viernes, 7 de mayo de 2021

Las hemorroides del cardenal Richelieu

versió catalana | versión española


 

 



Philippe de Champaigne 

Retrato del cardenal Richelieu 

(circa 1639) 

Óleo sobre lienzo 222 x 155 cm
Museo del Louvre. París.



Armand Jean du Plessis (1585-1642), más conocido como cardenal Richelieu, fue un eclesiástico y estadista francés, que tuvo un importante papel en la historia de su país. 

Huérfano de padre desde niño, ingresó en el Colegio de Navarra, y más tarde en la Academia de Pluvinel para recibir formación militar. Pero por una serie de peripecias se vio obligado a ocupar el obispado de Luçon, que estaba tutelado por su familia, siendo ordenado obispo a los 22 años. 

Hombre inteligente, supo aprovechar la diplomacia con habilidad y astucia y pronto alcanzó un gran poder en la Iglesia y en el Reino. En 1622 fue nombrado cardenal y dos años después primer ministro del rey Luis XIII, cargo que ocupó hasta su muerte, siendo sucedido en él por otro eclesiástico, el cardenal Mazzarino. 

Su principal meta política fue consolidar la monarquía francesa frente al poder de la nobleza. Con este objetivo procedió a construir un fuerte estado centralizado, valiéndose frecuentemente de un terrorismo judicial para conseguir sus intereses políticos. 

Conocido también como l'Éminence rouge (en referencia al ropaje rojo de cardenal), Richelieu fue un destacado mecenas de las artes, impulsó la universidad de la Sorbona e instituyó la Academia francesa.  



Philippe de Champaigne: Triple retrato del cardenal Richelieu. 


El cardenal tuvo siempre una salud precaria. Desde su infancia sufrió recurrentes episodios febriles e intensos dolores de cabeza. 

En 1621 comenzó a padecer hemorroides, que se pronto complicaron, presentando  úlceras y abscesos anales, lo que requería cuidados continuos. Por este motivo permanecía permanentemente un secretario en su dormitorio, que en realidad hacía las funciones de enfermero y realizaba las curas necesarias a diario. En la mesilla de noche, al lado de su cama, tenía siempre dispuestas vendas, hilas y compresas, así como la jeringa, lancetas y ungüentos. En la declaración de gastos de su casa personal figura la cantidad de 6.042 libras de aquella época en honorarios de médicos y cirujanos. Y entre el personal de su casa se incluyen como empleados permanentes un médico, un cirujano y un boticario. Esta afección anal dio lugar a multitud de chanzas y chascarrillos populares malintencionados sobre el origen de la enfermedad de Richelieu. 

El cardenal, que era muy supersticioso, también probó todo tipo de remedios mágicos y milagrosos. Hizo que le enviaran  de Roma por medio de un banquero, un anillo que lucía siempre en su dedo anular, y que tenía un mágico poder, un verdadero antídoto contra las hemorroidesTambién llegó a llevar consigo un relicario con las reliquias de San Fiacre, abogado de las enfermedades anales. Tras los desbridamientos quirúrgicos de los abscesos anales se aplicaba a veces un poco del hueso pulverizado del santo sobre la herida de la intervención para "contribuir a su cicatrización".  

Con el tiempo, sus molestias fueron aumentando en frecuencia y gravedad. Las fístulas y abscesos acompañaban ya constantemente a los hemorroides. El hedor de su mal le acompañaba por doquier. En el Palacio del Cardenal se comentaba 

"el fétido olor que sale del culo podrido de Su Eminencia", 

y la reina Ana de Austria lo llamaba sin ningún recato "el cardenal Culo-Podrido". Richelieu recurrió a todos los remedios conocidos en su tiempo: purgas, sangrías y tratamientos balnearios. Acudió al balneario de Lancy en busca de sus reputados baños de lodo. Le recetaron láudano en varias ocasiones e incluso le fue administrado vino blanco mezclado con productos tan sorprendentes como estiércol de caballo. 




Les hemorroides del cardenal Richelieu



Philippe de Champaigne 

Retrat del cardenal Richelieu 

(circa 1639) 

Oli sobre tela 222 x 155 cm
Museo del Louvre. París.


Armand Jean du Plessis (1585-1642), més conegut com el cardenal Richelieu, va ser un eclesiàstic i estadista francès, que va tenir un paper destacat en la història del seu país.

Orfe de pare des de nen, va ingressar al Col·legi de Navarra, i més tard a l'Acadèmia de Pluvinel per rebre formació militar. Però per una sèrie de peripècies es va veure obligat a ocupar el bisbat de Luçon, que estava tutelat per la seva família, essent ordenat bisbe als 22 anys.

