Santa Liberata |
Anónimo
Santa Liberata
Óleo sobre tabla
Museo Diocesano de la Seu d'Urgell
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Según la
leyenda, Liberata o Librada era una princesa, hija de un rey, que llevada por
la devoción, había consagrado su alma a Dios, haciendo voto personal de
castidad. Sin embargo, su padre, el rey tenía otros planes para ella y la había
prometido en matrimonio a un príncipe extranjero, por razón de Estado. Liberata
al saberlo oró y ayunó, pidiendo a Dios que le librara del matrimonio para
poder cumplir su voto de castidad. Rechazaba ingerir todos los alimentos que le
traían, y si la forzaban a comer, vomitaba. Su estado era de extrema delgadez y
finalmente le salió barba. Cuando llegó el príncipe a ver su prometida, viendo
la barba de su cara y su extrema delgadez, rompió su compromiso matrimonial.
Pero el padre de Liberata, al ver burlados sus planes, la mandó crucificar.
Sta. Wilgefortis. Capilla de Loreto. Praga
A Liberata
pues, se la representa como una mujer crucificada y con barba, en un
interesante simbolismo andrógino, cuyos antecedentes pueden remontarse a
antiguos mitos andróginos chipriotas. Hay variaciones de este mito en Italia
(Santo Volto de Lucca) y en el Norte de Europa (Sta. Wilgefortis). Entre
nosotros goza de especial popularidad su culto en Baiona y Sigüenza. Se
considera patrona de las mujeres mal casadas.
Ya hemos comentado en alguna otra ocasión que el hirsutismo puede deberse a una masculinización secundaria favorecido o acusado tras anorexias importantes.
3 comentarios:
Buenos días,
No sé si después de tanto tiempo se verá este comentario...descubrí este interesante y curiosísimo blog por casualidad, mientras buscaba información para hacer un trabajo de Antropología.
Me gustaría saber dónde se encuentra expuesta la última imagen de la santa, donde se ve claramente el contraste de la barba con la vestimenta femenina.
¡Muchas gracias!
Se trata en este caso, de una advocación similar, santa Kümmernis. La imagen forma parte del Museo Diocesano de Graz.
Muchísimas gracias por la respuesta. Rápida y clara, no se puede pedir más. Un saludo.
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