viernes, 7 de octubre de 2016

Dermatólogos judíos bajo el III Reich (V): El Holocausto






Leo Breuer

Pfad zwischen den Baracken
(Camp de Gurs) 
(1941)

Acuarela sobre papel 
Exposición Arte del Holocausto (2016). 
Museo Histórico de Berlín. 
(Cedida temporalmente por Yad Vashem, Jerusalén)


El Holocausto

El 9 de noviembre de 1938, marcó un hito en la furia antisemítica nazi: la noche de los cristales rotos (Kristallnacht). En aquella aciaga noche hordas enloquecidas de las SA atacaron sistemáticamente las tiendas y negocios judíos, rompiendo escaparates, golpeando a todos los judíos que encontraron, saqueando y matando. Un centenar de judíos fueron asesinados, y 30.000 detenidos y llevados a campos de concentración. Había comenzado la llamada “Solución Final”. 


Llegada de un grupo de prisioneros al campo de concentración de Theresienstadt

Precisamente una de las “investigaciones” consistía en infectar a grupos de prisioneros con inoculaciones de diversas bacterias o en causarles importantes quemaduras con ácidos en la piel, que se sobreinfectaban rápidamente, para experimentar el tratamiento con diaminodifenilsulfona, Este experimento fue muy usado en los campos de concentración de Buchenwald y Ravensbrück. Las detenciones de judíos se sucedieron en todo el territorio ocupado por el III Reich a partir de entonces. Por doquier surgieron campos de concentración en donde se realizaron todo tipo de crueldades y de muertes masivas. Como es sabido, no faltaron  torturas y asesinatos enmascarados como “investigaciones médicas”. Lamentablemente, muchos médicos nazis tomaron parte activa en esta ceremonia del horror, entre los que se contaban algunos dermatólogos, como Herta Oberheuser, la única doctora convicta en el Juicio de Nuremberg, o Josef Vonkennel que había descubierto la diaminodifenilsulfona. 




Lev Haas: Ankunft eines Transports, 1942 

      

Placa conmemorativa en la que fue residencia 
de Karl Herxheimer en Frankfurt 
hasta su deportación al campo de concentración 
de Theresienstadt, donde murió. 
El campo de concentración de Theresienstadt (Terezin) era un campo considerado "modélico” y el único en el que los nazis permitían ocasionales visitas de observadores extranjeros. Estaba destinado a mayores de 65 años o a personalidades cuya desaparición podía causar una inquietud internacional.

Karl Herxheimer
En Theresienstadt fue recluido Karl Herxheimer (1860-1941), que había sido catedrático de Dermatología en Frankfurt. Su nombre es conocido por la reacción de Jarisch-Herxheimer, una reacción adversa en el tratamiento de la sífilis (por destrucción masiva de treponemas) y porque describió la acrodermatitis chronica atrophicans en 1902. También describió la acné clórica (1899). En 1941, un grupo de amigos planificó su huída a Suiza, donde Herxheimer poseía una casa en la ribera del lago Thun. Pero el octogenario Herxheimer  decidió que era demasiado viejo y conocido para intentar huir por lo que decidió quedarse en Frankfurt. En 1942, fue acusado de que, a pesar de ser judío, seguía recibiendo una modesta pensión de la Universidad de Frankfurt, por lo que fue  detenido y deportado en un vagón de tren junto con centenares de prisioneros a Theresienstadt, donde murió de hambre y de disentería catorce semanas después de su llegada. 


Abraham Bushke
Otro prisionero de Theresienstadt fue Abraham Buschke (1868-1943). Había sido director del Departamento de Dermatología del Hospital Rudolph Virchow de Berlín. Su nombre está vinculado para siempre a la dermatología por haber descrito el escleredema adultorum, enfermedad que cursa con gran engrosamiento de la piel y endurecimiento de cuello, espalda, hombros y cara, de etiología desconocida pero que se asocia a la diabetes; la criptococosis o enfermedad de Busse-Buschke; la dermatofibrosis lenticularis disseminata o síndrome de Buschke-Ollendorf; el carcinoma verrucoso o tumor de Buschke-Löwenstein (condiloma acuminado gigante); y finalmente, la melanosis de Buschke. Tras ser expulsado de su cargo en el hospital Rudolph Virchow en 1933, Buschke trabajó gratuitamente en el Hospital de la Comunidad Judía. En 1937 él y su esposa viajaron a EEUU, ya que había sido invitado a dar una conferencia en la Universidad de Nueva York, pero volvió a Berlín, tras visitar a sus hijos, que vivían en Chicago. En 1938 le volvieron a invitar, pero rehusó, ya que las autoridades sólo le autorizaban a ir con la condición de que su esposa se quedara en Alemania como rehén.







