Colosos de Ramsés II
Estatuas esculpidas sobre la roca Templo de Ramsés II. Abu Simbel (Egipto) |
Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha recurrido a la expresión artística para transmitir a sus semejantes pensamientos, emociones y sensaciones. Podemos decir pues, que el arte es una de las formas más conocidas de expresión.
Estatua de Augusto de Prima Porta |
La función ideológica del arte se ha conservado a través de los siglos. Los frescos y capiteles románicos eran en muchos casos un libro abierto cuyas imágenes adoctrinaban a los fieles analfabetos; el pensamiento católico de la Contrarreforma proporcionó unos determinados cánones para evitar las desviaciones ideológicas de Lutero; los carteles de propaganda política fueron profusamente usados tanto por los nazis como por los bolcheviques, infundiendo su ideología y valores respectivos en las masas...
Damnatio memoriae en el Antiguo Egipto: Inscripción del templo de Deir el Bahari, con el nombre de Hatchepsut borrado. Fotografía: Hedwig Storch. (https://es.paperblog.com/damnatio-memoriae-1966378/) |
Y así como las imágenes pueden modular la manera de pensar y son usadas para crear adictos, pronto surgió la contrapartida. Gobernantes y líderes religiosos se dieron cuenta de que no solamente tenían que propagar las ideas adecuadas, sino que también les convenía prohibir el arte que podía usarse para cuestionar su dominación o por lo menos para denunciar su prepotencia. Nació así la censura, la limitación de la libertad de expresión.
Madonna, de Edvard Munch, un ejemplo de lo que los nazis catalogaron como "arte degenerado" |
Las clases discrepantes han censurado desde entonces el arte realizado por opositores, críticos y discrepantes. Tenemos muchos ejemplos de ello: el abatimiento de las estatuas de los dioses paganos por parte de los cristianos; la demolición de mezquitas en tiempos de la reconquista de la península ibérica; la destrucción de códices y templos mayas por los conquistadores españoles; la prohibición de ciertas manifestaciones artísticas por la Contrarreforma; la persecución del "arte degenerado" por los nazis; la voladura de las estatuas de los Budas gigantes de Bāmiyān en 2001; la devastación de templos y estatuas de Palmira por las milicias del Estado Islámico...
El arte pues es tanto un instrumento de propaganda como una manera de defender ideas contra el poder establecido. Y la censura del arte ha sido y sigue siendo una de las formas más claras de impedir el ejercicio de uno de los derechos humanos más esenciales: el de la libertad de expresión, tema que trataremos en próximos artículos.
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