Madame Paul Bérard
(1879) Óleo sobre lienzo. 49 x 40 cm Musée d'Orsay. Paris. |
"Para mí, un cuadro debe ser algo amable, alegre y hermoso, sí, hermoso. Ya hay demasiadas cosas desagradables en la vida como para que nos inventemos más" Pierre-Auguste Renoir
Pierre-Auguste Renoir (1841-1919) fue uno de los más notables pintores franceses. Perteneció a la escuela impresionista, básicamente centrada en captar los paisajes. Renoir se desvía un poco de este objetivo, ya que le interesaba más la representación del cuerpo femenino. El objetivo de los impresionistas era conseguir representar al mundo de una forma espontánea y directa, obtenida sobre todo por la pintura al aire libre. Pero los cuadros de Renoir nos ofrecen una interpretación más sensual, mostrando una alegría de vivir, encarnada en personajes que se divierten en un marco de naturaleza agradable, con una gama de colores vibrante y luminosa.
En 1879 el pintor frecuentaba un salón parisino de moda, propiedad de Madame Charpentier, que le había comprado algunos cuadros. Allí conoció al banquero y diplomático Paul-Antoine Bérard (1833-1905), a través de un amigo común, Charles Deudon. que pronto se convirtió en su amigo y mecenas. A pesar de sus grandes diferencias en cuanto a clase social (Bérard era el heredero de una gran fortuna y Renoir un pintor todavía poco conocido, de familia obrera) pronto trabaron una gran amistad.
Al cabo de poco, el magnate invitó a Renoir a ir a pintar e instalarse durante una temporada en su residencia de Wargemont, cerca de Dieppe (Normandia), un lujoso castillo decorado en estilo Luis XIII, para pintar un retrato de la hija mayor de Bérard, Marthe (actualmente en el Museo de Arte de São Paulo). El matrimonio Bérard quedó entusiasmado con esta obra, y esto motivó que Renoir repitiera sus estancias allí con frecuencia, en las que pintó paisajes de los alrededores y diversos retratos de la familia de su anfitrión (Therèse y Margot Bérard, 1879; Retrato de Paul Bérard a los 47 años, 1880; los niños Bérard, 1884).
Uno de esos retratos es el de la esposa de Paul Bérard, que encabeza esta entrada. Madame Marguerite Blanche Bérard (1844-1901) cuyo apellido de soltera era Girod aparece, con cara plácida y serena y un primoroso peinado sobre un fondo oscuro. En la zona naso-geniana derecha presenta un nevus intradérmico bastante evidente, hemisférico y ligeramente pigmentado, que suscitó mi interés como dermatólogo.
Uno de esos retratos es el de la esposa de Paul Bérard, que encabeza esta entrada. Madame Marguerite Blanche Bérard (1844-1901) cuyo apellido de soltera era Girod aparece, con cara plácida y serena y un primoroso peinado sobre un fondo oscuro. En la zona naso-geniana derecha presenta un nevus intradérmico bastante evidente, hemisférico y ligeramente pigmentado, que suscitó mi interés como dermatólogo.
En el XIII Congreso de Reumatología celebrado en Amsterdam en 1995, uno de los nietos del pintor reveló algunos aspectos de la enfermedad de su abuelo que no eran conocidos. A los 50 años, Renoir comenzó a sufrir una dolorosa artritis reumatoide, que le dificultaba el tomar los pinceles con sus manos. Cuando la enfermedad avanzó, ideó la manera de atar los pinceles a sus manos deformadas y montar caballetes con poleas, para poder seguir pintando. En sus últimos años de vida quedó prácticamente inválido, aunque todavía se las ingenió para pintar centenares de cuadros. Hasta el último momento siguió pintando. Poco antes de morir, víctima de una neumonía estuvo trabajando en un bodegón a partir de una cesta de manzanas que le había traído su hijo, el cineasta Jean Renoir.
Pintor Renoir:
Pierre-Auguste Renoir - Filmed painting at home:
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