Manuel Domínguez Sánchez Muerte de Séneca (1861) Óleo sobre lienzo 270 x450 cm Museo del Prado. Madrid. |
Un museo puede interpretarse de muchas maneras. A la visión artística, histórica o antropológica, un dermatólogo puede aportar nuevos enfoques sobre patología, cosméticos, terapéutica, simbolismos, usos u otros aspectos de interés.
Manuel Domínguez Sánchez Muerte de Séneca (1861) Óleo sobre lienzo 270 x450 cm Museo del Prado. Madrid. |
Busto de dos filósofos (Sócrates y Séneca) (s. I d.C.) Doble busto de mármol. 28 cm alto. Pergamonmuseum. Berlín. |
"Mi enfermedad me había dado una cierta tregua, pero me volvió a invadir de repente. Me preguntas qué clase de mal, y no es sin motivo, pues no hay ninguno que me sea desconocido. Tengo un mal, pero, al que parece que estoy destinado, el cual no sé nombrar con nombre griego, ya que se le podría llamár "suspirium" (cortedad de aliento). Su ataque es muy breve y parecido a una brusca tempestad ; se acaba en cosa de una hora, pues ¿quién tardaría más tiempo en expirar? Todas las molestias y peligros del cuerpo han pasado por mí, pero no encuentro ninguno más molesto que éste".
Monumento a Séneca, en Córdoba, su ciudad natal. La cara del personaje es más cercana a la fisonomía del doble busto. |
Con esta descripción podemos establecer un diagnóstico de asma bronquial, como el mismo filósofo sugiere, aunque la destaca una sensación de muerte inminente:
"Porque todas las otras (molestias) hacen estar enfermo, ésta hace librar el alma. Por eso los médicos le llaman "aprendizaje de la muerte", ya que el asma hace al fin aquello que te ha hecho ensayar muchas veces".
En esta carta, tras unas reflexiones sobre la muerte y la actitud que debe tenerse antes de morir, el estoico sigue diciendo:
"...la respiración no me sale natural, sino que la siento un poco dificultosa y tardía. Que sea como fuere, mientras la angustia no me salga del alma..."
Esta sensación de angustia, de muerte inminente, asociada con una disnea pasajera descrita por Séneca, es interpretada por otros autores como los síntomas de una angina de pecho (Mirko Grmek).
Tanto el asma bronquial como la angina de pecho se suelen asociar a una constitución más bien obesa, como la del doble busto, que al físico enjuto del Pseudo-Séneca, por lo que probablemente éste sería más cercano a la realidad.
Manuel Domínguez y Sánchez: La muerte de Séneca |
Pero Séneca no murió a causa del asma, ni de una angina de pecho. Se suicidó cuando se enteró que se le acusaba de traición al emperador. Prefirió suicidarse antes que caer en manos de la guardia pretoriana que venía a prenderle. Según dicen se cortó las venas en una bañera, una forma de morir dulce y sin dolor, en la que uno se adormece. Así acabó Séneca: hablando de filosofía a sus discípulos, en la bañera.
Texto original (Epistolae morales, LIV):
LIV. SENECA LUCILIO SUO SALUTEM
[1] Longum mihi commeatum dederat mala valetudo; repente me invasit. 'Quo genere?' inquis. Prorsus merito interrogas: adeo nullum mihi ignotum est. Uni tamen morbo quasi assignatus sum, quem quare Graeco nomine appellem nescio; satis enim apte dici suspirium potest. Brevis autem valde et procellae similis est impetus; intra horam fere desinit: quis enim diu exspirat? [2] Omnia corporis aut incommoda aut pericula per me transierunt: nullum mihi videtur molestius. Quidni? aliud enim quidquid est aegrotare est, hoc animam egerere. Itaque medici hanc 'meditationem mortis' vocant; facit enim aliquando spiritus ille quod saepe conatus est. Hilarem me putas haec tibi scribere quia effugi? [3] Tam ridicule facio, si hoc fine quasi bona valetudine delector, quam ille, quisquis vicisse se putat cum vadimonium distulit.
Ego vero et in ipsa suffocatione non desii cogitationibus laetis ac fortibus acquiescere. [4] 'Quid hoc est?' inquam 'tam saepe mors experitur me? Faciat: [at] ego illam diu expertus sum.' 'Quando?' inquis. Antequam nascerer. Mors est non esse. Id quale sit iam scio: hoc erit post me quod ante me fuit. Si quid in hac re tormenti est, necesse est et fuisse, antequam prodiremus in lucem; atqui nullam sensimus tunc vexationem. [5] Rogo, non stultissimum dicas si quis existimet lucernae peius esse cum exstincta est quam antequam accenditur? Nos quoque et exstinguimur et accendimur: medio illo tempore aliquid patimur, utrimque vero alta securitas est. In hoc enim, mi Lucili, nisi fallor, erramus, quod mortem iudicamus sequi, cum illa et praecesserit et secutura sit. Quidquid ante nos fuit mors est; quid enim refert non incipias an desinas, cum utriusque rei hic sit effectus, non esse?
