tiña o un impétigo. O simplemente una placa de descamación como una falsa tiña. Tal vez la mujer revisa la evolución de un lunar, y hace bien, ya que los nevus melanocíticos del cuero cabelludo deben controlarse con esmero. O tal vez se trate de un poco de caspa. La pintura no es explícita en cuanto al diagnóstico del problema, pero deja constancia de la preocupación que causa.


Tras contemplar la pintura, me alejo con la impresión que a veces la simple insinuación de un gesto reflejado en un cuadro me hace volar la imaginación. Tal vez la repetida exploración del cuero cabelludo de los pacientes me haya creado un cúmulo de recuerdos. Y es que el pintor nunca deja totalmente acabada una obra. La pintura se termina realmente cuando la contempla el espectador.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Carteles sobre sífilis y ETS en la II Guerra Mundial (IV)







Cartel de propaganda sanitaria 
(1940-1945)

Papel impreso 
Diversos archivos y museos. 



Una nueva entrega de carteles de prevención sanitaria de infecciones de transmisión sexual durante la II Guerra Mundial.


   









     

martes, 6 de septiembre de 2016

Carteles sobre sífilis y ETS en la II Guerra Mundial (III)








Cartel de propaganda sanitaria 
(1940-1945)

Papel impreso 
Diversos archivos y museos. 




Como en días anteriores continuamos aportando carteles de prevención de ETS (sífilis y gonorrea) de los años de la II Guerra Mundial.  


 



  






















   

    








     








lunes, 5 de septiembre de 2016

Carteles sobre sífilis y ETS en la II Guerra Mundial (II)







Cartel de propaganda sanitaria 
(1940-1945)

Papel impreso 
Diversos archivos y museos. 



Continuamos hoy con los posters o carteles propagandísticos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS) dirigidos a las tropas durante la II Guerra Mundial. 


  




 


domingo, 4 de septiembre de 2016

Carteles sobre sífilis y ETS en la II Guerra Mundial (I)






Cartel de propaganda sanitaria 
(1940-1945)

Papel impreso 
Diversos archivos y museos. 


Durante la II Guerra Mundial, el Departamento de Propaganda de los EEUU no se limitó a editar carteles de tipo político e ideológico, que incluían caricaturas de Adolf Hitler, General Hideki Tojo o Benito Mussolini. Las fuerzas aliadas decidieron prevenir un enemigo tan peligroso como las bombas del enemigo: las enfermedades venéreas (ETS). 

El temor a las enfermedades venéreas era fundado: durante la I Guerra Mundial, el Ejército había gastado una importante  suma de dinero y perdido casi 10.000 hombres por las bajas causadas por las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Únicamente la gran pandemia de gripe española de 1918-1919 causó más bajas por enfermedad que las que se produjeron durante este período bélico. 









Con este antecedente, no es de extrañar que cuando la sífilis y gonorrea se empezaron a extender vertiginosamente entre las tropas al principio de la II Guerra Mundial, el gobierno de los EEUU lanzó una gran campaña de prevención de las enfermedades de transmisión sexual, alertando a los soldados del peligro venéreo. 

Con frecuencia se proyectaban películas a la tropa advirtiendo de los peligros de la prostitución (El film más famoso se titulaba USS VD: Ship of Shame), que se proyectó de forma continuada e insistente. El esquema argumental de estas películas era casi siempre el mismo: Un soldado encuentra a una tentadora prostituta, con la que practica sexo y como consecuencia el soldado adquiere una enfermedad venérea y acude al médico militar de su unidad. 

  

La prostitución era la principal vía de contagio de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y la relación entre prostitución y las entonces llamadas "enfermedades vergonzosas" era casi absoluta. Por este motivo, la mayoría de carteles van dirigidos a avisar del peligro en el que se incurría si se mantenían relaciones con prostitutas. Algunos carteles llegaban a afirmar que el 98% de las mujeres "disponibles" tenían enfermedades venéreas. En algunos carteles se recurre veladamente a consideraciones morales. 

   

Hay que encuadrar todo eso en un momento histórico en el que no se disponía todavía de penicilina, que fue el tratamiento plenamente eficaz de la sífilis. Fue precisamente durante la II Guerra Mundial cuando tres médicos militares norteamericanos (Arnold, Mahoney, Harris, 1945) comenzaron a tratar con penicilina a los soldados afectos de sífilis en las tropas americanas destacadas en el Pacífico. Hasta entonces, los derivados arsenicales (Salvarsan®, Neosalvarsan®) eran la única opción terapéutica real. 


  


En la entrada de hoy y en algunos días sucesivos aportaremos una colección de carteles de propaganda sanitaria para la prevención de las enfermedades venéreas, especialmente sífilis y gonorrea.