viernes, 12 de noviembre de 2021

Miguel Ángel y la anatomía: El músculo del meñique

versió catalana | versión española









Miguel Ángel Buonarroti 

Moisés
(1513-1515) 

Escultura de mármol 2,35 m de altura
Iglesia de San Pietro in vincoli
Roma




En otras entradas del blog hemos comentado diversos aspectos de la vida y obra de Michelangelo Buonarroti, conocido entre nosotros como Miguel Ángel (1475-1564). 

Es conocido el interés de este genial escultor por la anatomía humana, que se refleja en minuciosos detalles en todas sus esculturas y pinturas. Todos sus biógrafos se refieren al gran conocimiento que tenía del cuerpo humano, obtenido a través de la disección de cadáveres, una práctica que había sido relegada por los médicos desde tiempos de Galeno  ya que durante siglos fue mal vista por la Iglesia. Es en el Renacimiento, cuando Vesalio recupera las disecciones y la investigación anatómica, que fue practicada también por los artistas, entre ellos Buonarroti, como señalan muchos de sus biógrafos: 
 “…trabajó en tantas disecciones humanas que aquellos que han dedicado su vida a la misma y que la han convertido en su profesión apenas saben tanto como él”  (Ascanio Condivi) 

Giorgio Vasari en Le vite dei piú celebri pittori, scultori e architetti, señala que Miguel Ángel ya empezó a realizar disecciones de cadáveres desde muy joven, cuando estaba realizando un Crucifijo para la iglesia del Santo Spirito de Florencia, con el beneplácito del prior: 

"muchas veces disecando cuerpos muertos, para estudiar la disposición de la anatomía lo que contribuyó a perfeccionar la técnica del dibujo que demostró más tarde"  (Giorgio Vasari. Le Vite...)
Uno de los ejemplos del gran conocimiento anatómico de Miguel Ángel lo encontramos en su Moisés, que debía formar parte del mausoleo de Julio II y que terminó en la iglesia de San Pietro in vincoli, de la que era mecenas la familia della Rovere, a la que pertenecía este pontífice. 

En esta escultura, Moisés aparece apartando su poblada barba con la mano derecha. En este movimiento aparece levantando un poco el dedo meñique. 

Músculo extensor propio del meñique 

(musculus extensor digiti minimi)


Este movimiento del quinto dedo se realiza mediante la contracción del músculo extensor propio del meñique (musculus extensor digiti minimi, según la denominación de la nómina anatómica). Se trata de un músculo que se origina en el epicóndilo lateral del húmero, en la región externa del codo junto al músculo extensor común de los dedos (musculus extensor digitorum o musculus extensor digitorum comunis), y que se va a insertar en la primera falange del dedo meñique y en la porción más cubital del tendón del músculo extensor común de los dedos. Cuando se contrae provoca la extensión de la muñeca y la extensión de la primera falange del dedo meñique.




 


Pues bien, esta contracción puede revelarse, en una persona musculosa como una ligera depresión en el antebrazo. Un detalle que no pasó desapercibido a Miguel Ángel y que puede observarse perfectamente en el Moisés. 

Una demostración de anatomía funcional y de observación, alarde de precisión, que hacen de esta escultura una de las grandes obras del Renacimiento. 


Bibliografía 


Barreto, G. & de Oliveira, M. A Arte Secreta de Michelangelo. Uma Lição de Anatomia Na Capela Sistina. São Paulo, Editora ARX, 2004.

Condivi, A. The Life of Michelangelo. Baton Rouge, Louisiana State University Press, 1976

Santos, I. P.; Rosa, J. P. C.; Ellwanger, J. H.; Molz, P.; Rosa-Silva, H. T & de Campos, D. Michelangelo's art on the Sistine Chapel ceiling: Sacred representation or anatomy lessons? J. Morphol. Sci., 30(1):43-8, 2013.

