domingo, 31 de julio de 2016

A los mosquitos no les gustan los pollos







Pablo Picasso 


La poule
(1952)

Grabado, Aguafuerte 
57,2 x 76 cm 

Musée de la Abbaye. 
Abbaye de Saint-Claude.   




La gallina fue uno de los primeros animales domesticados por el hombre, que desde tiempos inmemoriales las ha explotado para obtener huevos y carne. Es la más común de las aves de corral y encontramos múltiples representaciones de estas aves en todas las épocas de la historia del arte, desde las más antiguas a las más actuales. 


Pablo Picasso: Gallina clueca rodeada de sus polluelos.


Sin embargo, a pesar de la antigüedad de la avicultura y a los largos siglos de convivencia con los humanos - que se ha dado en casi todas las civilizaciones conocidas - todavía podemos encontrar en ellas algunas propiedades no descubiertas hasta el día de hoy, y que no dejan de sorprendernos.  

Por ejemplo, recientemente se ha descubierto que a los mosquitos no les gusta el olor de los pollos. En un reciente artículo publicado en Malaria Journal, un grupo de investigadores de las universidades de Ciencias Agrícolas de Alnarp (Suecia) y la de Addis Abeba (Etiopía), han demostrado las propiedades repelentes del pollo contra los mosquitos anofeles vectores del paludismo.


Joan Miró: Le coq (1940)


Se observó que Anopheles arabiensis, uno de los mosquitos que más transmite la malaria (también llamada paludismo) en el África subsahariana, evitaba picar a los pollos, y supusieron que probablemente el olor de las aves repelía a los insectos. 

El equipo, dirigido por un profesor de entomología de la universidad de Addis Abeba, analizó la sangre ingerida por los mosquitos, observando que casi nunca correspondía a las personas que dormían con un pollito cerca de su cama.

Los mosquitos eligen a quién picar guiados por su sentido del olfato. Al parecer, los efluvios odoríferos de los pollos ahuyentan los mosquitos. Los autores del estudio identificaron ciertos componentes que sólo están en las plumas de los pollos y otros que pueden encontrarse en otras especies animales para intentar demostrar su eficacia repelente. Usaron técnicas sofisticadas - principalmente cromatografía gaseosa y espectrometría de masa - para identificar los compuestos volátiles emitidos por las aves. Como resultado obtuvieron cuatro compuestos específicos del pollo: butirato de isobutilo, naftaleno, hexadecano y óxido de translimoneno, así como otros dos que no son específicos de las gallináceas.



Mosaico romano representando una pelea de gallos. 

Los autores del artículo realizaron un experimento en once cabañas durante otros tantos días, dentro de las cuales dormía un voluntario sin mosquitera ni repelentes. En todas estas estancias dispusieron trampas de luz ultravioleta a un metro del suelo. Pusieron difusores de los productos volátiles a 10-20 cm del lecho, que funcionaban automáticamente de 18 h de la tarde hasta las 6 h de la mañana. Algunas de las cabañas se usaron como control y en ellas los difusores solamente difundían el disolvente, sin principio activo alguno. También como test control, se dispuso un pollo en una jaula cubierta con mosquitera al lado de la cabecera de la cama en lugar de los difusores. 



Bartolomé Esteban Murillo: Anciana con gallina. Alte Pinakothek. Munich. 


El resultado fue que los seis compuestos volátiles difundidos al pie de la cama de los voluntarios se demostraron bastante eficaces para repeler a los insectos.  Se encontraron muchos menos mosquitos en las trampas que habían sido impregnadas con componentes del olor de los pollos que en las que solamente dispersaban el disolvente. En las trampas que estaban cercanas al pollo vivo, tampoco se atraparon muchos mosquitos. La conclusión a la que llegaron los autores del estudio es que estos compuestos volátiles, producidos por una especie animal que no es el huésped del parásito del paludismo (Plasmodium sp.) podrían proporcionar, en asociación con otros sistemas protectores como el uso de mosquiteras, una protección eficaz a las personas expuestas a las picaduras de los mosquitos. 

Tras realizar este experimento, ahora intentan la producción sintética de estas esencias, con la esperanza de poder elaborar un repelente útil para prevenir las picaduras de los mosquitos y por lo tanto, la difusión de la malaria. Lo que desde luego sería mucho más práctico que dormir con un pollo enjaulado en la mesita de noche...



Bibliografía 


Jaleta KT, Hill SR, Birgersson G, Tekie H, Ignell R: Chicken volatiles repel host-seeking malaria mosquitoes. Malaria Journal 2016 15: 354. 












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