Francisco de Goya y Lucientes Riña de gatos (detalle) (1786)
Cartón para tapiz
Museo del Prado. Madrid.
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Riña de gatos es un cartón para tapiz pintado por Goya en 1786. Fue encargado al pintor entre los años 1786 y 1787. El tapiz debía formar parte de la decoración de las estancias de los Príncipes de Asturias, en el palacio de El Pardo. En aquel momento los príncipes eran el futuro Carlos IV y su esposa María Luisa de Parma.
El proyecto ornamental del salón consistía en las Cuatro Estaciones y una serie de escenas descritas como "pinturas de asuntos jocosos y agradables". El cartón de los gatos tiene una forma muy alargada y una perspectiva muy forzada, por lo que se puede deducir que su destino era la decoración de una sobreventana. Formaba pareja con una escena con vuelos de pájaros, del que se ha perdido el cartón original y solo conocemos el tapiz resultante. Los tapices no llegaron nunca a colgarse en su destino porque en diciembre de 1788 murió el rey Carlos III, y su sucesor, su hijo Carlos IV no se interesó en decorar ese palacio.
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Paul de Vos: Pelea de gatos en la despensa.
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Otro cuadro sobre un tema parecido es el realizado por el pintor Paul de Vos (1746) que representa una pelea de gatos en la cocina o en la despensa, siguiendo las temáticas de bodegones con escenasó anecdticas pintadas por su maestro, Franz Snyders. El cuadro aparece marcado con una flor de lis en su ángulo, ya que perteneció a la colección de Isabel de Farnesio, que marcaba así los cuadros de su colección.
El aspecto feroz de los gatos enfrentados nos da pie a considerar el tema de los animales que pueden infectarse por COVID-19, entre los que se cuentan los felinos.
Qué sabemos actualmente de la infección por SARS-CoV2 en animales?
- - No conocemos todavía el origen exacto del brote actual de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19), pero es probable que se originara en un animal, probablemente un murciélago.
- - De momento no hay evidencia de que los animales tengan un papel importante en la propagación del SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, a los humanos, por lo que el riesgo de que los animales transmitan el COVID-19 a los humanos se considera bajo, aunque conviene cerciorarse realizando más estudios sobre el tema.
- - Los enfermos con COVID-19, tanto si está confirmado como si es una simple sospecha deberían evitar el contacto con animales (mascotas, ganado y vida silvestre) ya que los animales pueden ser portadores de las partículas virales.
Qué animales son los más susceptibles de infectarse por SARS-CoV2?
Según un estudio del Centro de Regulación Genómica (CRG) publicado en PLOS Computational Biology, el animal más propenso a contraer la Covid-19 es la especie humana y le sigue el hurón. En menor medida, también puede afectar a los felinos, civetas y perros.
Los leones del zoo de Nueva York, o los del zoo de Barcelona han pasado la infección. Por las características de estos felinos, no han estado en contacto cercano con los humanos (tampoco con sus cuidadores) por lo que no han contagiado la infección a los humanos.
Los científicos autores del trabajo han estudiado también otras especies animales (ratones, ratas, cerdos, pollos y patos) sin encontrar ningún caso de positividad en ellos.
Los investigadores usaron modelos computacionales para probar cómo el virus SARS-CoV2 utiliza sus proteínas espiga. Estas proteínas sobresalen de la superficie del virus y se infiltran en las células de diferentes animales. El principal punto de entrada en las células es el receptor ACE2, que se une a la proteína espiga encajandode la misma manera que una cerradura y una llave. Existen muchas variantes diferentes de ACE2 en las diferentes especies, y estas variaciones explicarían la mayor susceptibilidad de las distintas especies animales. Esta variabilidad también explicaría los diferentes grados de gravedad de los humanos infectados por el coronavirus.
Estos hallazgos pueden explicar por qué la enfermedad puede afectar a los visones, un animal muy similar a los hurones. Su hacinamiento en granjas favorecería la transmisión entre estos animales. La posible transmisión de los visones a sus cuidadores y la detección en ellos de una variante del virus, que podría causar la inoperancia de las vacunas actualmente diseñadas ha planteado la conveniencia del exterminio masivo de estos animales de granja.