jueves, 6 de enero de 2022

Incubadoras: Bebés exhibidos en las ferias

versió catalana | versión española



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Stéphane Tarnier

Prototipo de incubadora 
(1878) 

Dibujo a tinta sobre papel
Museo Provincial Félicien Rops. Namur.  




Hasta el descubrimiento de las incubadoras, la mayoría de los niños nacidos prematuramente no sobrevivían.  Algo que se aceptaba como fruto del ineludible destino. 

Tal vez, la primera vez que se ideó a nivel teórico una incubadora fue en 1857, cuando el Dr. Jean-Louis-Paul Denucé (1824-1889) publicó una pequeña nota sobre el tema (de unas 400 palabras, y sin bibliografía) en el Journal de Médécine de Burdeos. Describía una bañera de zinc de doble pared en la que el espacio entre las paredes se llenaba con agua caliente para incrementar la temperatura del interior. Sin embargo, al parecer la cosa no pasó de una idea más o menos teórica. 

Podemos pues considerar al inventor real de la primera incubadora al ginecólogo parisino Stéphane Tarnier (1828-1897), que la ideó en 1880. Tarnier se licenció en Medicina en París en 1850. En 1856 ingresó en la Maternidad de Port Royal, de París, el hospital para mujeres pobres de la capital.  Tenía el objetivo de formarse en obstetricia y adquirir experiencia. Tuvo como maestros a Paul Dubois (1795-1871), Auguste Delpech y Antoine Danyau (1803-1871), entre otros. En 1861 fue nombrado jefe de clínica en esta institución.  

Un día Tarnier se fue a pasear por el zoo. En el Jardin des Plantes había una exposición de incubadoras para pollos. Cuando Tarnier vio a los pollitos recién nacidos intentando andar, en el cálido ambiente de la incubadora, tuvo una idea. 

Poco después, contrató a Odile Martin, la criadora de pollos del zoo, para que el construyera un aparato que pudiera hacerles un servicio similar a los recién nacidos humanos. 
Diseñó una caja dividida en dos compartimentos, uno inferior con agua caliente y otro superior donde se ubicaba el niño, para mantener los bebés prematuros a temperatura adecuada y facilitar su desarrollo. Tarnier sabía que la regulación de temperatura era un aspecto crucial para que los niños prematuros pudieran sobrevivir. Realizó un estudio en el que demostraba que mientras el 66% de los nacidos con bajo peso morían a las pocas semanas de nacer, solamente corría esa misma suerte el 38% de los que pasaban un tiempo en la caja de incubar que había ideado.

Y ¿quién fue el primero en fabricar las incubadoras? Aunque no está del todo claro, se acepta a W. C. Deming como el primer fabricante en 1888. Pero el que perfeccionó el invento fue Alexander Lyons en 1891, aportando importantes avances tecnológicos para las incubadoras (couveuses), que fueron distribuidas por toda Francia, para ayudar a los bebés de familias desfavorecidas. El mismo año se introdujo en Inglaterra y tan sólo una década después en los EEUU: en Illinois (Chicago) gracias al doctor Joseph B. DeLee.

Sin embargo, a pesar de todas estas aportaciones y como tantos otros inventos la incubadora no obtuvo aceptación médica inmediata y no apareció definitivamente en los hospitales hasta la década de 1930. 

Cuál fue entonces el uso de las incubadoras durante cerca de 50 años?. Como tantos otros inventos (recordemos el caso del microscopio o de los rayos X) su primera aplicación fue mucho más frívola. Formaban parte de una atracción de feria, en Berlín, Nueva York, Chicago... Uno de los lugares en los que fueron exhibidas con más éxito fue el parque de atracciones de Coney Island en Estados Unidos. Una atracción que abrió las puertas en 1903 y que se mantuvo abierta casi 40 años. Allí los diminutos bebés prematuros, que parecían no poder sobrevivir en aquel tiempo eran exhibidos al lado de otros monstruos o prodigios de la Naturaleza: tragasables, hombres de goma, gigantones y enanos, hombres-lagarto o mujeres barbudas. Para atraer más público, a la puerta de la atracción se situaba un muchacho voceando: 
"¡No se pierdan los bebés!" "¡Pasen a ver los niños más pequeños del mundo!"
Uno de estos voceadores era un chico muy guapo llamado Archibald Leach. Con el tiempo, trabajaría en el cine y se convirtió en un actor reputado, cambiando su nombre por el de Cary Grant. 



Vista exterior de la parada de feria de las incubadoras


El público hacía cola a la entrada de la barraca, para comprar la entrada por 25 centavos, bajo un gran cartel publicitario en el que se podía leer “A TODO EL MUNDO LE GUSTAN LOS BEBÉS”. Por este módico precio, todos podían asistir al espectáculo de unos bebés tan pequeños que parecía increíble que pudieran seguir viviendo. 

En el interior, los pequeños aparecían perfectamente alineados. A su alrededor, todo estaba increíblemente limpio y bien organizado. La mayoría dormía plácidamente dentro de sus incubadoras mientras eran atendidos por solícitas señoritas. A cargo de todos ellos estaba un médico, Martin Couney (1869-1950). La parada exhibía a los pequeños, pero gracias a las incubadoras los prematuros conseguían vivir. 


