viernes, 2 de noviembre de 2018

Mitología y anatomía (VII): Aquiles




Aquiles en la corte del rey Licomedes (detalle) 

Bajorrelieve de mármol

Colección Borghese
Museo del Louvre. París.  




Una de las grandes obras literarias de la historia de la humanidad es, sin duda, la Ilíada, la gran epopeya que narra la guerra de Troya. Aunque en ella aparecen un gran número de personajes, el más destacado es Aquiles, o, por decirlo más exactamente el sentimiento de cólera que surge del corazón de este héroe.  

En la obra homérica, a Aquiles (Ἀχιλλεύς) se le da el calificativo de "el de los pies ligeros" (πόδας ὠκύς: podas ôkus), ya que era el más rápido de los guerreros griegos y también el más hermoso. Su relación de íntima amistad/amor con Patroclo es también fundamental en la Ilíada. Enfurecido por la muerte de su mejor amigo Patroclo a manos de Héctor, Aquiles regresa iracundo al campo de batalla y no ceja en su empeño hasta dar muerte a Héctor clavándole la lanza en el cuello para, a continuación, atar su cadáver al carro y arrastrarlo por el campo de batalla durante nueve días.

Thomas Banks: Tetis sumerge a Aquiles en la laguna Estigia (1790)


Aquiles era también llamado "Pélida", ya que era hijo del rey mortal Peleo. Su madre era la nereida Tetis. Según la leyenda, cuando nació Aquiles, su madre se quiso asegurar que nadie podría herirlo, y para ello lo llevó a la laguna Estigia, que convertía en invulnerable a los que allí se bañaban. Tetis cogió al niño por el talón derecho y lo sumergió en las aguas. Pero no se dio cuenta que al cogerlo, su mano evitaba que esta zona quedase impregnada de los mágicos efectos del agua. El talón no se mojó y fue la única parte del cuerpo de Aquiles que siguió siendo vulnerable. Y fue precisamente el talón la zona que un día heriría Paris con una flecha (según narra Estacio) y la herida, que se complicó, ocasionó la muerte del héroe.  

A causa de este mito, recogido en el poema incompleto Aquileida, se alude muchas veces al "talón de Aquiles" como como sinónimo del punto más débil de alguien, el lugar que puede fácilmente ser herido. 

Charles Alphonse Achile Gummery: Aquiles herido en el talón por la flecha de Paris (1850)


De este mito deriva también el nombre de tendón de Aquiles con el que se conoce, en anatomía, al tendón que une los músculos gemelos y sóleo de la pantorrilla al hueso calcáneo. La primera noticia que tenemos de este nombre es de 1693. Fue el anatomista y cirujano flamenco Felipe Verheyen, quien en el capítulo XV de su Corporis humani fabrica realizó una descripción del tendón, en la que señala: «quae vulgo dicitur “chorda Achillis”» (vulgarmente llamado “cuerda de Aquiles”).

Al realizar la percusión del tendón de Aquiles con un martillo de exploración, se despierta un reflejo, al que se llama "reflejo aquileo". 

P.P. Rubens: Muerte de Aquiles


Aquiles en la isla de Skiros. Mosaico. Villa romana de la Olmeda (Palencia)




Bibliografía 

Navarro FA. El tendón de Aquiles. Laboratorio del Lenguaje. Diario Médico. 
https://medicablogs.diariomedico.com/laboratorio/2016/01/22/el-tendon-de-aquiles/

miércoles, 31 de octubre de 2018

Mitología y anatomía (VI): el monte de Venus





Torso de Venus 
(70-100 d.C.)

Estatua de mármol 
Museo del Prado. Madrid.  




La diosa Afrodita, Venus para los romanos, es una de las divinidades mitológicas mejor conocidas, tal vez por presidir actividades tan importantes como el sexo, el amor y la fertilidad. 


Bertel Thorvaldsen:
Venus con manzana (1805) 
En Roma se celebraban muchas fiestas en su honor; Julio César la adoptó como su protectora y Virgilio, como halago a Augusto y a la gens Julia, la hizo aparecer en la Eneida como la madre del pueblo romano a través de su legendario fundador Eneas y de su hijo Iulus. También Lucrecio dedica a Venus como la madre naturaleza, su famoso poema "De rerum Naturaen las primeras líneas.


