Cartel publicitario de un aceite cosmético bronceador
Papel impreso
Francia, mediados del s. XX |
Como ya hemos visto en una entrada anterior, estar morena a toda costa era el objetivo a conseguir.
"El bronceado es salud acumulada para el invierno"
rezaba este cartel de mediados del siglo pasado. Una frase que define muy bien la mentalidad de la época, la identificación de la salud con la piel morena. El cartel, que era la publicidad de un bronceador, continuaba aclarando:
"Yo me pongo morena 5 veces más rápido y sin quemaduras usando Ambre Solaire"
Y es que el objetivo era broncearse intensamente y cuanto antes. Lo único que se pretendía evitar eran las molestas quemaduras solares del día siguiente.
El químico francés Eugène Schueller
(1881-1957), fundador de L’Oréal, era un gran amante del deporte de vela. En 1935, tras participar en una regata, sufrió una quemadura solar, por lo que se dio cuenta que era necesaria una cierta protección de la piel, especialmente durante las exposiciones prolongadas. Así, Schueller desarrolló un filtro protector de rayos solares UVB, los responsables de las eritemas solares "para poder disfrutar de la Costa Azul sin quemarse" según decía su publicidad. Su invento (Ambre Solaire ®) permitía broncearse 5 veces más rápido y sin quemaduras, lo que supuso una auténtica revolución. De momento el objetivo era evitar la "quemadura del día siguiente". En su composición figuraba el aceite de almendras dulces y probablemente salicilato de bencilo como filtro solar.
En 1944, Benjamin Green, farmacéutico y aviador, observó durante la Segunda Guerra Mundial como los soldados desplazados en el Pacífico sufrían quemaduras debido a las largas exposiciones solares. Usó ampliamente Red veterinary Petrolatum (Red vet pet) Algunos años más tarde, en 1944, Green descubrió que un derivado del petróleo, la parafina, aplicada sobre la piel creaba una capa que evitaba que los rayos ultravioleta B traspasasen la piel, y por lo tanto evitaban las quemaduras.
La parafina sería patentada en 1950 y la patente de ese rudimentario protector solar, fue adquirida por la empresa farmacéutica Merck, la cual desarrolló una crema con parafina, manteca de coco y jazmín que no solo ayudaba a poner moreno rápidamente sino que además protegía de las quemaduras del sol, comercializándola con gran éxito en los primeros años de la década de los 50 bajo el nombre comercial de ‘Coppertone’ ("= Color cobrizo", en referencia al color rojizo de la crema). El producto pronto se hizo famoso por su cartel publicitario de la niña con el perrito descubriéndole las nalgas blancas en contraste con el resto de piel morena, inspirada en Chéri, la hija de la dibujante Joyce Ballantyne (famosa por sus dibujos de pin-ups). Estos carteles publicitarios no intentaban moderar la exposición solar, sino que por el contrario, alentaban la moda del bronceado, con frases como "No seas un rostro pálido". De hecho, aparte de la parafina, uno de los componentes de la crema era el aceite de coco que aumenta la acción de los rayos UV sobre la melanogénesis.
Unos años antes, en 1938, el estudiante de química austríaco Franz Greiter sufrió diversos episodios de insolación y eritema solar mientras practicaba alpinismo en el monte Piz Buin (un pico de 3.312 m. situado entre Suiza y Austria). A partir de su propia experiencia, Greiter, que tenía una novia esteticista, ideó el desarrollo de un fotoprotector efectivo que saldría a la luz 8 años más tarde, en 1946. Greiter la llamó "crema de los glaciares" y la registró con el nombre de la montaña donde él se había quemado: Piz Buin®. Franz Greiter fue el primero que introdujo el concepto de SPF (Sun Protection Factor) en 1956, concepto que se desarrollaría posteriormente.
Cuando calienta el sol
2 comentarios:
Gracias por esta pequeña historia de la protección solar, muy interesante.
Celebro que te haya interesado. Muchas gracias por tu valoración y por leer el blog. Saludos.
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