En el interior de la barraca de feria, unas enfermeras estaban a cargo
de los bebés prematuros que ocupaban las incubadoras



Pero también surgieron las críticas a estas exhibiciones. Ya en 1898 un artículo publicado en The Lancet se lamentaba de estos espectáculos: 
"¿Qué conexión existe entre el serio tema de la supervivencia humana y la mujer barbuda, el hombre perro, los elefantes, la representación de los caballos y cerdos y los payasos y acróbatas que constituyen la atracción principal del Circo Olimpia?"
Sin embargo, las incubadoras siguieron usándose para mostrar a los niños prematuros como prodigios de la Naturaleza en ferias y atracciones. En 1934, en la exposición de Chicago, ponían a los bebés varias tallas más grandes para destacar aún más su pequeñez, y les solían poner un gran lazo, de color rosa para las niñas y azul para los niños. De vez en cuando alguna de las enfermeras se sacaba un anillo y lo pasaba por uno de los pequeños dedos de los bebés, para asombrar a los espectadores con el contraste de talla. Esta avidez por exhibir morbosamente a los niños como enanos exóticos comenzó a producir entonces el rechazo del público. 

Pero para entonces, las incubadoras ya se estaban introduciendo en los hospitales y se comenzaban a ver como lo que a partir de entonces fueron: un instrumento médico para contribuir a la salvación de muchos niños prematuros.  

Un instrumento que comenzó como atracción de circo y terminó por ser un ingenio de gran importancia en Neonatología. 

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Incubadores: bebès exhibits a les fires



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Stéphane Tarnier

Prototip d'incubadora 
(1878) 

Dibuix a tinta sobre paper
Museu Provincial Félicien Rops. Namur.  



Fins al descobriment de les incubadores, la majoria dels nens nascuts prematurament no sobrevivien, fet que s'acceptava com a fruit del destí ineludible.

Podria ser que la primera vegada que es va idear una incubadora a nivell teòric va ser el 1857, quan el Dr. Jean-Louis-Paul Denucé (1824-1889) va publicar una petita nota al respecte (d'unes 400 paraules, i sense bibliografia) al Journal de Médécine de Bordeus. Descrivia una banyera de zinc de doble paret on l'espai entre les parets s'omplia amb aigua calenta per incrementar la temperatura de l'interior. Tot i això, sembla que no va passar de ser una idea més o menys teòrica. 

Podem considerar doncs que l'inventor real de la primera incubadora va ser el ginecòleg parisenc Stéphane Tarnier (1828-1897), qui la va idear el 1880. Tarnier es va llicenciar en Medicina a París el 1850. El 1856 va ingressar a la Maternitat de Port Royal, de París, l'hospital per a dones pobres de la capital. Tenia l'objectiu de formar-se en obstetrícia i adquirir experiència. Va tenir com a mestres Paul Dubois (1795-1871), Auguste Delpech i Antoine Danyau (1803-1871), entre d’altres. El 1861 va ser nomenat director assistencial en aquesta institució.

Un dia Tarnier se'n va anar a passejar pel zoo. Al Jardin des Plantes hi havia una exposició d'incubadores per a pollastres. Quan Tarnier va veure els pollets nounats intentant caminar, en el càlid ambient de la incubadora, va tenir una idea.

Poc després, va contractar a Odile Martin, la criadora de pollastres del zoo, perquè construís un aparell que pogués fer un servei semblant amb els nounats humans. Va dissenyar una caixa dividida en dos compartiments, un inferior amb aigua calenta i un altre superior on s'ubicava el nen, per mantenir els nadons prematurs a temperatura adequada i facilitar-ne el desenvolupament. Tarnier sabia que la regulació de la temperatura era un aspecte crucial perquè els nens prematurs poguessin sobreviure. Va realitzar un estudi en què demostrava que mentre el 66% dels nounats amb baix pes morien poques setmanes després de néixer, només corrien aquesta mateixa sort el 38% dels nadons que passaven un temps a la caixa d'incubar que havia ideat.

I qui va ser el primer a fabricar les incubadores? Si bé no està del tot clar, s'accepta a W. C. Deming com el primer fabricant, l’any 1888. Però qui va perfeccionar l'invent va ser Alexander Lyons el 1891, aportant importants avenços tecnològics per a les incubadores (couveuses), que van ser distribuïdes per tot França, per ajudar als nadons de famílies desafavorides. El mateix any es va introduir a Anglaterra i només una dècada després als EUA: a Illinois (Chicago) gràcies al doctor Joseph B. DeLee.

No obstant això, malgrat totes aquestes aportacions i com en tants altres invents, la incubadora no va obtenir acceptació mèdica immediata i no va aparèixer definitivament als hospitals fins a la dècada del 1930.

Llavors, quin va ser l'ús de les incubadores durant gairebé 50 anys? Com en tants altres invents (recordem el cas del microscopi o dels raigs X), la seva primera aplicació va ser molt més frívola. Les incubadores formaven part d'una atracció de fira, a Berlín, Nova York, Chicago... Un dels llocs on van ser exhibides amb més èxit va ser al parc d'atraccions de Coney Island, als Estats Units. Una atracció que va obrir les portes el 1903 i que es va mantenir oberta gairebé 40 anys. Allí els diminuts nadons prematurs, que semblaven no poder sobreviure en aquell temps eren exhibits al costat d'altres monstres o prodigis de la Natura: escurabutxaques, homes de goma, gegantons i nans, homes-llangardaix o dones barbudes. Per atraure més públic, a la porta de l'atracció s'hi situava un noi que cridava:
"No es perdin els nadons!" "Passin a veure els nens més petits del món!"
Un d’aquests nois que cridava, era un noi molt maco anomenat Archibald Leach. Amb el temps, treballaria al cinema i es va convertir en un actor reputat, canviant el seu nom pel de Cary Grant.


Vista exterior de la parada de fira de les incubadores


El públic feia cua a l'entrada de la barraca, per comprar l'entrada per 25 centaus, sota un gran cartell publicitari on es podia llegir “A TOTHOM LI AGRADEN ELS NADONS”. Per aquest preu mòdic, tothom podia assistir a l'espectacle d'uns nadons tan petits que semblava increïble que poguessin continuar vivint.

