Harpócrates (722-30 a.C.) Relieve en esteatita Museo Egizio. Turín. |
En la mitología egipcia, el hijo de Osiris e Isis es Horus, el dios halcón, el Sol viviente, que se suele identificar con el faraón. Son frecuentes las representaciones de Isis amamantando a Horus niño, imagen que inspiró más tarde las múltiples representaciones cristianas de la Galactotrophousa (γαλακτοτροφουσα) ortodoxa o Virgen de la leche católica.
Harpócrates helenizado, con el típico gesto de chuparse un dedo. Sobre su cabeza una pequeña doble corona osiríaca. Hallado en Pompeya |
Horus niño también se representa con frecuencia. Se le reconoce por su pequeña estatura (infantil), por llevar la trenza lateral que llevaban todos los niños egipcios y por llevarse el dedo a la boca, en lo que se ha llamado "el gesto del silencio" pero que no es más que un gesto que recuerda la habitual costumbre infantil de chuparse un dedo. Es en la baja época saíta y sobre todo bajo los Ptolomeos que aparecen muchas de estas representaciones de Horus niño, a las que se llamaba Hor-pa-jard o Har-pa-jered, más conocidas por el nombre helenizado de Harpócrates.
Figurilla de bronce representando a Isis amamantando a Horus niño (Harpócrates). Museu Egipci, Barcelona |
Según la mitología, cuando nació Horus, su tío el malvado dios Seth, el asesino de su padre Osiris, planeaba matarle también a él. Para éso, le envió a los animales ponzoñosos del desierto para que le picaran y envenenándole, acabar con él. Pero su madre Isis, mediante artes mágicas consiguió curarle, por lo que se consideraba que Harpócrates tenía el poder de proteger contra las tóxicas picaduras de ciertos animales, especialmente serpientes y escorpiones, y también de los ataques de los temibles cocodrilos. Por eso suele representarse asiendo dos serpientes con las manos y pisando a dcocodrilos. Frecuentemente también aparece flanqueado por varios escorpiones.
Cipo de Harpócrates con serpientes y escorpiones en sus manos. Baja Época (715-332 a.C.) Museu Egipci, Barcelona |
Si a alguien le picaba un escorpión o le mordía una serpiente venenosa, se le hacía beber un brebaje con agua que había sido vertida previamente sobre los amuletos de Harpócrates, mientras se recitaban fórmulas mágicas. El agua así tratada era considerada mágica y se le atribuían virtudes curativas. La medicina egipcia estaba muy interesada en tratar este tipo de incidentes por animales venenosos que debían ser muy frecuentes y temidos.
Amuleto protector con Harpócrates. Museo Egizio, Turín.
Harpócrates:
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