[6] His et eiusmodi exhortationibus - tacitis scilicet, nam verbis locus non erat - alloqui me non desii; deinde paulatim suspirium illud, quod esse iam anhelitus coeperat, intervalla maiora fecit et retardatum est. At remansit, nec adhuc, quamvis desierit, ex natura fluit spiritus; sentio haesitationem quandam eius et moram. Quomodo volet, dummodo non ex animo suspirem. [7] Hoc tibi de me recipe: non trepidabo ad extrema, iam praeparatus sum, nihil cogito de die toto. Illum tu lauda et imitare quem non piget mori, cum iuvet vivere: quae est enim virtus, cum eiciaris, exire? Tamen est et hic virtus: eicior quidem, sed tamquam exeam. Et ideo numquam eicitur sapiens quia eici est inde expelli unde invitus recedas: nihil invitus facit sapiens; necessitatem effugit, quia vult quod coactura est. Vale.
Busto de un hombre (Pseudo-Séneca) (s. II a.C.) Busto de bonce
Museo Archeologico Nazionale. Nápoles |
Pseudo-Séneca en mármol. British Museum. Londres. |
La escultura impresionó mucho a Rubens, que la copió en diversos dibujos (Hermitage de San Petersburgo y Galeria Ambrosiana de Milán). Rubens se sintió atraído por esta representación que transmitía a la vez la idea de fortaleza unida paradójicamente a la senectud. A partir de estos bocetos, el pintor realizó una pintura al óleo, La muerte de Séneca, actualmente en la Alte Pinakothek de Munich (y también una copia en el Museo del Prado de Madrid)
P.P. Rubens: La muerte de Séneca |
Lucio Anneo Séneca fue uno de los filósofos más importantes del Imperio Romano, encuadrado en la corriente estoica y sigue representando hoy un referente en filosofía y ética contemporánea.
Séneca había nacido en el seno de una familia distinguida en Corduba, en Hispania, en los primeros años del s. I d.C. Su padre, Marco Anneo Séneca, fue un orador y escritor romano que realizó importantes estudios sobre la historia de la oratoria. Muchos de sus trabajos fueron atribuidos a Lucio Anneo durante la Edad Media, época en la que Séneca hijo tuvo mucho reconocimiento. Para diferenciarlo, al padre se le llama Séneca el Orador o Séneca el Viejo.
Eduardo Barrón González: Nerón y Séneca. (1904) Escayola. Museo del Prado. |
Séneca el Joven estudió retórica y filosofía en Roma, tomando también parte en asuntos políticos, llegando a ocupar diversos cargos políticos: cuestor, pretor, senador y cónsul. Fue acusado de adulterio por sus enemigos políticos y exiliado a Córcega por orden del emperador Claudio. Volvió a Roma para ser preceptor del futuro emperador Nerón, a quien aconsejó sobre diversos aspectos personales y políticos. Gran orador e influyente pensador, Séneca gobernó de facto el Imperio romano junto con Sexto Afranio Burro, entre los años 54 y 62, durante los primeros años del reinado de su joven pupilo Nerón. Fue acusado (probablemente falsamente) por haber tomado parte en la conspiración de Pisón para asesinar a Nerón, y decidió suicidarse cuando supo que se había dado orden de prenderle (65 d.C.)
Como escritor, Séneca pasó a la historia como uno de los máximos representantes del estoicismo, reflexionando profundamente sobre las emociones, la ambición, el poder curativo de la filosofía, y la muerte, entre otros temas. Su obra abarca tanto obras de teatro como diálogos filosóficos, tratados de filosofía natural, consolaciones y cartas. Usando un estilo marcadamente retórico, accesible y alejado de tecnicismos, trazó las principales características del estoicismo tardío, del que junto con Epícteto y Marco Aurelio está considerado su máximo exponente. Su obra Cartas a Lucilio es una lectura muy recomendable y sus consejos y opiniones, de plena actualidad.
Michelangelo Buonarruoti La expulsión de Adán y Eva del Paraíso (detalle)San Pedro del Vaticano. Roma |
Una característica típica de los varones adultos, que los diferencia de las mujeres es un nódulo prominente en la garganta, que se conoce popularmente como nuez o manzana de Adán. Es una estructura semicircular que hace relieve hacia el exterior y que se mueve al tragar.
Este fenómeno es debido a que durante la pubertad, las laringes masculinas se agrandan mucho más que las femeninas. La laringe es donde se sitúan las cuerdas vocales, y al aumentar la laringe, también aumenta la resonancia, lo que hace que el sonido de voz sea más grave.
El aumento de tamaño de la laringe precisa que aumenten las estructuras anatómicas que la sostienen. La parte delantera y los laterales de la laringe están formados por el cartílago tiroides. Evidentemente, tanto los hombres como las mujeres tienen este cartílago, pero en el sexo masculino es más grueso para soportar una laringe de mayor tamaño. La mayoría de mujeres no presentan este rasgo de forma visible, aunque en algunos casos también se puede observar.
Anatomía del cartílago tiroides y otras estructuras vecinas. |
La razón de que este desarrollo del cartílago tiroides se conozca como manzana de Adán se debe a una leyenda sobre el relato del Génesis. Según esta leyenda, cuando la serpiente tentó a Eva y la incitó a comer la manzana del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, y Eva ofreció a Adán comer de la manzana, al primer hombre se le atragantó un trozo de la fruta prohibida en su garganta. Desde entonces todos sus descendientes varones presentaron esta protuberancia en la garganta, en recuerdo del pecado de Adán. De ahí que se le llame el bocado o la manzana de Adán. También se le da el nombre de nuez o nuez de Adán por recordar la forma y tamaño de este fruto.