A l'interior, els infants apareixien perfectament alineats. Al seu voltant tot estava increïblement net i ben organitzat. La majoria dormien plàcidament dins de les seves incubadores mentre eren atesos per sol·lícites senyoretes. A càrrec de tots ells hi havia un metge, Martin Couney (1869-1950). La parada exhibia els més petits, i gràcies a les incubadores els prematurs aconseguien viure.


A l'interior de la parada de fira unes infermeres estaven a càrrec
dels nadons prematurs que ocupaven les incubadores


Però també van sorgir crítiques a aquestes exhibicions. El 1898 un article publicat a The Lancet es lamentava d'aquests espectacles:
"Quina connexió hi ha entre el seriós tema de la supervivència humana i la dona barbuda, l'home gos, els elefants, la representació dels cavalls i porcs i els pallassos i acròbates que constitueixen l'atracció principal del Circ Olímpia?"
No obstant això, les incubadores van continuar usant-se per mostrar els nens prematurs com a prodigis de la Natura en fires i atraccions. El 1934, a l'exposició de Chicago, posaven als nadons diverses talles més grans per destacar encara més la seva petitesa, i els solien posar un gran llaç, de color rosa per a les nenes i blau per als nens. De tant en tant alguna de les infermeres es treia un anell i s'ho passava per un dels petits dits dels nadons, per sorprendre els espectadors amb el contrast de talla. Aquesta avidesa per exhibir morbosament els nens com a nans exòtics va començar a produir el rebuig del públic.

Però en aquell moment les incubadores ja s'estaven introduint als hospitals i es començaven a veure com el que a partir de llavors van ser: un instrument mèdic per contribuir a la salvació de molts nens prematurs. Un instrument que va començar com a atracció de circ i va acabar per ser un enginy de gran rellevància per a la Neonatologia.





miércoles, 5 de enero de 2022

El rey Mago que vino de América

versió catalana | versión española







Vasco Fernandes (Grão Vasco) 

Adoración de los Reyes Magos 

(1501-1506) 

Óleo sobre tabla 130,2 x 79 cm
Museo de Grão Vasco
Viseu (Portugal)



Escribir este blog proporciona muchas satisfacciones. Una de ellas es la interrelación que se logra con los lectores habituales de "Un dermatólogo en el museo", y los comentarios, opiniones o colaboraciones que me hacen llegar con frecuencia. Muchos me envían obras de arte dignas de ser comentadas aquí, cosa que enriquece considerablemente el blog. Algunas son de amigos o conocidos, otras de anónimos lectores que me las envían con cierta frecuencia de lejanos países. 

Pero en esta ocasión la participación viene de una persona bien conocida y muy querida por mí, Antoni Parera, mi primer profesor de arte, que fue uno de los responsables de que me sintiese atraído por el arte y que conservara este interés durante toda mi vida. Una emotiva colaboración que aprecio y que le agradezco especialmente. Hace poco, Antoni me hizo llegar la imagen de esta obra de arte, que tiene aspectos muy curiosos y que merece la pena comentar. 

Se trata de una pintura sobre la adoración de los Reyes Magos. En otra entrada del blog ya destacamos que originalmente estos personajes eran todos de tez clara y que la primera vez que apareció un rey negro fue en la pintura de Hans Memling de 1470, Tríptico de la Epifanía (Museo del Prado). Memling quiso representar los tres continentes conocidos hasta aquel momento para subrayar que Jesús se encarnaba para redimir a todos los hombres sin distinción en su procedencia. Así los tres Reyes representaban Europa, Asia y África. Y el representante africano tenía la piel negra para no dejar dudas de su procedencia. 

La idea de Memling tuvo éxito y el patrón que el propuso fue adoptado de forma generalizada por todos los artistas. Se aprovechó también para reforzar la institución monárquica (originariamente no eran Reyes) y para realizar propaganda política subliminal, como en el caso del fresco realizado por de Benozzo Gozzoli, en el palacio Medici-Riccardi de Florencia, en el que representó a los tres reyes con la cara de personajes reales de la época, uno de ellos de la familia Medici, ensalzando así a la monarquía. Naturalmente Ludovico el Moro, de tez muy oscura, fue el personaje que encarnó en esta ocasión al rey negro. 



Detalles de "La cabalgata de los Reyes Magos" de Benozzo Gozzoli, en Florencia.
El fresco es una apología de la monarquía y los tres Reyes Magos encarnan a personajes reinantes coetáneos como Ludovico el Moro (foto central) 
(Palazzo Medici-Riccardi. Florencia)

Así vemos como la iconografía de los Reyes Magos no se acomodaba solamente al simbolismo ecuménico y supraracial, sino a los diferentes mensajes políticos que eran los que quería transmitir el artista a los espectadores. 

Sin embargo, el mundo aumentó considerablemente al incorporarse el continente americano. Por eso en algunas representaciones se incluyó un indígena americano entre los pajes del séquito de los Magos, e incluso podemos ver como sustituye a uno de los propios Reyes, como sucede en la escena de Epifanía del pintor portugués Vasco Fernandes, más conocido como Grão Vasco

En esta obra podemos ver a María, sentada con el Niño en su regazo, a la derecha de la escena. Ante él, uno de los tres reyes, arrodillado, acaba de hacer entrega de una copa -probablemente su presente- a José, que lo toma entre sus manos. Por cierto, que algunos historiadores del arte creen que la cara de este personaje arrodillado correspondería al navegante portugués Pedro Álvares Cabral (1468-1520) que fue el primero en avistar el Brasil (1500). Hasta aquí el esquema se adapta al patrón más conocido. Tampoco hay sorpresas con el personaje de la derecha. Un hombre joven, de piel clara, vestido a la usanza europea del momento, se quita el sombrero en señal de respeto mientras adelanta la mano izquierda con su regalo.