Vasari G. Le vite dei piú celebri pittori, scultori e architetti. Fratelli Melita ed. La Spezia 1988


  


 


Miquel Àngel i l'anatomia: El múscul del dit petit






Miquel Àngel Buonarroti 

Moisés
(1513-1515) 

Escultura en marbre 2,35 m d'alçada
Esglèsia de San Pietro in vincoli
Roma




En altres entrades del bloc hem comentat diferents aspectes de la vida i obra de Michelangelo Buonarroti, reconegut per nosaltres com Miquel Àngel (1475-1564).

És ben conegut l'interès d'aquest genial escultor per l'anatomia humana, que es reflecteix en minuciosos detalls en totes les seves escultures i pintures. Tots els seus biògrafs es refereixen al seu gran coneixement del cos humà, obtingut a través de la dissecció de cadàvers, una pràctica que havia estat relegada pels metges des de temps de Galè ja que durant segles va ser mal vista per l'Església. És durant el Renaixement, quan Vesalio recupera les disseccions i la investigació anatòmica, que va ser practicada també pels artistes, entre ells Buonarroti, com assenyalen molts dels seus biògrafs:
…va treballar en tantes disseccions humanes que aquells que han dedicat la seva vida a la mateixa i que l'han convertit en la seva professió amb prou feines saben tant com ell" (Ascanio Condivi)
Giorgio Vasari a Le vite dei Piú celebri pittori, scultori i architetti, assenyala que Miquel Àngel va començar a realitzar disseccions de cadàvers des de molt jove, quan estava fent un Crucifix per a l'església de Santo Spirito de Florència, amb el beneplàcit del prior:
"moltes vegades dissecant cossos morts, per estudiar la disposició de l'anatomia, fet que va contribuir a perfeccionar la tècnica del dibuix que més tard va demostrar" (Giorgio Vasari. Le Vite ...)

Un dels exemples del gran coneixement anatòmic de Miquel Àngel el trobem en el seu Moisès, que havia de formar part del mausoleu de Juli II i que va acabar a l'església de Sant Pietro in Vincoli, de la qual era mecenes la família della Rovere, a la qual pertanyia el pontífex.
En aquesta escultura, Moisès apareix apartant la seva barba poblada amb la mà dreta. I en aquest moviment se’l veu aixecant una mica el dit petit.


Múscul extensor propi del dit petit 

(musculus extensor digiti minimi)


Aquest moviment del cinquè dit es realitza mitjançant la contracció del múscul extensor propi del dit petit (musculus extensor digiti minimi, segons la denominació de la nòmina anatòmica). Es tracta d'un múscul que s'origina a l’epicòndil lateral de l'húmer, a la regió externa del colze, al costat del múscul extensor comú dels dits (musculus extensor digitorum o musculus extensor digitorum comunis), i que vol inserir-se a la primera falange del dit petit i en la porció més cubital del tendó del múscul extensor comú dels dits. Quan es contrau provoca l'extensió del canell i l'extensió de la primera falange del dit petit.





Doncs bé, aquesta contracció pot revelar-se, en una persona musculosa com una lleugera depressió que provoca una certa depressió allargada a l'avantbraç. Un detall que no va passar desapercebut a Miquel Àngel i que pot observar-se perfectament en el Moisès.

Una demostració d'anatomia funcional i d'observació, d’ostentació de precisió, que fan d'aquesta escultura una de les grans obres del Renaixement.

Bibliografía 


Barreto, G. & de Oliveira, M. A Arte Secreta de Michelangelo. Uma Lição de Anatomia Na Capela Sistina. São Paulo, Editora ARX, 2004.

Condivi, A. The Life of Michelangelo. Baton Rouge, Louisiana State University Press, 1976

Santos, I. P.; Rosa, J. P. C.; Ellwanger, J. H.; Molz, P.; Rosa-Silva, H. T & de Campos, D. Michelangelo's art on the Sistine Chapel ceiling: Sacred representation or anatomy lessons? J. Morphol. Sci., 30(1):43-8, 2013.

Vasari G. Le vite dei piú celebri pittori, scultori e architetti. Fratelli Melita ed. La Spezia 1988






miércoles, 10 de noviembre de 2021

Roberto Ferri: (y IV) La muerte

 versió catalana | versión española







Roberto Ferri 

Resurrezione 

(2019) 

Tempera grasa sobre lienzo 300 x 200 cm
Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM)
Exposición temporal
Barcelona.