Home intel·ligent, va saber aprofitar la diplomàcia amb habilitat i astúcia i aviat va aconseguir un gran poder a l'Església i al Regne. El 1622 va ser nomenat cardenal i dos anys després primer ministre del rei Lluís XIII, càrrec que va ocupar fins a la seva mort, essent succeït per un altre eclesiàstic, el cardenal Mazzarino.

La seva principal meta política va ser consolidar la monarquia francesa davant el poder de la noblesa. Amb aquest objectiu va procedir a construir un fort estat centralitzat, valent-se freqüentment d'un terrorisme judicial per aconseguir els seus interessos polítics.

Conegut també com l'Éminence rouge (en referència al vestit vermell de cardenal), Richelieu va ser un destacat mecenes de les arts, va impulsar la universitat de la Sorbona i va instituir l'Acadèmia francesa.


Philippe de Champaigne: Triple retrat del cardenal Richelieu. 


El cardenal va tenir sempre una salut precària. Des de la seva infància va patir recurrents episodis febrils i intensos mals de cap.

El 1621 va començar a patir hemorroides, que aviat es van complicar, presentant úlceres i abscessos anals, els quals requerien cures contínues. Per aquest motiu, romania permanentment un secretari en el seu dormitori, que en realitat feia les funcions d'infermer i realitzava les cures diàries necessàries. A la tauleta de nit, a la banda del seu llit, sempre hi tenia disposades benes, files i compreses, així com la xeringa, llancetes i ungüents. En la declaració de despeses de la seva casa personal hi figura la quantitat de 6.042 lliures d'aquella època en concepte d'honoraris de metges i cirurgians. I entre el personal de la seva casa s’hi inclouen com a treballadors permanents un metge, un cirurgià i un apotecari. Aquesta afecció anal va donar lloc a multitud de bromes i acudits populars malintencionats sobre l'origen de la malaltia de Richelieu. 

El cardenal, que era molt supersticiós, va provar tot tipus de remeis màgics i miraculosos. Va fer que li enviessin de Roma per mitjà d'un banquer, un anell que lluïa sempre en el seu dit anular, i que tenia un poder màgic, un veritable antídot contra les hemorroides. També va arribar a portar un reliquiari amb les relíquies de Sant Fiacre, advocat de les malalties anals. Després dels desbridaments quirúrgics dels abscessos anals, de vegades s'aplicava una mica de l'os polvoritzat del sant sobre la ferida de la intervenció per "contribuir a la seva cicatrització". 

Amb el temps, les seves molèsties van anar augmentant en freqüència i gravetat. Les fístules i abscessos acompanyaven ja constantment als hemorroides. La mala olor del seu mal l'acompanyava per tot arreu. Al Palau del Cardenal es comentava 
"la fètida olor que surt de cul podrit de la seva Eminència"
i la reina Anna d'Àustria l'anomenava sense cap pudor "el cardenal Cul-Podrit". Richelieu va recórrer a tots els remeis coneguts en el seu temps: purgues, sagnies i tractaments balnearis. Va anar al balneari de Lancy a la recerca dels reputats banys de fang. Li van receptar làudan en diverses ocasions i fins i tot li van administrar vi blanc barrejat amb productes tan sorprenents com fems de cavall.



miércoles, 5 de mayo de 2021

Filariasis: (II) la enfermedad

 versió catalana | versión española





José Eugenio Olavide
  
Elefantiasis de los árabes 

Litografía del libro 
"Dermatología general y clínica iconográfica 
de las enfermedades de la piel"
Madrid 1871-1873

Biblioteca personal del autor




En una entrada anterior se apuntaba la posibilidad que el faraón Mentuhotep II (IX dinastía) hubiera padecido una elefantiasis de las piernas producida por filarias. Hoy comentaré algunos aspectos de esta parasitosis, que todavía está muy extendida en muchos países. 

La filariasis es una parasitosis debida al gusano Wuchereria bancrofti, que recibe este nombre de su descubridor, el médico inglés establecido en Australia, Joseph Bancroft (1836-1894) que también fue el primero que apuntó la posibilidad de que la transmisión del parásito fuera a través de la picadura de mosquitos. En Brasil, el Dr. Otto Wucherer  (1820-1873) descubrió el parásito en la orina (1868) y dio nombre al género.