Detalle del cuadro, donde puede verse el personaje central, el Rey Mago amerindio, con su tocado de plumas y otros atributos frecuentes en las
culturas americanas.


Pero el segundo personaje, de pie en el centro de la escena, introduce alguna diferencia. Además está situado en el medio de la escena, como si el pintor hubiese querido centrar en él toda la atención. Su piel es tostada, sin llegar a ser totalmente negra. Los dermatólogos la calificaríamos de Fototipo V. Leva un tocado de plumas y un vestido corto, con pantalón corto, que le cubre hasta la rodilla. En los pies, unas sucintas sandalias. Lleva diversos adornos corporales, como pendientes, collares de cuentas de colores, pulseras de oro y tobilleras. En una mano porta lo que parece ser un bastón de mando o una gran lanza (flecha tupinambá), decorado también con plumas, y en la otra el presente para el Niño, una copa hecha con un coco y remates de plata. Su representación no deja lugar a dudas: se trata de un amerindio, un indígena de las tierras americanas.

La intención del pintor al incorporar un rey Mago amerindio a su obra es clara. Si los tres reyes se comenzaban a representar como de etnias diferentes para representar el ecumenismo del mensaje cristiano, era lógico incorporar el Nuevo Mundo a esta interpretación. Entre el cuadro de Hans Memling y el de GrãVasco solamente habían pasado 30 años y el patrón iconográfico con un rey negro todavía no estaba asentado del todo. Y en un país ibérico como Portugal, que como Castilla estaba entregado en aquel momento a la colonización de los territorios de allende el Atlántico, la representación de los amerindios entre los tres Reyes Magos  parecía muy indicada. El supuesto retrato de Pedro Alvares Cabral como el primer Rey Mago cuadra todavía más con esta interpretación. Otro detalle: el Niño Jesús tiene en su mano una moneda de oro, alusión a la riqueza que provenía de la colonización de las tierras americanas.



El supuesto retrato de Pedro Alvares Cabral
en la pintura de Grão Vasco 


Grão Vasco quiso aunar la clásica escena de adoración de los Reyes Magos con los importantes cambios de aquel momento histórico. A GrãVasco se le considera el principal pintor del Renacimiento en Portugal. Era natural de Viseu y ejerció en el Norte de Portugal durante la primera mitad del s. XVI. En su pintura pueden apreciarse las influencias de la escuela holandesa e italiana, ya que a la corte de Portugal acudieron pintores de estas procedencias, introduciendo el nuevo estilo. La paleta del artista de Viseu es tal vez algo más oscura que los otros pintores portugueses de su tiempo y destaca por la marcada caracterización de los rostros y el dramatismo de las figuras. El pintor hace gala de gran minuciosidad y detalle al plasmar los escenarios y aderezos, produciendo un gran efecto realista. La mayoría de sus obras se conservan hoy en el Museo de Grão Vasco, instalado en el Palacio de los Três Escalões, contiguo a la catedral de Viseu.

En todo caso la obra de Grão Vasco testimonia la importancia que tuvo el conocimiento de nuevos pueblos en la cultura de Portugal y subraya más si cabe, la idea que el mensaje cristiano tiene la voluntad de llegar a todos los pueblos de la tierra. 

Y es que tal vez, los Reyes Magos no siempre vienen de Oriente...


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El Rei Mag que vingué d'Amèrica







Vasco Fernandes (Grão Vasco) 

Adoració dels Reis 

(1501-1506) 

Oli sobre taula 130,2 x 79 cm
Museu de Grão Vasco
Viseu (Portugal)



Escriure aquest bloc proporciona moltes satisfaccions. Una d’elles és la interrelació que s'aconsegueix amb els lectors habituals d'Un dermatòleg al museu, i els comentaris, opinions o col·laboracions que tot sovint em fan arribar. Molts m'envien obres d'art dignes de ser comentades aquí, fet que enriqueix considerablement el bloc. Algunes són d'amics o coneguts, d'altres de lectors anònims de països llunyans que me les envien amb certa freqüència.

Però en aquesta ocasió la participació ve d'una persona ben coneguda i estimada per mi, Antoni Parera, el meu primer professor d'art, que va ser un dels responsables de que em sentís atret per l'art i que hagi mantingut aquest interès durant tota la meva vida. Aquesta és doncs una col·laboració emotiva que aprecio molt i que li agraeixo especialment. Fa poc, l'Antoni em va fer arribar la imatge d'aquesta obra d'art, que té aspectes molt curiosos i que és digna de comentar.

És tracta d’una pintura sobre l'adoració dels Reis Mags. En una altra entrada del bloc ja hem destacat que originàriament aquests personatges eren tots de pell clara i que la primera vegada que va aparèixer un rei negre va ser a la pintura de Hans Memling de 1470, Tríptic de l'Epifania (Museo del Prado). Memling va voler representar els tres continents coneguts fins aquell moment per subratllar que Jesús s'encarnava per redimir tots els homes sense fer distincions segons la seva procedència. Així els tres Reis representaven Europa, Àsia i Àfrica. I el representant africà tenia la pell negra per no deixar dubtes de la seva procedència.