En la inquietante obra de Roberto Ferri (Taranto, 1978) tan influida por la pintura barroca, no podía faltar la referencia a la muerte. De hecho, a pesar de la sensualidad que impregna a sus personajes, el sufrimiento, el dolor y la sombra de la muerte, de la fragilidad de la vida humana, se puede percibir en todos sus cuadros.

En el cuadro Resurrezione, con el que iniciamos hoy la entrada muestra a un personaje inspirado en las representaciones del Cristo muerto. Cabizbajo, con la cara tapada por una larga melena, no podemos asegurar que haya regresado realmente de la muerte, como el título de la obra sugiere. El autor le coloca dos inmensas alas negras de cuervo, para subrayar que está surgiendo de la muerte. A sus pies, bajo una extraña estructura arbórea, un grupo de figuras, unas muertas, y otras presas de invisibles torturas demoníacas que les hacen retorcerse de dolor. Llevan los ojos vendados o la cabeza enredada en lienzos que les impiden la visión, lo que sugiere que están en el mundo subterráneo. 


Roberto Ferri: L'Amore, la morte e il sogno (2017)
Tempera grasa sobre lienzo 200 x 110 cm. 


En otra pintura, titulada L'Amore, la Morte e il Sogno (2017) los personajes aparecen tumbados en una mescolanza que recuerda algunas escenas de epidemias. A mí me recuerda especialmente la escultura en cera de La peste de Gaetano Zumbo (1691), que se encuentra en el Museo de La Specola de Florencia. Zumbo, que realizó sobre todo maravillosas esculturas anatómicas de cera dejó esta escena de muerte colectiva, representando el amontonamiento de cuerpos muertos para expresar la gran mortalidad que produjo la epidemia. 



Gaetano Zumbo: La peste (1691) Ceroplastia. Museo La Specola. Florencia. 


Ferri, siempre bebiendo de las fuentes clásicas, retoma esta disposición de cuerpos amontonados. Sin embargo, aprovecha para añadir a la muerte otras situaciones en la que los cuerpos están echados y revueltos: el amor, expresado como el abrazo central de los cuerpos de un hombre y una mujer que se miran arrobados; y el sueño, representado como una figura femenina que sitúa entre la pareja amorosa y un cadáver. Efectivamente, el sueño es una especie de muerte temporal en la que el erotismo suele también representar sus más íntimas escenas. La muchacha muestra una cara sensual, de feliz ensoñación, aunque se abraza despreocupadamente al cadáver.  


Roberto Ferri: L'Amore, la morte e il sogno (detalle) 


La figura situada en el extremo derecho de la escena es sin duda un cuerpo muerto. Exangüe, su lividez verdosa delata su falta de vida. Un color que remite nuevamente a la obra de Zumbo. Su cabeza caída y sus ojos entrecerrados, evocan de forma convincente la presencia de la muerte.

En conjunto, con la excusa de la posición decúbita, mezcla en nuestro subconsciente el sexo, el amor, los sueños y la muerte, que en definitiva son las coordenadas fundamentales de la vida humana, y nos fuerza a una obligada reflexión. 



Roberto Ferri: Perduto nella memoria (2019)
Tempera grasa sobre lienzo 80 x 110 cm. 


La muerte está presente también en Perduto nella memoria (2019) en el que aparece un hombre joven yacente, que el espectador identifica enseguida con la figura de Cristo. Completamente desnudo, con barba, y aspecto sereno, su estampa corresponde a los numerosos Cristos yacentes tan frecuentes en el arte cristiano. La serpiente, un animal que el cristianismo identifica generalmente con el mal, con el demonio, repta silenciosa hacia una de sus manos, ocultando tal vez la herida de los clavos que el espectador espera encontrar. Sobre el cadáver se alza una turbadora estructura, bizarra mezcla de tronco y hueso, que parece surgir del propio cuerpo y que sostiene en extraño equilibrio a un instrumento de difícil identificación.  