Pero aunque Venus era la madre de Roma, no todas sus advocaciones eran siempre recatadas. En el año 215 a.C. en plena guerra con Cartago, que ya amenazaba ante las mismas puertas de Roma, decidió implorar la ayuda de su protectora y erigió en el monte Capitolio un templo a la poderosa Venus Ericina, responsable de las pasiones desatadas y patrona de las prostitutas. Por esta razón Venus quedó para siempre vinculada al sexo, y dio su nombre a las enfermedades venéreas, contraídas por contacto sexual, como ya hemos comentado en otra de las entradas del blog. De esta etimología proceden muchos derivados como Venereología o venereólogo. Venus también da nombre a otras denominaciones médicas, como el collar de Venus o la corona de Venus, lesiones típicas de la sífilis secundaria. 


Venus de Badalona
Pero además Venus también dio un nombre anatómico: el monte de Venus, mons veneris o mons pubis, masa redondeada de tejido graso que se dispone delante de la sínfisis púbica. Su tamaño varía con el nivel hormonal y la grasa corporal, y es más evidente en las mujeres. El tejido graso del pubis del monte de Venus es sensible al nivel de estrógenos y forma un montículo bien discernible desde el inicio de la pubertad, edad en la que se agranda y se cubre de vello. Al aumentar de tamaño empuja la parte delantera de los labios mayores hacia afuera, alejándolos del hueso púbico. Del mismo modo, el monte de Venus se vuelve menos prominente con la disminución de los estrógenos corporales experimentados durante la menopausia.


Alexandre Cabanel: Nacimiento de Venus (1863) 

 







martes, 30 de octubre de 2018

Mitología y anatomía (V): Pudicitia





Pudicitia 

Estatua de mármol

Procedente de Villa Mattei
Museos Vaticanos. Roma 




Las mujeres romanas tenían como principal cualidad la modestia, el pudor. Mientras que la virtud (entendida como rectitud, como autoexigencia) era sobre todo una cuestión masculina (por esto la palabra deriva de vir- , varón), para las mujeres patricias la cualidad que las ennoblecía era la pudicitia, el pudor. Por eso las matronas romanas cubrían totalmente su cuerpo al salir a la calle, incluyendo el velo que cubría su cabeza, un uso que, como tantas otras  costumbres romanas, siguen todavía practicando las mujeres musulmanas. 


Livio describe la legendaria figura de Lucrecia como el epítome de la pudicitia. Era leal a su marido y era modesta y recatada, a pesar de su increíble belleza. La historia de Lucrecia muestra que mientras más virtuosa era una mujer, más atractiva podía ser también para sus potenciales pretendientes.

Pudicitia. Musei Capitolini. Roma
La pudicitia no solo era un atributo mental sino también físico; la apariencia de una persona era vista como un indicador de su moralidad. La forma en que un hombre o una mujer se presentaban en público, y las personas con las que interactuaban, daban pie al juicio de los demás sobre su pudicitia. Por ejemplo, si se veía que una mujer se relacionaba con otros hombre además de con su marido, eso podría comportar un juicio negativo sobre su pudicitia.

En Roma se le daba una cierta importancia que una mujer fuera univira, esto es, que se hubiese casado solo una vez. La modestia en la autopresentación indicaba pudicitia.

El pudor, la castidad y la modestia en el vestir quedaron personificadas en una divinidad, la diosa Pudicitia, que iba vestida hasta los pies y con la cabeza velada. Su equivalente griego era Aidos. Tenemos algunos ejemplos de estatuas de esta diosa en los Museos Capitolinos y en los museos Vaticanos, en los que aparece siempre siempre con todo el cuerpo completamente cubierto. 

La emperatriz Vibia Sabina,
vestida como Pudicitia. 
Según Livio, había dos templos dedicados a la Diosa Pudicitia en Roma. El original era solo para mujeres de la clase patricia, pero cuando se excluyó a Virginia por haberse casado con un cónsul plebeyo, ella y un grupo de matronas de la plebe también fundaron un altar de Pudicitia para mujeres de clase plebeya.  

Lo opuesto a la pudicitia era la impudicitia o “vicio sexual.” El stuprum era la pérdida de la pudicitia de uno, incluso si esta fuese escasa, de donde deriva la palabra estupro. Los romanos asociaban la pérdida de la pudicitia con el caos y la pérdida de control, por lo que requerían a sus líderes políticos y religiosos que la mantuvieran y despreciaban al que no lo hacía. De ahí deriva la palabra estúpido

De Pudicitia deriva precisamente la palabra pudor, para indicar el sentimiento de natural azaramiento ante la desnudez, la tendencia natural a cubrirse, especialmente ciertas partes erógenas, como los genitales, las nalgas o las mamas en la mujer. 