La idea de Memling va tenir èxit i el patró que va proposar va ser adoptat de manera generalitzada per tots els artistes. També es va aprofitar per reforçar la institució monàrquica (originàriament no eren Reis) i per fer propaganda política subliminal, com és el cas del fresc realitzat per de Benozzo Gozzoli, al palau Medici-Riccardi de Florència, en què va representar els tres reis amb la cara de personatges reals de l'època, un d'ells de la família Medici, exalçant així a la monarquia. Naturalment Ludovico el Moro, de pell molt fosca, va ser el personatge que va encarnar al rei negre en aquesta ocasió.


Detalls de "La cavalcada dels Reis Mags" de Benozzo Gozzoli, a Florència.
El fresc és una apologia de la monarquia on els tres Reis encarnen
personatges reinants coetanis com Ludovico el Moro (foto central) 
(Palazzo Medici-Riccardi. Florencia)







Així veiem com la iconografia dels Reis Mags no s'acomodava només al simbolisme ecumènic i supraracial, sinó als diferents missatges polítics que l'artista volia transmetre als espectadors.

Tot i això, el món va augmentar considerablement a l’incorporar-se el continent americà. Per això en algunes representacions es va incloure un indígena americà entre els patges del seguici dels Mags, i fins i tot podem veure com substitueix a un dels propis Reis, tal com succeeix a l'escena d'Epifania del pintor portuguès Vasco Fernandes, més conegut com a Grão Vasco.

En aquesta obra podem veure a Maria, asseguda amb el Nen a la falda, a la dreta de l'escena. Davant d'ell, un dels tres reis, agenollat, acaba de fer entrega d'una copa a Josep -probablement el seu present- qui la pren entre les mans. Alguns historiadors de l'art creuen que la cara d'aquest personatge agenollat correspondria al navegant portuguès Pedro Álvares Cabral (1468-1520) que va ser el primer a albirar Brasil (1500). Fins aquí, l'esquema s'adapta al patró més conegut. Tampoc no hi ha sorpreses amb el personatge de la dreta. Un home jove, de pell clara, vestit a l’estil europeu del moment, es treu el barret en senyal de respecte mentre avança la mà esquerra amb el seu regal.


Detall del quadre, on pot veure's el personatge central, el Rei Mag amerindi,
amb el seu tocat de plomes i altres atributs freqüents a les 
cultures americanes.


Però el segon personatge, de peu al centre de l'escena, ja introdueix alguna diferència. A més, està situat al mig de l'escena, com si el pintor hagués volgut centrar-hi tota l'atenció. La seva pell és torrada, sense arribar a ser totalment negra. Els dermatòlegs la qualificarien de Fototip V. Porta un tocat de plomes i un vestit curt, amb pantalons curts que li cobreixen fins als genolls. Als peus, unes succintes sandàlies. Porta diversos adornaments corporals, com ara arracades, collarets de colors, polseres d'or i turmelleres. En una mà porta el que sembla un bastó de comandament o una gran llança (fletxa tupinamba), decorada també amb plomes, i a l'altra el present per al Nen, una copa feta amb un coco i retocs de plata. La seva representació no deixa cap dubte: es tracta d'un amerindi, un indígena de les terres americanes.

La intenció del pintor d’incorporar un rei Mag amerindi a la seva obra és clara. Si els tres reis es començaven a representar com a ètnies diferents per representar l'ecumenisme del missatge cristià, era lògic incorporar el Nou Món a aquesta interpretació. Entre el quadre de Hans Memling i el de Grão Vasco només havien passat 30 anys i el patró iconogràfic amb un rei negre encara no estava del tot establert. I en un país ibèric com Portugal, que com a Castella estava lliurat en aquell moment a la colonització dels territoris de l'Atlàntic, la representació dels amerindis entre els tres Reis Mags semblava molt indicada. El suposat retrat de Pedro Alvares Cabral com el primer Rei Mag quadra encara més amb aquesta interpretació. Un altre detall: el Nen Jesús té a la mà una moneda d'or, al·lusió a la riquesa que provenia de la colonització de les terres americanes.


El suposat retrat de Pedro Alvares Cabral
a la pintura de Grão Vasco 


Grão Vasco va voler unir la clàssica escena de l'adoració dels Reis Mags amb els canvis importants d'aquell moment històric. A Grão Vasco se'l considera el principal pintor del Renaixement a Portugal. Era natural de Viseu i va exercir al nord de Portugal durant la primera meitat del s. XVI. A la seva pintura es poden apreciar les influències de l'escola holandesa i italiana, ja que a la cort de Portugal van acudir-hi pintors d'aquestes procedències, introduint-hi el nou estil. La paleta de l'artista de Viseu és potser una mica més fosca que els altres pintors portuguesos del seu temps i destaca per la marcada caracterització de les cares i el dramatisme de les figures. El pintor fa gala de gran minuciositat i detall en plasmar els escenaris i guarniments, produint un gran efecte realista. La majoria de les seves obres es conserven avui al Museu de Grão Vasco, instal·lat al Palau dels Três Escalões, contigu a la catedral de Viseu.

En tot cas l'obra de Grão Vasco testimonia la importància que va tenir per la cultura de Portugal el coneixement de nous pobles i subratlla la idea de que el missatge cristià té la voluntat d'arribar a tots els pobles de la terra.

I és que potser els Reis no sempre venen d'Orient...


lunes, 3 de enero de 2022

Epifanía: el rey negro

versió catalana | versión española






Gentile di Fabriano 

Adoración de los Magos 

(1423)
 
Tempera sobre tabla 303 x 282 cm

Galleria degli Uffizi, Florencia.  