 


En otra de sus obras un perturbador personaje exhala un aliento lleno de corpúsculos no bien identificados. Tal vez sea una referencia a las gotas de Flügge, que tanta importancia tienen en la transmisión de enfermedades, como la presente pandemia de Covid19.  

En resumen, Ferri aborda el tema de la muerte, un motivo común en la obra de los grandes pintores de la Historia del Arte y que siempre se mantiene actual. 


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Roberto Ferri. (i IV) La mort








Roberto Ferri 

Resurrezione 

(2019) 

Tempera grassa sobre tela 300 x 200 cm
Museu Europeu d'Art Modern (MEAM)
Exposició temporal
Barcelona.



En la inquietant obra de Roberto Ferri (Taranto, 1978) molt influenciada per la pintura barroca, no hi falta la referència a la mort. De fet, tot i la sensualitat que impregna als seus personatges, el sofriment, el dolor i l'ombra de la mort, de la fragilitat de la vida humana, es pot percebre en tots els seus quadres.

En el quadre Resurrezione, amb el que iniciem avui l'entrada mostra un personatge inspirat en les representacions de Crist mort. Capcot, amb la cara tapada per una llarga cabellera, no podem assegurar que hagi tornat realment de la mort, com el títol de l'obra suggereix. L'autor li col·loca dues immenses ales negres de corb, per subratllar que està sorgint de la mort. Als seus peus, sota una estranya estructura arbòria, un grup de figures, unes mortes, i altres preses d'invisibles tortures demoníaques que els fan retorçar de dolor. Porten els ulls embenats o el cap enredat entre teles que els impedeixen la visió, el que suggereix que són al món subterrani.


Roberto Ferri: L'Amore, la morte e il sogno (2017)
Tempera grassa sobre tela 200 x 110 cm. 
 


En una altra pintura, titulada L'Amore, la Morte i il Sogno (2017) els personatges apareixen estirats a terra en una mescla confusa que recorda algunes escenes d'epidèmies. A mi em recorda especialment l'escultura en cera de la pesta de Gaetano Zumbo (1691), que es troba al Museu de la Specola de Florència. Zumbo, que va realitzar principalment meravelloses escultures anatòmiques de cera, va deixar aquesta escena de mort col·lectiva, representant l'amuntegament de cossos morts per expressar la gran mortalitat que va produir l'epidèmia.


Gaetano Zumbo: La pesta (1691) Ceroplàstia. Museu La Specola. Florencia. 

 
Ferri, sempre bevent de les fonts clàssiques, reprèn aquesta disposició de cossos amuntegats. No obstant això, aprofita per afegir a la mort altres situacions en què els cossos estan tirats i remenats: l'amor, expressat com l'abraçada central dels cossos d'un home i una dona que es miren embadalits; i el somni, representat com una figura femenina que se situa entre la parella amorosa i un cadàver. Efectivament, el somni és una espècie de mort temporal en la qual l'erotisme també sol representar les seves escenes més íntimes. La noia mostra una cara sensual, d’ensomni feliç, abraçant-se al cadàver despreocupadament.

 

Roberto Ferri: L'Amore, la morte e il sogno (detall) 



La figura situada a l'extrem dret de l'escena és sens dubte un cos mort. Exsangüe, la seva lividesa verdosa delata la falta de vida. Un color que ens remet novament a l'obra de Zumbo. El seu cap caigut i els ulls entretancats, evoquen de manera convincent la presència de la mort.

En conjunt, amb l'excusa de la posició decúbita, barreja en el nostre subconscient el sexe, l'amor, els somnis i la mort, que en definitiva són les coordenades fonamentals de la vida humana, i ens força a una obligada reflexió.

 

Roberto Ferri: Perduto nella memoria (2019)
Tempera grassa sobre tela 80 x 110 cm. 



