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Jacques-Émile Blanches Retrato de James Joyce (1934) Óleo sobre lienzo 82 x 65 cm National Gallery of Ireland. Dublín. |
Hemos dedicado una anterior entrada del blog a hablar de la vida y la obra literaria de James Joyce. Dedicaremos hoy algunos comentarios a los aspectos patológicos de sus problemas oculares y su probable carácter sifilítico.
Cuando en 1939 la visión de Joyce se deterioró gravemente, el escritor declaró: "merezco todo esto debido a mis muchas iniquidades". Probablemente esta oscura frase era un intento de confesar veladamente que tenía sífilis. Por lo menos esto piensa Kevin Birmingham, profesor de literatura y de historia en la Universidad de Harvard. En efecto hay muy pocas dolencias que causan uveítis recurrente, y la mayor parte de ellas son consecuencia de la sífilis
Birmingham investigó a fondo su hipótesis. Encontró que Joyce se estaba tratando con Galyl un medicamento de arsénico y fósforo bastante específico de la sífilis.
Además, Joyce tenia una conocida debilidad por las prostitutas, que frecuentaba asiduamente, y la variedad de síntomas que Joyce describió en detalle en su correspondencia pueden identificarse fácilmente como de posible naturaleza sifilítica, según el profesor de Harvard:
"los abscesos que devastaron su boca y el gran 'furúnculo' en su hombro (...) la sífilis 'incapacitó su brazo derecho en 1907, y el costo psicológico de la enfermedad probablemente causó los desmayos periódicos de Joyce, su insomnio y sus 'colapsos nerviosos'".
La enfermedad preocupó claramente al autor y la reflejó indirectamente en algunos pasajes de su obra: en su historia Las hermanas, (dentro del libro Dublineses), escribe sobre la muerte de un sacerdote cuya enfermedad, "afectó su mente", lo que suele suceder en las etapas finales de la sífilis. "Todas las noches, mientras miraba hacia la ventana, me decía en voz baja la palabra parálisis", dice el niño narrador de Joyce. "Pero ahora me sonó como el nombre de algún ser maléfico y pecador. Me llenó de miedo y, sin embargo, anhelaba estar más cerca de él y contemplar su obra mortal". También hay referencias sobre la sífilis en Ulises, y advierte que la "ciudad nocturna" de Dublín y sus "mujeres de mala fama" son "una trampa mortal para los jóvenes".
El diagnóstico de sífilis nos hace comprender mejor al escritor. Sin la sífilis, las cartas de Joyce hacen que parezca un hipocondríaco quejumbroso o alguien que simplemente no está particularmente sano. La sífilis explica que la vergüenza que sentía y el tabú que pesaba sobre la enfermedad fueron las causas de su profundo sufrimiento. Joyce tuvo que afrontar su mal calladamente, en silencio. El abismo entre su aflicción privada y su vida pública ayudó a moldear la forma en que escribía...
Diversos profesores como Derek Attridge de la Universidad de York o Mark Traynor, gerente del Centro James Joyce en Dublín han manifestado que la hipótesis de Birmingham les parece bastante verosímil y probable.
James Joyce: (II) La sífilis d'un escritor
Jacques-Émile Blanches Retrat de James Joyce (1934) Oli sobre tela 82 x 65 cm National Gallery of Ireland. Dublin. |
Hem dedicat una anterior entrada del blog a parlar de la vida i l'obra literària de James Joyce. Dedicarem avui alguns comentaris als aspectes patològics dels seus problemes oculars i el seu probable caràcter sifilític.
"em mereixo això per culpa de totes les meves iniquitats"
"els abscessos que van devastar la seva boca i el gran 'furóncol' a l'espatlla (...) la sífilis va incapacitar el seu braç dret el 1907", i el cost psicològic de la malaltia probablement va provocar els desmais diaris de Joyce, el seu insomni i els seus 'col·lapses nerviosos'".
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