En el ciclo navideño, la figura de los Reyes Magos tiene una gran implantación en los países católicos del sur de Europa. En la Península Ibérica (España y Portugal) son los encargados de traer los regalos a los niños el día 6 de enero. También en la Provenza, e incluso en Italia, si bien en este último país es la Befana (el nombre proviene de una corrupción de Epifanía, palabra que viene del griego επιφάνεια  que significa "acción de mostrarse"). En Italia, la Epifanía se personifica en una vieja, la Befana, una especie de bruja buena que sustituye a los Reyes Magos en la labor de llevar regalos. Popularmente, se conoce a los tres Magos como el rey blanco (Melchor), el rey rubio (Gaspar) y el rey negro (Baltasar). Tal vez de ellos es el rey negro el que goza del mayor favor y predilección por parte de los niños. 

Pero ¿existió realmente un rey negro? ¿a qué se debe la creencia en tan curioso personaje? La única mención que encontramos en los evangelios sobre las figuras de los Reyes Magos es la de San Mateo :

Resultado de imagen de epifanía velázquez
Velázquez: Adoración de los Magos. Museo del Prado.
 

 

"Nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos Magos llegaron de Oriente (...) y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta pararse sobre el sitio donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Y entrando en la casa, vieron al Niño con María su Madre, y postrándose le adoraron: luego abrieron sus cofres y le ofrecieron sus presentes: oro, incienso y mirra" (Mt. 2,1)

Así pues, según el escueto relato evangélico, poco sabemos de estos misteriosos personajes. Solamente que eran Magos, lo que en el contexto de la época y lugar equivale a unos sabios, tal vez astrónomos (por la estrella) probablemente tomados de la tradición zoroastrista imperante en de Oriente Medio. Pero aparte de esta suposición, nada sabemos de ellos. ¿Cuántos eran? ¿que edad tenían? ¿cómo se llamaban? ¿de donde venían? ¿de qué etnia eran?. Tampoco nada hace suponer que fueran reyes, ni siquiera nobles. Todo esto ha sido producto de una construcción mítica posterior, una progresiva elaboración del mito. 


Adoracion de los Magos. Catacumba de Priscila, Roma (s. III)


La iconografía más antigua de tales personajes se remonta al s. III, en las catacumbas romanas, aunque el número de estos personajes era variable, oscilando entre dos y cuatro. 

Probablemente, la primera imagen de los Magos la hallamos en la catacumba de Priscila (s. III), aunque no debe ser mucho más antigua que las de las de la catacumba de Domitila y la de S. Pedro. En estas representaciones aparecen tres personajes, tocados con gorros frigios, y son de piel blanca, aparentan la misma edad y no lucen ningún distintivo real.  

Representación de los Magos en Ravenna. Sant'Apollinare Nuovo (s. VI)


Tal vez a partir de los presentes a los que alude S. Mateo (oro, incienso y mirra) comenzó a suponerse que eran tres personajes (uno por regalo). En el mosaico de la iglesia de Sant'Apollinare Nuovo de Ravenna (s.VI) los encontramos representados en el muro norte como tres personajes ataviados con ropas exóticas y gorros frigios (típicos de Asia Menor). Es decir, se les alude como extraños forasteros (no judíos). Por primera vez aparecen sus nombres: Sanctus Balthassar, Sanctus Melchior, Sanctus Gaspar.  



Reyes Magos en el frontal de altar de Avià (s. XII), 

correspondientes a las tres edades del hombre. MNAC. Barcelona


Fue a lo largo de la Edad Media cuando la figura de los misteriosos eruditos orientales se fue metamorfoseando en reyes, representándolos con lujosos ropajes, exhuberantes presentes y un más o menos suntuoso séquito. Esta transformación debe entenderse como una apología de la monarquía en una sociedad jerárquica feudal. Tal vez la exégesis bíblica se basó en el Salmo 72, convirtiendo a los Magos en monarcas: 

"Los reyes de Tarsis y las islas le traerán presentes, que los reyes de Seba y Sabas le pagarán tributo: ante él se rendirán todos los reyes, le servirán todas las naciones”. 



Cortejo del rey Baltasar, los Médici aparecen a caballo a mano izquierda. Primero 

aparece Piero il Gottoso (hijo de Cosimo) que monta un caballo blanco,  justo detrás Cosimo il Vecchio sobre una mula marrón (símbolo de sus orígenes humildes) y más hacia atrás otros miembros de la familia.


Cuando la pintura profana se recupera a partir del s. XV, las representaciones de los Reyes Magos aparecen más a menudo. Se trata de una pintura a caballo entre lo religioso y lo profano, en la que frecuentemente se hace una clara propaganda del poder político y económico. En 1495, el poderoso banquero florentino Cósimo Médici "el Viejo" (1389-1464) encargó a Benozzo Gozzoli la decoración de la capilla de su palacio con  frescos que representaran una fastuosa Cabalgata de los Reyes Magos. Las figuras de los monarcas eran en realidad retratos de toda la familia Médici, que manifestaba así su devoción al tiempo que exhibían su ascendente prestigio, pompa, poder y riqueza. Un excelente ejemplo de la pintura como propaganda política y económica. 



Los tres Reyes Magos de la Cappella dei Magi, de Benozzo Gozzoli. Baltasar (en el centro) se parece a Ioannes VIII Palaialogus (1425-1448), penúltimo emperador de Bizancio. Por primera vez se le representa con la cara morena, aunque todavía no es del todo negro.



Hasta ahora, los Magos habían sido representados siempre con la piel blanca. Su número plural y el hecho de que fuesen gentiles (no judíos) fue aprovechado para resaltar la diversidad humana. Primero se tomaron como la representación de las tres edades del hombre, y ya aparecen así en el mosaico de Sant'Apollinare de Ravenna (juventud, madurez y vejez). Pero hasta ahora no aparecía ninguna diferencia racial entre ellos.  


