domingo, 3 de abril de 2016

El vello púbico de los mochicas






Cerámica mochica

Cautivo vencido en combate 
(100-800 d.C.)

Recipiente ceremonial. Cerámica policromada. Período Mochica.  
Museo Larco. Lima (Perú) 



La representación del vello púbico o incluso el vello axilar o areolar ha representado un tabú en amplios períodos de la cultura occidental, ya que se ha considerado un tema ligado a la sexualidad, que a su vez carecía de representaciones explícitas. Sin embargo, no ha sido así en otras culturas, como en la cultura mochica, una civilización andina que se desarrolló en el valle del río Moche entre el siglo II - VIII d. C. extendiéndose progresivamente hacia la costa norte del Perú. 

En las cerámicas mochicas la representación corporal suele ser explícita y detallada. No existen tabús sobre el vello aludido, pero hay que señalar que no existen los tabús sexuales de ningún tipo. Los genitales se representan con normalidad, incluso con un tamaño claramente exagerado. Es éste también el caso de las cerámicas que aportamos aquí. 

Los mochicas creían en un triple universo, cada uno representado por un animal: 
1) el mundo terrenal, visible, de los seres vivos, que estaba representado por felinos; 

2) el mundo inferior o el de los muertos, representado por una serpiente; 

3) el mundo celeste o el de los espíritus y dioses, representado por un pájaro. 

Esta triple cosmogonía interactuaba entre sí y se solicitaban a los seres de los otros mundos ayudas, para los que se realizaban sacrificios y ofrendas. Una de las peticiones más habituales era la de implorar la lluvia y la fecundación de los campos. Esta petición de líquido (agua) venía acompañada de ofrendas también líquidas (sangre) de prisioneros o vencidos. 

En una de las vasijas que aquí aportamos se representa un prisionero vencido en combate. Los mochicas realizaban combates rituales tras los cuales los vencidos eran sacrificados. Su sangre era la garantía de que la petición de lluvia fuera escuchada. El cautivo aparece totalmente desnudo, con las manos atadas a la espalda y una soga al cuello. Sus genitales están expuestos y el vello púbico claramente representado. 


Mujer representada desnuda. Su vulva, totalmente expuesta,
se ha convertido en un orificio rodeado por el vello púbico.
Museo Larco. Lima (Perú) 


En la segunda cerámica, se representa el cuerpo de una mujer con los brazos y las piernas abiertos, en una postura que difícilmente sería aceptada por el arte occidental. En este caso, el sexo está representado por un orificio, tal vez a punto de parir o de recibir la cópula. Alrededor, se dispone el vello púbico, sin ningún tipo de complejo.




Dos vasijas representando sexo explícito. A la izquierda, una pareja copulando. 
A la derecha,  una pareja bajo una manta mantienen un probable sexo anal 
o una copulación "a tergo" (penetración vulvar desde atrás)


Evidentemente, la representación del vello púbico es algo completamente natural y esperable en una cultura que no tiene ningún problema para representar sexo explícito. La cópula es representada sin ningún tipo de censura en diversas posiciones. También otras prácticas sexuales como masturbaciones, coitos anales o felaciones son representadas en multitud de vasijas. 

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