martes, 25 de junio de 2019

Las flechas de Eros pican más que las abejas






Lucas Cranach el Viejo

Cupido quejándose a Venus de las picaduras de abeja 
 (circa 1529)

Óleo sobre tabla. 81,3 x 54,6 cm
National Gallery. Londres 




La temática de esta obra es bastante curiosa. El dios del amor, Cupido, representado como es habitual como un niño desnudo y con alas, aparece en el ángulo inferior izquierdo. Está siendo atacado por algunas abejas y el diosecillo, atribulado, se dirige a Venus para quejarse de esta molestia. Venus, que aparece un tanto rígida, con un vistoso sombrero en la cabeza y un ostensible collar, dirige su mirada al espectador del cuadro como para indicar la enseñanza moral que encierra la escena. 



Cupido, sosteniendo el panal robado con la mano derecha mientras
intenta espantar las abejas protegiéndose con la izquierda. 



La pintura hace referencia a la leyenda que aparece en la Anacreóntica XXXV. En ella, Cupido es picado por una abeja que libaba entre las rosas:


Cupido atacado por las abejas, en otra obra
de Cranach. Colección privada. 
"Cierta vez el Amor
entre rosas jugando, 
por no ver a una abeja 
que dormía,  
fue picado. 

Como le fuera herido 
el dedo de la mano 
gritó, y hacia Citere, 
corriendo fue, volando:

"-Perezco, madre, muero-
Eros dijo llorando-: 
una serpiente 
alada, pequeña, 
me ha picado
la cual abeja llaman
quienes labran el campo."

"-Si el aguijón -dijo ella- 
de la abeja has probado: 
¿cuánto crees que padecen 
cuantos sufren tus dardos?"

(Traducción del griego por Mauricio López Noriega)

El mismo tema aparece en otras obras, como en el Idilio de Teócrito (s. III a.C.), un libro que había sido traducido por los eruditos alemanes poco antes de que fuera pintado este cuadro (1522 y 1528). 


Grabado de la obra de Francesco  Barberino,
Documenti d'amore, en el que aparece 
Cupido atacado por las abejas
En el capítulo XIX de esta obra (El ladrón de panales) se relata como el travieso Eros/Cupido roba un panal y es acribillado por las abejas de la colmena. Cupido, llorando, va a quejarse amargamente a su madre, la diosa Venus, diciendo que le parecía injusto que un insecto tan pequeño e insignificante como una abeja pueda causar tanto daño. La diosa sin embargo, consideró justo el castigo, y respondió al afligido dios que si bien las abejas pueden producir dolor con sus aguijones, mucho mayor es el dolor que causa Cupido a los enamorados a los que dirige sus flechas. El amor, que proporciona placeres dulces como la miel puede causar también consecuencias amargas, tanto psíquicas como físicas (enfermedades de transmisión sexual) 



Cranach eligió esta temática en un momento en que la propagación de la sífilis en Europa era muy alarmante. El paralelismo entre las picaduras de abeja tras degustar la miel y el contagio de sífilis tras un placentero encuentro amoroso era bastante adecuado: La sífilis era una enfermedad transmitida sexualmente, es decir, contraída simbólicamente a consecuencia de las míticas flechas de Cupido. Muchas obras de esta época reflejan, de forma más o menos velada, la preocupación por los estragos de la epidemia de esta enfermedad, que hizo grandes estragos en aquel tiempo

Cranach volverá a pintar este mito en diversas ocasiones, en las que aparece generalmente Venus con diversos tocados y joyas, con más apariencia de una cortesana que a un personaje que intenta inculcar normas morales. En una de las versiones de Cranach de 1532 aparece una frase del reformador luterano Philippe Mélenchton (1497-1560): 

« DUM PUER ALVEOLO FUTATUR MELA CUPIDO  
FURANTI DIGITUM CUSPIDE FIXIS APIS 
SIC ETIAM NOBIS BREVIS ET PERITURA VOLUPTAS
QUAM PETIMUS TRISTI MIXTA DOLORE NOCET. » 


[Mientras Cupido robaba la miel del panal 
Una abeja picó en el dedo al ladrón.
Si buscamos placeres fugaces y peligrosos
Vendrán mezclados de tristeza y nos traerán dolor] 


Una temática similar la podemos encontrar en este grabado de Albrecht Dürer (1514) 





























La inscripción versificada del cuadro conservado en Copenhague (1530) es muy parecida a la anterior: 

«Como Cupido roba la miel del panal 
y la abeja pica al ladrón con su dardo 
así es para nosotros el breve placer deseado 
que nos castiga con un dolor inesperado».

La temática de Cupido atacado por el enjambre de abejas la podemos encontrar también en otras obras a través de la Historia del Arte. Son dignos de mención algunos grabados y acuarelas de Albrecht Dürer, contemporáneo de Lucas Cranach el Viejo, y con el que había trabajado al principio de su carrera artística. 


Benjamin West: Venus reconfortando a Cupido 




Litografía de Pablo Picasso 
                 Venus et l`amour voleur de miel (1960) 
       sobre el tema de Cupido picado por las abejas.

El pintor norteamericano Benjamin West (1738-1820) por su parte también trató este tema en su obra Venus reconfortando a Cupido.  

En 1960, también Pablo Picasso (1881-1973) realizó una litografía inspirada en la leyenda mitológica de Cupido y las abejas y en las obras pictóricas de Lucas Cranach.   





Cranach the Elder. Cupid complainig to Venus. 



2 comentarios:

Santiago Daydi-Tolson dijo...

Excelente comentario sobre un tópico literario artístico de antigua tradición y complejo significado. Buen trabajo de erudición.

Xavier Sierra Valentí dijo...

Muchas gracias por su comentario y por seguir el blog.