La mort també és present a Perduto nella memoria (2019) en el qual apareix un home jove jacent, que l'espectador identifica de seguida amb la figura de Crist. Completament nu, amb barba, i aspecte serè, la seva estampa correspon als nombrosos Cristos jacents tan freqüents a l'art cristià. La serp, un animal que el cristianisme identifica generalment amb el mal, amb el dimoni, repta silenciosa cap a una de les seves mans, ocultant potser la ferida dels claus que l'espectador espera trobar. Sobre el cadàver s'alça una estructura torbadora, una barreja estranya de tronc i ossos, que sembla sorgir del propi cos i que sosté en estrany equilibri un instrument de difícil identificació.



 

En una altra de les seves obres un personatge pertorbador exhala un alè ple de corpuscles no ben identificats. Potser és una referència a les gotes de Flügge, que tanta importància tenen en la transmissió de malalties, com l’actual pandèmia de Covid19.
 
En resum, Ferri aborda el tema de la mort, un motiu comú a l'obra dels grans pintors de la Història de l'Art i que sempre es manté actual.

lunes, 8 de noviembre de 2021

Roberto Ferri: (III) Queratosis seborreica

versió catalana | versión española


 





Roberto Ferri 

Anima muta 

(2019) 

Tempera grasa sobre lienzo 80 x 110 cm

Exposición temporal
Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM)
Barcelona



Hemos comentado, en entradas anteriores, algunos aspectos de la obra de Roberto Ferri (Taranto, 1978). Hoy seguiremos comentando nuevos detalles observados en otra de sus obrasAnima muta (2019). 

En ella podemos observar una figura femenina desnuda y encadenada, de espaldas, recostada sobre una especie de pódium en el que figura un dibujo anatómico de huesos. En la cara externa de la pierna izquierda, cerca del tobillo, podemos ver una tumoración cutánea de color pardonegruzco y de cierto tamaño. Su  superficie rugosa y agrietada nos recuerda el aspecto de una queratosis seborreica o el de un nevus verrucoso benigno. 

Las queratosis seborreicas son tumores cutáneos benignos, que son más frecuentes a partir de la edad media de la vida. Aunque son más frecuentes en cara, pecho o espalda, a veces también pueden verse en las extremidades. Su benignidad hace innecesario el tratamiento, a no ser por cuestiones estéticas. 

En este caso, Ferri usa este tumor como contrapunto a la perfección de un cuerpo femenino cautivo. Su presencia capta la vista del espectador que se fija así en la tumoración, aumentando el aspecto inquietante de la escena. 



Anima muta (2019) La queratosis seborreica destaca en una pierna pálida,
captando la atención del espectador. 



  


 


Roberto Ferri: (III) Queratosi seborreica


 




Roberto Ferri 

Anima muta 

(2019) 

Tempera grassa sobre tela 80 x 110 cm

Exposició temporal
Museu Europeu d'Art Modern (MEAM)
Barcelona



En entrades anteriors hem comentat alguns aspectes de l'obra de Roberto Ferri (Taranto, 1978). Avui seguirem comentant nous detalls observats en una altra de les seves obres, Anima muta (2019).

En ella podem observar una figura femenina nua i encadenada, d'esquena, recolzada sobre una espècie de pòdium en el qual figura un dibuix anatòmic d'ossos. A la cara externa de la cama esquerra, prop del turmell, podem veure-hi una tumoració cutània de color marró negrós i de certa grandària. La seva superfície rugosa i clivellada ens recorda l'aspecte d'una queratosi seborreica o d'un nevus verrucós benigne.

Les queratosis seborreiques són tumors cutanis benignes, que són més freqüents a partir de l'edat mitjana de la vida. Encara que són més habituals a la cara, pit o esquena, de vegades també les trobem a les extremitats. La seva benignitat fa innecessari el tractament, tret que sigui per qüestions estètiques. En aquest cas, Ferri usa aquest tumor com a contrapunt a la perfecció d'un cos femení captiu. La seva presència capta la vista de l'espectador que es fixa així en la tumoració, augmentant l'aspecte inquietant de l'escena.


 

Anima muta (2019) La queratosi seborreica destaca sobre la pell
pàl·lida d'una cama, captant l'atenció de l'espectador.