Lodz, Poland. Plantilla de médicos del hospital del ghetto. Archivo fotográfico de Yad Vashem (Tomado de Cuerda E, González-López E, López-Estebaranz JL: Dermatología en la Alemania Nazi. Actas Dermosifiliogr 2011;102:423-8 - Vol. 102 Num.6 DOI: 10.1016/j.adengl.2010.09.002)

En 1942, tanto Buschke  como su esposa fueron deportados a Theresienstadt. Abraham Buschke murió en febrero de 1943, exhausto y caquéctico, de disentería. De los 140.000 prisioneros de Theresienstadt, sólo 17.000 conservaban la vida cuando las tropas aliadas entraron en el campo en mayo de 1945. Una de las supervivientes fue Erns Buschke, la esposa del gran dermatólogo, que terminó su vida junto a sus hijos en los EEUU.

También debemos recordar a Ludwig Pick, que realizó algunas aportaciones a la Dermatología especialmente en el campo de las lesiones pigmentadas. Había estudiado en las universidades de Heidelberg, Leipzig, Berlín y Königsberg. En 1906 era director del departamento de Anatomía Patológica del Hospital de Freiedrichshain, en Berlín, y en 1909 fue nombrado profesor. Había luchado en el ejército alemán durante la I Guerra Mundial, pero esto no evitó que fuera encarcelado en el campo de concentración de Theresienstadt, donde murió en febrero de 1944.


Barracones del campo de concentración de Theresienstadt


Otra personalidad que debe ser recordada es la de Lucja Frey-Gottesman (1889-1942) una neuróloga polaca nacida en Lwów (ciudad que actualmente pertenece a Ucrania). Había descrito el síndrome de Frey, caracterizado por episodios recurrentes de enrojecimiento y sudoración facial desencadenados por estímulos gustatorios y limitados al territorio de inervación del nervio aurículo temporal. Tras la invasión de los alemanes en Ucrania en 1939 fue enviada al gueto de Lwów por su condición judía, donde continuó trabajando como médico. En agosto de 1942, coincidiendo con la llamada Solución Final, los nazis destruyeron la clínica del gueto y mataron a todos los médicos y pacientes del centro.  No se sabe si Lucja murió en aquella acción o fue deportada al campo de exterminio de Belzec, cercano a Varsovia ya que se efectuaron deportaciones masivas (50.000 personasen 12 días). 


Arthur Simons (1879-1942) describió la enfermedad de Barraquer-Simons, también conocida como lipodistrofia progresiva o síndrome de Holländer-Simons. En esta enfermedad se produce una atrofia simétrica del tejido adiposo de la parte superior del cuerpo y de la cara, mientras que aumenta el de la parte inferior del cuerpo. Por sus orígenes judíos los alemanes lo expulsaron de su puesto de profesor en el hospital de la Charité en Berlín en 1933. En 1942 fue deportado al campo de concentración de Vaivara, cerca de Estonia, donde falleció



Bibliografía

Cuerda E, González-López E, López-Estebaranz JL: Dermatología en la Alemania Nazi. Actas Dermosifiliogr 2011;102:423-8 - Vol. 102 Num.6 DOI: 10.1016/j.adengl.2010.09.002

Gans O. Zum 100. Geburstag von Karl Herxheimer . Hautarzt 1953, 4: 444


Holubar K, Wolff K. The genesis of American Investigative Dermatology from its roots in Europe. J Invest Dermatol 1989 (Suppl) 92:14S-21S

Klee E. Auschwitz, die NS-Medizin und die Opfer. Fischer. Frankfurt, 1997.


Sierra X. Historia de la Dermatología. Mra. Barcelona, 1994.


Sierra X. Dermis y Cronos. La dermatología en la historia. Ed. Planeta de Agostini. Barcelona, 1995


Sierra X. Los dermatólogos judíos en la Alemania Nazi. En: Sierra X (ed): Cien Años de Dermatología 1900-2000, pp. 55-69

Ternon Y, Helman S. Historia de la Medicina SS. Fomento de Cultura Ediciones. Valencia, 1971

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