Juan Gris
El desayuno
(1914)
Papeles y periódicos recortados y pegados,
lápices de colores, carbón, aguada y óleo
Museum of Modern Art (MoMA). New York |
Juan Gris representó esta visión cubista del desayuno en 1914. Sobre una mesa de patas madera torneada se evocan algunos elementos habituales en esta primera colación: un mantel, una botella, un par de copas, una cafetera, unas tazas de café, un diario... En el fondo aparece un fragmento del papel pintado de la pared. En conjunto, la visión de un desayuno común, bajo el prisma del cubismo.
Juan Gris es el nombre con el que se conoce a José Victoriano González Pérez (1887-1927), que fue un pintor español que trabajó en París y que junto con Georges Braque y Pablo Picasso está considerado como uno de los principales maestros del cubismo. Una de sus principales aportaciones fue la práctica del collage, pegando recortes de papeles y diarios en los lienzos, y que coexistían con la pintura al óleo y otras técnicas.
A partir de este cuadro, que evoca el consumo de café, voy a comentar una curiosidad sobre esta popular bebida.
Tras una guerra que tuvo lugar en la segunda mitad del s. XX en Africa Oriental, se agolparon miles de prisioneros en campos de concentración. A las escasas condiciones higiénicas pronto se añadieron problemas nutricionales derivados de una alimentación escasa y poco equilibrada, solamente basada en cereales. Abundaban los casos de pelagra, hasta un punto preocupante.
Esta enfermedad, la pelagra, fue descrita por primera vez en España por Gaspar Casal (Girona 1680 - Madrid 1748) que lo observó en campesinos asturianos que se alimentaban solamente de pan de maíz, dándole el nombre de "mal de la rosa" (1735), por las zonas rojizas que aparecían en la piel. Poco después el italiano Francesco Frapolli le puso el nombre de pelagra (de "pelle agra", en referencia a la aspereza de las lesiones cutáneas que producía.
Desde el punto de vista clínico, la pelagra causa dermatitis, diarrea y demencia (por eso algunos la denominan enfermedad de las 3 D, e incluso hay quien añade una cuarta D, de defunción, si no se solventa la carencia). En la piel, la pelagra se caracteriza por una gran fotosensibilidad de las zonas expuestas al sol. En la cara puede haber enrojecimiento de las mejillas. Las lesiones en cuello y en escote consisten en máculas o placas hiperpigmentadas de bordes bien definidos, a modo de collar (“collarete de Casal”). También en el dorso de las manos aparecen lesiones similares. Tras varios episodios la piel toma un aspecto hiperpigmentado, rugoso y seco, lo que justifica su nombre.
Jean Metzinger: Naturaleza muerta: naipes, taza de café y manzanas (1917) |
A partir de este cuadro, que evoca el consumo de café, voy a comentar una curiosidad sobre esta popular bebida.
Tras una guerra que tuvo lugar en la segunda mitad del s. XX en Africa Oriental, se agolparon miles de prisioneros en campos de concentración. A las escasas condiciones higiénicas pronto se añadieron problemas nutricionales derivados de una alimentación escasa y poco equilibrada, solamente basada en cereales. Abundaban los casos de pelagra, hasta un punto preocupante.
Ilustración de la clínica de la pelagra, según aparece en el libro de Gaspar Casal |
Desde el punto de vista clínico, la pelagra causa dermatitis, diarrea y demencia (por eso algunos la denominan enfermedad de las 3 D, e incluso hay quien añade una cuarta D, de defunción, si no se solventa la carencia). En la piel, la pelagra se caracteriza por una gran fotosensibilidad de las zonas expuestas al sol. En la cara puede haber enrojecimiento de las mejillas. Las lesiones en cuello y en escote consisten en máculas o placas hiperpigmentadas de bordes bien definidos, a modo de collar (“collarete de Casal”). También en el dorso de las manos aparecen lesiones similares. Tras varios episodios la piel toma un aspecto hiperpigmentado, rugoso y seco, lo que justifica su nombre.
Se trata de una carencia nutricional de ácido nicotínico, por carencia de niacina en la dieta, como demostró Elvehjen en el primer tercio del s. XX. La niacina puede sintetizarse a partir del triptófano, que es un aminoácido esencial de la dieta. En 1938, Francisco Grande Covián (1909-1995) tuvo la idea de sintetizar ácido nicotínico a partir del tabaco almacenado: su posterior administración consiguió una reducción espectacular de los casos de pelagra durante la Guerra Civil española.
La planta del café (Coffea arabica), según una lámina de un libro de botánica |
La pelagra puede producir lesiones orales (estomatitis, glositis y gingivitis). En este último caso, las encías pueden aparecer inflamadas, sangrar con facilidad y presentan infecciones secundarias.
Actualmente la pelagra es infrecuente en el mundo occidental, donde solamente se ven algunos casos en alcohólicos o en mendigos malnutridos.
Pero volvamos a los prisioneros africanos del campo de concentración, entre los que cada vez había más casos de pelagra. Las autoridades del campo de prisioneros no disponían de nicotinamida, ni de vitaminas del grupo B, ni de triptófano. Tampoco tenían grandes recursos para mejorar la alimentación de los prisioneros.
Afortunadamente, uno de los médicos del campo se acordó que el café torrefacto contenía pequeñas cantidades de nicotinamida y de triptófano. Durante el proceso de torrefacción la trigonelina se transforma en nicotinamida.
El campo de concentración del que hablábamos estaba ubicado en plena zona de cafetales, por lo que podían obtener café fácilmente, y a bajo coste. Así que administraron dos tazas de café torrefacto bien cargado cada día a todos los prisioneros durante unas semanas. Al cabo de poco tiempo observaron una gran mejoría. Habían podido superar la situación.
El campo de concentración del que hablábamos estaba ubicado en plena zona de cafetales, por lo que podían obtener café fácilmente, y a bajo coste. Así que administraron dos tazas de café torrefacto bien cargado cada día a todos los prisioneros durante unas semanas. Al cabo de poco tiempo observaron una gran mejoría. Habían podido superar la situación.
Pablo Picasso: La cafetera (1944) |
De todo eso se deduce que el café, una bebida que desde luego debe consumirse con moderación, puede también tener efectos beneficiosos. Y no solamente este. También es muy rico en principios antioxidantes que contribuyen a retardar el envejecimiento.
Y ahora os dejo. Me voy a tomar una taza de café como a mí me gusta. Aunque debo decir, a fuer de sincero, que a mí no me gusta el café torrefacto...
- Un ristretto, prego!
Bibliografía
Sierra X. Gaspar Casal (Girona 1680 - Madrid 1748) Galeria de metges catalans http://www.galeriametges.cat/galeria-fitxa.php?icod=HGM
Sierra X. Gaspar Casal. Der Mais ist das Grundnahrungsmittel aller Betroffenen.
En:
C. Löser und G. Plewig (Ed) Pantheon der Dermatologie 2008
López-Tricas. El café, origen, química y efectos. Info-Farmacia.
http://www.info-farmacia.com/historia/el-cafe-origen-quimica-y-efectos
Taberner R. Pelagra, una enfermedad en 3D. Dermapixel.
https://www.dermapixel.com/2011/09/pelagra-una-enfermedad-en-3d.html
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