Médicos de la misión norteamericana en Guatemala, revisando a un enfermo de sífilis Fotografía de archivo |
Durante la I Guerra Mundial las
enfermedades de transmisión sexual y especialmente la sífilis habían
constituído un grave problema. Su coste en bajas y tratamiento había sido muy
alto. Cuando estalló la II Guerra Mundial las autoridades militares decidieron
realizar campañas de prevención entre la tropa.
Hasta entonces el tratamiento se
limitaba a inyecciones de Salvarsan y lavajes post-coitales con soluciones
argénticas. Pero en 1945, Arnold, Mahoney y Harris, tres médicos militares
norteamericanos, introdujeron con gran éxito el tratamiento de la sífilis con
penicilina en las tropas del Pacífico.
Previamente, la penicilina se había
probado en la prisión de Terre Haute (Indiana) en 1943. El Dr. John Cutler
infectaba previamente a los presos bien inoculando el treponema causal de la
sífilis en el pene o facilitando contactos con prostitutas infectadas. Una vez
causada la enfermedad, se procedía a tratarla con penicilina que era muy
eficaz. Pero los estudios efectuados en la cárcel de Terre Haute se abandonaron
pronto.
Cutler diseñó entonces un proyecto
mucho más ambicioso: salir de la cárcel e infectar de sífilis a la población
civil con prostitutas, para poder realizar un estudio estadístico amplio, con
extracciones de sangre para efectuar un estudio serológico. Pero eso no era
posible en los Estados Unidos. Si hubiera llegado a la opinión pública el
escándalo sería mayúsculo.
En 1945, el Dr. Funes, director del
Departamento de Enfermedades Venéreas en Guatemala, había estado ampliando
estudios en el VDRL (Venereal Disease Research Laboratory) y propuso realizar
el estudio en su país. En Guatemala la prostitución era legal y las prostitutas
estaban obligadas a pasar una revisión médica dos veces por semana.
El experimento se puso en marcha con
una dotación de 100.000 dólares, a cargo de Cutler y bajo la supervisión de
Arnold y Mahoney del VDRL (los mismos que habían introducido la penicilina para
el tratamiento de la sífilis). Los
norteamericanos establecerían modernos centros de control en territorio
guatemalteco, que a la fin del experimento pasarían a ser propiedad del
Gobierno guatemalteco con todo su instrumental.
Al principio los estudios se iniciaron
en cárceles, pero no se obtuvieron resultados satisfactorios. Los presos no se
dejaban extraer sangre y se incumplía el protocolo. Se decidió ampliar el
estudio a enfermos mentales del Hospital Nacional de Salud Mental, que
albergaba casi un millar de internos. Por su patología mental, estos pacientes
no mostrarían resistencia a las extracciones. Pero en el Hospital no podían
entrar prostitutas y el equipo médico procedió a inocular la sífilis mediante
escarificaciones en el pene. A cambio, los médicos norteamericanos mejoraron
notablemente las míseras instalaciones del Hospital. También estimulaban la
cooperación de los enfermos suministrándoles tabaco: 1 cigarrillo por
observación clínica y un paquete por extracción de sangre o inoculación.
Experimentos con soldados guatemaltecos |
Las publicaciones con los resultados
del estudio fueron presentados al II Congreso Centroamericano de Venereología
(Guatemala abril de 1948). Mas tarde, en otra publicación el Dr. Cutler hacía
balance de los casos en los que realizaron pruebas serológicas en Guatemala:
515 niños de un orfanato151 niños de un colegio277 niños indígenas (Totonicapán)441 niños latinos19084 adultos latinos1550 adultos indígenas51 leprosos de una leprosería
El experimento concluyó en 1948 y no se
conoció hasta 2010, cuando se publicó en la prensa el hallazgo de la Dra.
Reverby acerca de estas actuaciones. Los datos demostraban que durante más de
dos años se habían llevado a cabo experimentos semi-secretos en los que se
inoculó la sífilis a 1308 adultos. Los archivos de Cutler se hallan actualmente
en la universidad de Pittsburgh y han sido desclasificados para su estudio.
Han tenido que pasar más de 60 años para que se conociera públicamente que una misión del gobierno de los Estados Unidos realizó experimentos que incluyeron el contagio intencionado de sífilis y gonorrea a 696 guatemaltecos, sin el consentimiento de éstos. La revelación, que fue reconocida por la secretaria de Estado Hillary Clinton y por la secretaria de los Servicios de Salud, Kathleen Sebelius fue calificada por el presidente de Guatemala Álvaro Colom como "espeluznante".
Bibliografía:
Cuerda Galindo E, Sierra Valentí X, López-Muñoz F, González López E. La sífilis como ejemplo histórico de experimentación en humanos al margen de los códigos éticos. En: Cuerda Galindo E, López-Muñoz F (eds). Cuando la Medicina no cura. Ed. Delta. Madrid, 2016.
Sierra X. Ética y experimentación médica en humanos: perspectiva histórica. Actas Dermatosifiliogr 2011; 102: 395-401
CDC 2011. Reporte médico CDC. Hallazgos del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos. Estudios de inoculación de Enfermedades Sexualmente Transmitidas en 1946-1948 basado en los papeles del archivo de John Cutler, médico en la Universidad de Pittsburg, 29 de septiembre de 2010
El experimento de sífilis en Guatemala:
Bibliografía:
Cuerda Galindo E, Sierra Valentí X, López-Muñoz F, González López E. La sífilis como ejemplo histórico de experimentación en humanos al margen de los códigos éticos. En: Cuerda Galindo E, López-Muñoz F (eds). Cuando la Medicina no cura. Ed. Delta. Madrid, 2016.
Sierra X. Ética y experimentación médica en humanos: perspectiva histórica. Actas Dermatosifiliogr 2011; 102: 395-401
CDC 2011. Reporte médico CDC. Hallazgos del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos. Estudios de inoculación de Enfermedades Sexualmente Transmitidas en 1946-1948 basado en los papeles del archivo de John Cutler, médico en la Universidad de Pittsburg, 29 de septiembre de 2010
El experimento de sífilis en Guatemala:
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