Retrato de Joseph Bancroft 


Wuchereria bancrofti
 es una filaria, un gusano nematodo  que ocluye los vasos linfáticos. 
La infección humana se produce por la transmisión de  filarias a través de los mosquitos. Los gusanos adultos se alojan en los vasos linfáticos y alteran el funcionamiento normal del sistema linfático. Los gusanos pueden vivir una media de seis a ocho años y a lo largo de su vida producen millones de pequeñas larvas (microfilarias) que circulan en la sangre. 



Wuchereria bancrofti


Los mosquitos se infectan con microfilarias al ingerir sangre cuando pican a un portador infectado. Las microfilarias maduran en el mosquito y se convierten en larvas infecciosas. Cuando los mosquitos infectados pican a las personas, las larvas maduras del parásito se depositan en la piel, desde donde pueden penetrar en el organismo. Las larvas se trasladan luego a los vasos linfáticos, donde se desarrollan y pasan a gusanos adultos, que continúan el ciclo de transmisión. 

Aunque muchas de las infecciones son asintomáticas, pueden contribuir a la transmisión del parásito y a la larga producen daños en el sistema linfático y los riñones y alteran el sistema inmunitario. 



Ciclo de las filariasis


Cuando la filariasis linfática pasa a fase crónica se produce la obstrucción de los vasos linfáticos por los parásitos, ocasionando una obstrucción del drenaje con linfedema (gran hinchazón de los tejidos por retención de líquido), lo que produce un aspecto parecido al de las piernas de un elefante, que es el que le ha dado el nombre de elefantiasis. Con frecuencia se acompaña de aspereza, arrugas y fisuras de la piel y el tejido subcutáneo. Las piernas suelen ser las zonas más afectadas, aunque también puede afectar de las mamas y de los órganos genitales con una gran tumefacción escrotal. A veces algunos escrotos llegan a superar los 40 cm de diámetro. 

En el año 2000 había todavía en el mundo unos 120 millones de personas infectadas, de las que más de 40 millones están deformadas y sufren estigmatización y rechazo social. 

El tratamiento farmacológico de las filariasis se realiza con ivermectina, dietilcarbamacina y albendazol. Pero todos ellos presentan serios inconvenientes, ya que el tratamiento farmacológico debe mantenerse durante mucho tiempo debido a la larga duración de los gusanos adultos, la alta frecuencia de re-infestaciones y la falta de vacunas. Desde el año 2000 se han administrado más de 7700 millones de tratamientos para detener la propagación de la infección.

Como vemos, contemplando las estatuas de Mentuhotep II, la elefantiasis filariana ha acompañado a la Humanidad desde hace más de cuatro milenios. 

Xavier Sierra Valentí



Nebhepetra Mentuhotep II



 

 





 

Filariosi: (II) La malaltia






José Eugenio Olavide
  
Elefantiasis de los árabes 

Litografia del llibre 
"Dermatología general y clínica iconográfica 
de las enfermedades de la piel"
Madrid 1871-1873

Biblioteca personal de l'autor



En una entrada anterior s'apuntava la possibilitat de que el faraó Mentuhotep II (IX dinastia) hagués patit una elefantiasi de les cames produïda per filàries. Avui comentaré alguns aspectes d'aquesta parasitosi, que encara està molt estesa en molts països.

La filariosi és una parasitosi deguda al cuc Wuchereria bancrofti, que rep aquest nom pel seu descobridor, el metge anglès establert a Austràlia, Joseph Bancroft (1836-1894) que també va ser el primer que va apuntar la possibilitat que la transmissió del paràsit fos a través de la picada de mosquits. Al Brasil, el Dr. Otto Wucherer (1820-1873) va descobrir el paràsit en l'orina (1868) i va donar nom al gènere.



Retrato de Joseph Bancroft 


Wuchereria bancrofti
és una filària, un cuc nematode que clou els vasos limfàtics. La infecció humana es produeix per la transmissió de filàries a través dels mosquits. Els cucs adults s'allotgen en els vasos limfàtics i alteren el funcionament normal del sistema limfàtic. Els cucs poden viure una mitjana de sis a vuit anys i al llarg de la seva vida produeixen milions de petites larves (microfilàries) que circulen en la sang.


 

Wuchereria bancrofti


Els mosquits s'infecten amb microfilàries a l'ingerir sang quan piquen a un portador infectat. Les microfilàries maduren en el mosquit i es converteixen en larves infeccioses. Quan els mosquits infectats piquen a les persones, les larves madures del paràsit es dipositen a la pell, des d'on poden penetrar en l'organisme. Les larves es traslladen després als vasos limfàtics, on es desenvolupen i passen a cucs adults, que continuen el cicle de transmissió.