Hugo van der Goes. Altar Monforte. Los Magos representan
las tres edades del hombre. 


La primera obra que representa a uno de los tres reyes de color negro fue el Tríptico de la Epifanía de Hans Memling, datado alrededor de 1470. Aquí los Magos intentan representar no sólo las tres edades del hombre, sino que también los tres continentes: Asia, el más anciano, Europa, el maduro y África el continente más joven. A partir de aquí este modelo se impuso ampliamente.  


Probablemente esta tabla constituye la primera representación del rey negro. 
Hans Memling. Adoración de los Reyes Magos, tabla central del 
Tríptico de la Epifanía (circa 1470) Museo del Prado. Madrid.  


Sin embargo, no faltaron excepciones a la regla. En la pintura de Veronese (1580), los Reyes Magos presentan otra vez la piel blanca los tres. En este caso es bastante comprensible, porque tras las figuras de los Reyes se representan los donantes, tres nobles venecianos que pueden identificarse perfectamente por sus escudos nobiliarios que están representados en la ropa de sus pajes. 


Paolo Veronese pinta hacia 1580 esta Adoración, donde vuelven a aparecer tres reyes blancos, hecho explicable porque cada uno de ellos representa a uno de los tres nobles venecianos que encargaron la obra, sus escudos aparecen sobre las vestimentas de sus pajes. Musée de Beaux Arts de Lyon.


Las representaciones posteriores, en los s. XVII y XVIII conservaron  la tradición de representar al rey Baltasar como negro. Es más sus ropajes se fueron modificando, adoptando una estética más musulmana-otomana que propiamente africana. Muchas veces, la corona real se sustituye por un turbante. 

Las representaciones populares (pesebres, cabalgatas...) fueron también fieles a esta estética que subrayaba el ecumenismo de Jesús y su mensaje universal. La primera cabalgata popular de Reyes Magos parece que tuvo lugar en Alcoy en 1886, tal vez con la influencia de las fiestas de Moros y Cristianos de esta ciudad. La fiesta tuvo mucho éxito y festejos parecidos se propagaron rápidamente a toda España. 


Fray Juan B. Maíno. La Adoración de los Reyes Magos (1614)
Museo del Prado, Madrid 
(por sugerencia de Antoni Parera) 


Mathias Stomer Adoración de los Reyes Magos (circa 1601-1650). 

Musée des Grands Augustins, Toulouse.


El sueño de los Magos. Miniatura del Misal de Salzburgo (s. XV)



Benozzo Gozzoli. Cappella dei Magi: 



Adoración de los Magos, Rubens: 





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Epifania: El rei negre







Gentile di Fabriano 

Adoración de los Magos 

(1423)
 
Tempera sobre tabla 303 x 282 cm

Galleria degli Uffizi, Florencia.  


Al cicle nadalenc, la figura dels Reis d’Orient té una gran implantació als països catòlics del sud d'Europa. A la Península Ibèrica (Espanya i Portugal) són els encarregats de portar els regals als nens el dia 6 de gener. També a la Provença, i fins i tot a Itàlia, si bé en aquest darrer país és la Befana (el nom prové d'una corrupció d'Epifania, paraula que ve del grec επιφάνεια que significa “acció de mostrar-se”). A Itàlia, l'Epifania es personifica en una vella, la Befana, una mena de bruixa bona que substitueix els Reis d’Orient en la tasca de portar regals. Popularment, es coneix als tres reis com el rei blanc (Melchor), el rei ros (Gaspar) i el rei negre (Baltasar). Potser el rei negre és el que gaudeix d’una major predilecció per part dels nens.

Però va existir realment un rei negre? A què es deu la creença en aquest curiós personatge? L'únic esment que trobem als evangelis sobre les figures dels Reis és la de Sant Mateu:

Resultado de imagen de epifanía velázquez
Velázquez: Adoració dels Mags. Museo del Prado.
 

 

"Nascut Jesús a Betlem de Judea en temps del rei Herodes, uns Mags van arribar d'Orient (...) i heus aquí que l'estrella que havien vist a l'Orient anava davant d'ells, fins a aturar-se al lloc on hi havia el Nen." En veure l'estrella es van omplir d'immensa alegria. I entrant a la casa, van veure el Nen amb Maria la seva Mare, i postrant-se el van adorar: van obrir els seus cofres i li van oferir els seus presents: or, encens i mirra" (Mt. 2, 1)

Així doncs, segons el breu relat evangèlic, sabem poc d'aquests misteriosos personatges. Només que eren Mags, la qual cosa en el context de l'època i el lloc equival a uns savis, potser astrònoms (per l'estrella) probablement presos de la tradició zoroastrista imperant a l'Orient Mitjà. Però a part d'aquesta suposició, no en sabem res. Quants eren? Quina edat tenien? Com es deien? D'on venien? De quina ètnia eren? Tampoc res no fa suposar que fossin reis, ni tan sols nobles. Tot això ha estat producte d'una construcció mítica posterior, una elaboració progressiva del mite.



Adoració dels Magd. Catacumba de Priscil·la, Roma (s. III)


La iconografia més antiga d’aquests personatges es remunta al s. III, a les catacumbes romanes, encara que el nombre d'aquests personatges era variable, oscil·lant entre dos i quatre.

Probablement, la primera imatge dels Mags la trobem a la catacumba de Priscil·la (s. III), encara que no deu ser gaire més antiga que les de la catacumba de Domitila i la de S. Pedro. En aquestes representacions apareixen tres personatges, amb gorra frígia, i són de pell blanca, aparenten la mateixa edat i no llueixen cap distintiu real.

