Daniel Niklaus Chodowieki
Las escrófulas y la sangría
Grabado
|
Daniel Niklaus Chodowieki (1726-1801) fue un pintor y grabador de origen polaco. Nacido en una familia de hugonotes, Chodowieki se instaló en Berlin donde llegó a ser director de la Academia de las Artes de esta ciudad. Destacó en la realización de dibujos, grabados y aguafuertes, en los que representaba escenas costumbristas y las actividades de la burguesía de su tiempo, englobándose en el Zopfstil, un estilo a caballo entre el rococó y el clasicismo.
En este grabado se muestran dos cirujanos en su trabajo. A la izquierda, sentado en una silla y de espaldas, uno de ellos está examinando las escrófulas de un niño, a la luz de un ventanal. Las escrófulas eran una forma de tuberculosis ganglionar, que se manifestaba por la aparición de lesiones abultadas en el cuello, que a veces podían supurar. Parece ser que el cirujano está disponiéndose a drenar el contenido de las escrófulas de su joven paciente. O al menos eso parece, a juzgar por el instrumental quirúrgico que ha dispuesto sobre la mesa: tijeras, pinzas, bisturí e incluso una sierra quirúrgica.
En la parte de la derecha otro cirujano se dispone a efectuar una sangría a una mujer sentada en una silla. El cirujano empuña la lanceta con su mano derecha, ya dispuesto a la flebotomía. Con la otra mano sostiene el brazo de la paciente por debajo. La mujer misma aguanta la bacía bajo el brazo, recipiente en el que se va a recoger la sangre extraída.
Vemos en esta estampa dos actividades médicas que debíasn ser muy frecuentes en el s. XVIII. La práctica de la sangría era habitual y formaba parte de un gran número de tratamientos e incluso se hacía preventivamente. Su práctica estaba muy pautada y se solía realizar en determinados días.
Por otro lado, la tuberculosis afectaba a mucha gente. Aunque las formas pulmonares eran las más frecuentes, también se veían casos de tuberculosis de la piel y sobre todo las formas con afectación ganglionar, a las que se llamaba escrófulas, escrofuloderma o lamparones. Se trataba de la afectación tuberculosa de los ganglios linfáticos, particularmente de aquellos ubicados a los lados del cuello y en especial, los situados bajo los ángulos de la mandíbula. La enfermedad producía una gran inflamación de la zona, que engrosaba considerablemente el cuello, dando como resultado un cuello de aspecto porcino de donde derivaba etimológicamente el nombre de escrófulas (del latín scrofa, cerdo). Su incidencia debía ser muy alta ya que en determinados días se reunía un gran número de enfermos para celebrar el "toque real", ceremonia en la que los reyes de Francia e Inglaterra tocaban a estos enfermos, ya que existía la creencia de que estos monarcas podían curar a estos enfermos imponiéndoles las manos. Pero fuera de estas ceremonias, las escrófulas podían ser drenadas por un cirujano experimentado, como vemos en el grabado de Chodowieki.
En este grabado se muestran dos cirujanos en su trabajo. A la izquierda, sentado en una silla y de espaldas, uno de ellos está examinando las escrófulas de un niño, a la luz de un ventanal. Las escrófulas eran una forma de tuberculosis ganglionar, que se manifestaba por la aparición de lesiones abultadas en el cuello, que a veces podían supurar. Parece ser que el cirujano está disponiéndose a drenar el contenido de las escrófulas de su joven paciente. O al menos eso parece, a juzgar por el instrumental quirúrgico que ha dispuesto sobre la mesa: tijeras, pinzas, bisturí e incluso una sierra quirúrgica.
Figura de cera representando un caso de escrófulas |
En la parte de la derecha otro cirujano se dispone a efectuar una sangría a una mujer sentada en una silla. El cirujano empuña la lanceta con su mano derecha, ya dispuesto a la flebotomía. Con la otra mano sostiene el brazo de la paciente por debajo. La mujer misma aguanta la bacía bajo el brazo, recipiente en el que se va a recoger la sangre extraída.
Vemos en esta estampa dos actividades médicas que debíasn ser muy frecuentes en el s. XVIII. La práctica de la sangría era habitual y formaba parte de un gran número de tratamientos e incluso se hacía preventivamente. Su práctica estaba muy pautada y se solía realizar en determinados días.
Cicatrices tras presentar escrófulas (Gentileza del Dr X. Romaní. Hospital del Parc Taulí. Sabadell) |