Encara que moltes de les infeccions són asimptomàtiques, poden contribuir a la transmissió del paràsit i a la llarga produeixen danys en el sistema limfàtic i als ronyons, i alteren el sistema immunitari.


 

Cicle de les filariasis


Quan la filariosi limfàtica passa a fase crònica es produeix l'obstrucció dels vasos limfàtics pels paràsits, ocasionant una obstrucció del drenatge amb limfedema (gran inflor dels teixits per retenció de líquid), que produeix un aspecte semblant al de les cames d’un elefant, i que és el que li ha donat el nom de elefantiasi. Sovint s'acompanya d'aspror, arrugues i fissures de la pell i el teixit subcutani. Les cames solen ser les zones més afectades, tot i que també pot haver-hi afectació de les mames i els òrgans genitals amb una gran tumefacció escrotal. De vegades alguns escrots arriben a superar els 40 cm de diàmetre.

L'any 2000 encara hi havia en el món uns 120 milions de persones infectades, de les quals més de 40 milions han quedat deformades i pateixen estigmatització i rebuig social. 

El tractament farmacològic de les filariosis es realitza amb ivermectina, dietilcarbamacina i albendazole. Però tots ells presenten seriosos inconvenients, ja que el tractament farmacològic s'ha de mantenir durant molt temps a causa de la llarga durada dels cucs adults, l'alta freqüència de re-infestacions i la falta de vacunes. Des de l'any 2000 s'han administrat més de 7700 milions de tractaments per aturar la propagació de la infecció.

Com veiem, en contemplar les estàtues de Mentuhotep II, l’elefantiasi filariana ha acompanyat la Humanitat des de fa més de quatre mil·lennis.

Xavier Sierra i Valentí 


Mentuhotep II







lunes, 3 de mayo de 2021

Filariasis: (I) El faraón Mentuhotep II

 versió catalana | versión española






Estatua sedente del faraón Mentuhotep II 
(Dinastía XI. circa 2020 a.C.) 

Estatua de piedra arenisca policromada. 
138 cm de altura 

Procede del templo funerario de Mentuhotep II
(Deir-el-Bahari)
Museo Egipcio. El Cairo.



Nebhepetra Mentuhotep, más conocido como Mentuhotep II, fue el primer faraón de la XI dinastía, que reinó durante medio siglo (aproximadamente entre 2061-2010 a. C.). Se le considera como el fundador del Reino Medio. 

Entre los hechos más destacados de este período está la guerra para reunificar bajo su mando al Alto y el Bajo Egipto, tras la división que había supuesto el Primer Periodo Intermedio (2160-2055 a.C., aprox.). Sofocó varias revueltas locales, expulsó a la invasión de asiáticos que intentaban penetrar por el Delta del Nilo y estableció su capital en Tebas. La economía del país mejoró, especialmente en el Alto Egipto. Su reinado se caracterizó por una fuerte centralización, burocratización y reforzamiento del poder real. 

A su muerte fue enterrado en el templo mausoleo construido en Deir el-Bahari. En este templo precisamente se halló una gran estatua sedente del faraón, en piedra policromada (actualmente en el Museo Egipcio del Cairo). El faraón está tocado con la doble corona, con la piel oscura, permanece hierático, con las manos cruzadas sobre el pecho (seguramente llevaba el flagelo y el cayado, los cetros del Alto y el Bajo Egipto) y mira fija e inexpresivamente al frente.

Otra escultura de Mentuhotep II, se encuentra actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York (MET). Formaba parte de una avenida procesional de 22 estatuas del faraón que conducía al templo funerario de Deir el-Bahari.  En este caso el faraón se muestra de pie, con una sonrisa hierática arcaica y tocado con la corona roja del Bajo Egipto (se supone que la estatua que estaba frente a ella llevaba la tiara blanca del Alto Egipto). Está vestido con la túnica corta que se usaba en el Heb Sed, el festival de renovación del faraón, un jubileo que se celebraba a los 30 años del reinado. Al igual que la estatua sedente, lleva los brazos cruzados sobre el pecho donde probablemente se encajarían los cetros metálicos que se han perdido. 



Escultura de Mentuhotep II, en arenisca (252,9 cm) 
Museo Metropolitano de Arte. Nueva York. 


Las piernas de Mentuhotep, bien visibles en ambas esculturas, aparecen muy gruesas, deformadas y casi cilíndricas. No es descartable que esta cuestión sea fruto del estilo de la época o que tenga una lectura simbólica, tan habitual en el arte del Antiguo Egipto. 

Sin embargo, este tipo de piernas engrosadas y tensas como las de un elefante, no se repiten en otras esculturas coetáneas, por los que pueden ser indicativas de una filariasis, también conocida como elefantiasis. 

Además de las estatuas de Mentuhotep, esta enfermedad está descrita en el papiro de Ebers (1550 a.C.). La enfermedad también parece descrita en algunos textos médicos griegos, y un siglo antes de Cristo, T. Lucrecio Caro  afirmaba que vivir cerca del Nilo era la causa de numerosos casos de elefantiasis: 

Est elephas morbus qui propter flumina Nili gignitur Aegypto in neque preterea usquam. 

Hay la elefantiasis, que se engendra junto a la corriente del Nilo, en el Egipto medio, y nunca en otra parte. 

( T. Lucrecio Caro: De rerum Natura, Lib VI 1114-1115)


Xavier Sierra Valentí  



Filariasis: (I) El faraón Mentuhotep II


 



Filariasi: (I) El faraó Mentuhotep II

 





Estatua sedent del faraó Mentuhotep II 
(Dinastia XI circa 2020 a.C.) 

Estàtua de pedra sorrenca policromada. 
138 cm de altura 

Procedeix del temple funerari de Mentuhotep II
(Deir-el-Bahari)
Museu Egipci. El Caire.




Nebhepetra Mentuhotep, més conegut com Mentuhotep II, va ser el primer faraó de la XI dinastia, que va regnar durant mig segle (aproximadament entre 2061-2010 a.C.). Se’l considera com el fundador del Regne Mitjà.

Entre els fets més destacats d'aquest període hi ha la guerra per reunificar sota el seu comandament a l'Alt i el Baix Egipte, després de la divisió que havia suposat el Primer Període Intermedi (2160-2055 a.C., aprox.). Va sufocar diverses revoltes locals, va expulsar a la invasió d'asiàtics que intentaven penetrar pel Delta del Nil i va establir la seva capital a Tebes. L'economia de país va millorar, especialment a l'Alt Egipte. El seu regnat es va caracteritzar per una forta centralització, burocratització i reforçament del poder reial.

Quan va morir va ser enterrat en el temple mausoleu construït a Deir el-Bahari. En aquest temple precisament es va trobar una gran estàtua sedent del faraó, en pedra policromada (actualment al Museu Egipci del Caire). El faraó està tocat amb la doble corona, amb la pell fosca; roman hieràtic, amb les mans creuades sobre el pit (segurament portava el flagell i el bastó, els ceptres de l'Alt i el Baix Egipte) i mira fixa i inexpressivament al front.

Una altra escultura de Mentuhotep II, es troba actualment al Metropolitan Museum de Nova York (MET). Formava part d'una avinguda processional de 22 estàtues del faraó que conduïa al temple funerari de Deir el-Bahari. En aquest cas el faraó es mostra dempeus, amb un somriure hieràtic arcaic i tocat amb la corona vermella del Baix Egipte (se suposa que l'estàtua que estava enfront d'ell portava la tiara blanca de l'Alt Egipte). Està vestit amb la túnica curta que es feia servir al Heb Sed, el festival de renovació del faraó, un jubileu que se celebrava als 30 anys de regnat. A l'igual que l'estàtua sedent, porta els braços creuats sobre el pit on probablement encaixarien els ceptres metàl·lics que s'han perdut.

 


Escultura de Mentuhotep II, de pedra arenosa (252,9 cm) 
Museu Metropolità d’Art. Nova York. 


Les cames de Mentuhotep, ben visibles en les dues escultures, apareixen molt gruixudes, deformades i gairebé cilíndriques. No és descartable que aquesta qüestió sigui fruit de l'estil de l'època o que tingui una lectura simbòlica, tan habitual en l'art de l'Antic Egipte.

No obstant això, aquest tipus de cames engrossides i tenses com les d'un elefant, no es repeteixen en altres escultures coetànies, pel que poden ser indicatives d'una filariosi, també coneguda com elefantiasi.

A més de les estàtues de Mentuhotep, aquesta malaltia està descrita al papir d'Ebers (1550 a.C.). La malaltia també sembla descrita en alguns textos mèdics grecs, i un segle abans de Crist, T. Lucreci afirmava que viure a prop de Nil era la causa de nombrosos casos d’elefantiasi:
Est elephas morbus qui propter flumina Nili gignitur Aegypto in neque preterea usquam.  
Hi ha l’elefantiasi, que engendra al costat de la corrent del Nil, a l'Egipte mitjà, i mai en una altra part.

( T. Lucreci Caro: De rerum Natura, Lib VI 1114-1115)

                                                        
                                      Xavier Sierra Valentí