martes, 5 de febrero de 2019

Cangrejos y enfermedad (IV): Cicatrices queloideas








Louis Niclet

Queloides sobre cicatrices de escrofuloderma 

Moulage de cera. 
Museo de cera del Hospital Saint-Louis. París.



Este moulage del museo de cera del Hospital de Saint-Louis de París reproduce la formación de queloides sobre las cicatrices de un escrofuloderma o tuberculosis ganglionar del cuello. Un claro ejemplo de este fenómeno: la formación de queloides sobre una cicatriz. En un post anterior nos referíamos a los queloides espontáneos o verdaderos. Cuando asientan sobre una cicatriz se llaman cicatrices queloideas o hiperplásicas. 

Las cicatrices queloideas son más frecuentes en las etnias negras. Aporovechando esta tendencia, en algunas culturas africanas se practican incisiones como método de sustitución de tatuajes, poco visibles sobre piel oscura. Obtienen así "pseudotatuajes" en relieve.

He tenido ocasión de tratar algunas cicatrices queloideas de importancia. Hace años, siendo yo un joven dermatólogo tuve ocasión de vivir un caso que me impresionó especialmente. A un niño se le había caído una olla de agua hirviendo encima. Llevaba una camiseta imperio de fibra que aumentó los efectos de la quemadura térmica desarrollando una cicatriz queloidea muy importante, que tomó la forma de la camiseta, y un gran relieve, con un grosor de 4 cm. La induración de la piel formó una especie de coraza que incluso le impedía la respiración. El tratamiento lo mejoró bastante, aunque naturalmente no se llegó a una total resolución. 

Gran cicatriz queloidea del lóbulo de la oreja,
como consecuencia de un piercing sobreinfectado.

Hace pocos meses acudió a mi consulta una paciente que vino a mi consulta expresamente desde un país extranjero. Tenía una cicatriz queloidea en lóbulo de la oreja de gran tamaño y forma esférica, como consecuencia de un piercing sobreinfectado. Por fortuna pudo resolverse bastante bien. 


Alibert ya había distinguido el queloide verdadero, que aparece espontáneamente y que suele acompañarse de dolor o prurito ardiente de la cicatriz queloidea, que aparece como una hipertrofia cicatricial y que no suele acompañarse de grandes molestias. Actualmente la inmunohistoquimia y la biología reafirman esta observación ratificando que queloides y cicatrices queloideas son enfermedades diferentes. 

En cuanto al tratamiento, Alibert observó también que los queloides tienen
"una extremada tendencia a volver a crecer cuando son extirpados por procedimientos quirúrgicos (...) esta afección es como la hidra de Lerna, cuanto más se la atormenta, más vigorosamente extiende sus prolongaciones."
Recordemos que la hidra de Lerna aparece en el segundo trabajo de Hércules (Heracles). Era un monstruo parecido a un dragón, con muchas cabezas. Hércules luchó con ella, pero a pesar de que decapitaba muchas cabezas con su espada y que su amigo Iolao cauterizaba la herida, la cabeza volvía a brotar del muñón. 

Representación del segundo trabajo de Hércules en una cerámica griega.
De izquierda a derecha aparecen la diosa Atenea, Hércules cortando cabezas, la Hidra de Lerna y Iolao con un cauterio en la mano para cauterizar las heridas de la hidra. A los pies de Hércules aparece el cangrejo que intenta pellizcarle los pies.
 

Por cierto que en este episodio, volvemos a encontrar al cangrejo. La diosa Juno (Hera), deseosa de que Hércules muriera, le envió un cangrejo para que mordiera el talón del héroe y que así pudiera ser envenenado por el ponzoñoso aliento de la hidra. Pero finalmente Hércules dió muerte al monstruo. 

Juno entonces colocó a la Hidra y al cangrejo (Cancer) en el firmamento, como constelaciones. Además Cancer formaría parte del Zodíaco, siguiendo al León (Leo) que había sido el primero de los trabajos de Hércules.   

Volviendo a la denominación de queloides, recordemos que este nombre a dado a su vez algunos derivados para referirse a enfermedades que cursan con cicatrices prominentes y con prolongaciones, recordando a los queloides. Citaremos como ejemplo destacado el acné queloideo de la nuca, forma de foliculitis esclerosante de la región cervical con abundante fibrosis cicatricial. 

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