Representació dels Mags a Ravenna. Sant'Apollinare Nuovo (s. VI)



Potser a partir dels presents als que al·ludeix St. Mateu (or, encens i mirra) va començar a suposar-se que eren tres personatges (un per regal). Al mosaic de l'església de Sant'Apollinare Nuovo de Ravenna (s.VI) els trobem representats al mur nord com tres personatges abillats amb robes exòtiques i barrets frigis (típics d'Àsia Menor). És a dir, se'ls referencia a estranys forasters (no jueus). Per primer cop apareixen els seus noms: Sanctus Balthassar, Sanctus Melchior, Sanctus Gaspar.



Reis d'Orient al frontal d'altar d'Avià (s. XII), 

corresponents a les tres edats de l'home. MNAC. Barcelona



Va ser al llarg de l'Edat Mitjana quan la figura dels misteriosos erudits orientals es va anar metamorfosejant en reis, representant-los amb luxoses vestidures, exuberants presents i un més o menys sumptuós seguici. Aquesta transformació ha d'entendre's com una apologia de la monarquia en una societat jeràrquica feudal. Potser l'exègesi bíblica es va basar en el Salm 72, convertint els Mags en monarques:
"Els reis de Tarsis i les illes el portaran presents, que els reis de Seba i Sabas li pagaran tribut: davant seu es rendiran tots els reis, li serviran totes les nacions”.


Seguici del rei Baltasar. Els Médici apareixen muntant a cavall a l'esquerra. Primer hi veiem a 
Piero il Gottoso (fill de Cosimo) sobre un cavall blanc.
Just darrere seu, Cosimo il Vecchio 
sobre una mula marró (símbol dels seus orígens humils) i més cap enrere altres membres de la família. 



Quan la pintura profana es recupera a partir del s. XV, les representacions dels tres Reis apareixen més sovint. Es tracta d'una pintura a cavall entre el fet religiós i el profà, en la que sovint es fa una clara propaganda del poder polític i econòmic. El 1495, el poderós banquer florentí Cósimo Médici "el Vell" (1389-1464) va encarregar a Benozzo Gozzoli la decoració de la capella del seu palau amb frescos que representessin una fastuosa Cavalcada dels Reis d’Orient. Les figures dels monarques eren en realitat retrats de tota la família Médici, que manifestava així la seva devoció alhora que exhibien el seu prestigi, poder i riquesa. Un exemple excel·lent de la pintura com a propaganda política i econòmica.


Els tres Reis Mags de la Cappella dei Magi, de Benozzo Gozzoli.
Baltasar (al centre) s'assembla a Ioannes VIII Palaialogus (1425-1448), penúltim emperador de Bizanci. Per primera vegada se'l representa amb la cara bruna,
si bé encara no és del tot negre.


Fins ara, els Mags havien estat representats sempre amb la pell blanca. El seu nombre plural i el fet que fossin gentils (no jueus) va ser aprofitat per ressaltar la diversitat humana. Primer es van prendre com la representació de les tres edats de l'home, i ja apareixen així al mosaic de Sant'Apollinare de Ravenna (joventut, maduresa i vellesa). Però fins el moment no apareixia cap diferència racial entre ells.

Hugo van der Goes. Altar Monforte. Els Mags representen
les tres edats de l'home. 



La primera obra que representa un dels tres reis de color negre va ser el Tríptic de l'Epifania de Hans Memling, datat pels volts del 1470. Aquí els Mags intenten representar no només les tres edats de l'home, sinó que també els tres continents: Àsia, el més ancià, Europa, el madur i Àfrica el continent més jove. A partir d’aquí aquest model es va imposar àmpliament.



Probablement aquesta taula és la que per primera vegada representa
el rei negre. 
Hans Memling. Adoració dels Reis, taula central del 
Tríptic de l'Epifania (circa 1470) Museo del Prado. Madrid.  



No obstant això, no van faltar excepcions a la regla. A la pintura de Veronese (1580), els tres Reis presenten tots ells una altra vegada la pell blanca. En aquest cas és força comprensible, perquè després de les figures dels monarques es representen els donants, tres nobles venecians que poden identificar-se perfectament pels seus escuts nobiliaris que estan representats a la roba dels patges. 



Paolo Veronese pinta cap a 1580 aquesta Adoració, on tornen a aparèixer  tres reis blancs, fet explicable perquè cadascú d'ells representa a un dels tres nobles venecians que van encarregar l'obra, ja que els seus escuts es poden veure a sobre dels vestits dels patges. Musée de Beaux Arts de Lyon.


Les representacions posteriors, als s. XVII i XVIII van conservar la tradició de representar el rei Baltasar com un rei negre. És més, les seves vestidures es van anar modificant, adoptant una estètica més musulmana-otomana que pròpiament africana. Moltes vegades, la corona reial se substitueix per un turbant.

Les representacions populars (pessebres, cavalcades...) també van ser fidels a aquesta estètica que subratllava l'ecumenisme de Jesús i el missatge universal. La primera cavalcada popular de Reis Mags sembla que va tenir lloc a Alcoi el 1886, potser amb la influència de les festes de Moros i Cristians d'aquesta ciutat. La festa va tenir molt èxit i festejos semblants es van propagar ràpidament a tota Espanya. 


Fra Juan B. Maíno. La Adoració dels Reis (1614)
Museo del Prado, Madrid 
(per suggerència de Antoni Parera) 


Mathias Stomer Adoració dels Reis (circa 1601-1650). 

Musée des Grands Augustins, Toulouse.


El somni dels tres Reis. Miniatura del Missal de Salzburg (s. XV)




Benozzo Gozzoli. Cappella dei Magi: 



Adoración de los Magos, Rubens: