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Caspar Clemens von Zumbusch(1830 - 1915)Monumento a Beethoven (1880) Escultura de bronce |
Ludwig van Beethoven (1770-1827) es sin duda uno de los compositores más célebres, populares e influentes de la música clásica. Sin embargo, algunos aspectos de su biografía, como sus enfermedades, no han sido del todo bien estudiados. Casi todo el mundo sabe que presentó una sordera parcial, desde los 27 años, y que evolucionó a sordera total a los 45 años. El mismo compositor quería que se encontrara la causa de su mal, ya que en su testamento pedía que se investigaran las causas de su sordera y que se hiciera pública. Pero otros aspectos de su salud son menos conocidos.
Retrato de Beethoven (ca. 1804) Museo de Viena |
Tras su fallecimiento prematuro e inexplicado a la edad de 56 años, las causas de su muerte han propiciado todo tipo de hipótesis. El genial músico padeció de dolores abdominales crónicos (cólicos seguidos de diarrea), alcoholismo y trastornos depresivos, pero otros diagnósticos han sido propuestos como cirrosis hepática, sífilis, hepatitis aguda o la enfermedad de Paget. La tesis segun la cual el compositor sufrió de saturnismo, también tiene muchos adeptos, ya que Beethoven era un gran aficionado a los vinos húngaros, que en aquel tiempo estaban frecuentemente adulterados y contenían importantes cantidades de plomo.
Ahora, casi 250 años después de su muerte, un nuevo análisis genético realizado por investigadores del Instituto Max Planck de Leipzig intenta aportar más datos al estado de salud del gran músico. El análisis se ha efectuado a partir de 8 mechones de cabello que fueron tomados en los últimos años de la vida de Beethoven o poco después de morir.
El primer problema a resolver es la autenticidad de estos mechones. Los cabellos de Beethoven se convirtieron en preciadas reliquias y alcanzaron una elevada cotización, transmitiéndose de generación en generación. Algunos de estas reliquias sirvieron para pagar la fuga de judíos en la Alemania nazi. La abundancia de mechones del compositor hace pensar en cierta fraudulencia en cuanto a su procedencia. Uno de los mechones, el denominado mechón de Hiller, que se aseguraba que fue tomada tras la muerte de Beethoven era en realidad una mecha de cabello de mujer. La coincidencia genética de diversas muestras ha permitido realizar el análisis sobre cabellos auténticos.
El denominado mechón de Hiller, que se ha revelado como falso. |
El estudio permitió descartar el supuesto saturnismo del músico, ya que no se encontraron trazas de plomo en ningún caso. Pero en cambio los análisis efectuados mostraron que Ludwig presentaba predisposición genética para ciertas enfermedades hepáticas, especialmente en variantes de los genes HFE y PNPLA3. Esta dotación genética suele comportar en grandes bebedores, un importante riesgo de hepatopatías como la cirrosis hepática. De hecho, Beethoven sufrió en dos ocasiones de ictericia (1827). Además los investigadores han encontrado trazas del virus de la hepatitis B en los cabellos del músico. Y por las numerosa correspondencia que se conserva de Beethoven sabemos de su inmoderada afición al alcohol. Según el testimonio de algunos amigos en 1825-1826 bebía un litro de vino en cada comida. Estos tres factores (predisposición genética, alcoholismo y hepatitis B) serían suficientes para concluir que su muerte se produjo como consecuencia de una cirrosis hepática.
En cambio, no se ha encontrado una causa clara de su sordera. Los investigadores han buscado, sin éxito, alguno de los 57 genes que pueden causar una pérdida de audición. Desde luego la genética no se puede excluir del todo, ya que es suficiente una mutación en un solo pariente para justificar en algunos casos una sordera. Los investigadores no se dan por vencidos y seguirán con sus pesquisas.
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Els cabells de Beethoven