Las diosas romanas solían ir vestidas con cierto recato. Venus era la única diosa que aparece representada desnuda o semidesnuda de las diosas romanas, a diferencia de los dioses varones, que siempre lucen su desnudez. Pero muchas de las estatuas de Venus aparecen en ademán de cubrir sus genitales y pechos con las manos o con algun lienzo. A estas estatuas se las conoce como Venus púdicas, y tal vez el modelo más conocido es la Venus capitolina. En idéntica actitud aparecen posteriormente en muchos casos, como en el famoso cuadro del Nacimiento de Venus de Botticelli. 


Venus púdica, también llamada Venus capitolina.
Musei Capitolini. Roma. 


Venus púdica. Pergamonmuseum, Berlín.

El sentimiento de pudor hace que evitemos mostrar los genitales, tanto de hombres como de mujeres, y que procedamos a cubrirlos. Por eso también a estas partes se les llama partes pudendas. En Anatomía se designa como arteria pudenda, vena pudenda o nervio pudendo a los que transcurren por estas zonas habitualmente cubiertas por pudor, y que se distribuyen por diversas zonas de la pelvis, genitales y ano. 
Distribución de la arteria pudenda interna

La neuralgia del pudendo o síndrome de compresión del nervio pudendo también conocido como síndrome del ciclista, es una entidad dolorosa, que se produce cuando el nervio o una de sus ramas se daña, se inflama o es comprimida o atrapada. El dolor es la causa más común de consulta y se localiza en la zona anal y genital. Se agrava al sentarse, disminuye o desaparece al 
estar de pie y al acostarse.


Sandro Botticelli: El nacimiento de Venus. Uffici, Florencia. 





Bibliografía

Langlands, R. Sexual Morality in Ancient Rome. Cambridge: Cambridge University Press, 2006. 








lunes, 29 de octubre de 2018

Mitología y anatomía (IV): las ninfas o labios menores.






William-Adolphe Bouguereau

Ninfas y sátiro 
(1873)

Óleo sobre lienzo. 260 × 180 cm .

Instituto de Arte Clark 
Williamstown (Massachusetts)



En una entrada anterior comenzamos a revisar algunas partes de nuestra anatomía a las que se les da nombres de personajes mitológicos. Siguiendo este tema nos referiremos hoy a las ninfas, también llamadas labios menores (Labium minus pudendi).


Mosaico de Hilas y las ninfas. Villa de Carranque. 

En la mitología griega, se llamaba ninfa (νύμφα) a una divinidad menor femenina que solía asociarse a un lugar natural concreto, como puede ser un manantial, un arroyo, un monte, un mar o una arboleda. Así pues eran espíritus divinos que animaban la Naturaleza. Eran hijas de Zeus y como tales asistían a las reuniones de los dioses en el Olimpo. 


P.P. Rubens: Diana y sus ninfas sorprendidas por sátiros. Museo del Prado. Madrid. 

Homero las describió más detalladamente, acompañando sobre todo a Artemisa, la diosa de los bosques y la caza, aunque en otras ocasiones las podemos encontrar asistiendo a otros dioses como Dioniso, Apolo, o Hermes. Su preferencia por los bosques y los lugares agrestes las hace también asociarse al dios Pan. Sus voluptuosos bailes atraían con frecuencia a los sátiros que las asaltaban lascivamente. 

Las ninfas son personificaciones de las actividades creativas y alentadoras de la naturaleza, la mayoría de las veces identificadas con el flujo dador de vida de los manantiales. Por eso se representan como bellas doncellas, que cantan y bailan sin cesar y enamoran a los que las ven. Sus ansias amatorias las identifica con el amor y el sexo. En griego, νύμφη significa también ‘novia’ y se aplicaba también a una joven en edad casadera. 


François Giradon: Apolo atendido por ninfas  (1673) Palacio de Versalles. 


Rodin: Ninfas jugando. Museo Rodin, París. 

En Roma, las esculturas de ninfas solían decorar algunas grutas y también las fuentes monumentales en calles y plazas. Por esta razón se les daba el nombre de ninfeo. 

En el mito de Orfeo y Eurídice, se cuenta que las ninfas perseguían a Orfeo por su dulce canto y enloquecían al ser rechazadas o incluso ignoradas por él. En general, las ninfas mitológicas tenían un sexo libre y muy activo, manteniendo relaciones libres con hombres y mujeres, completamente fuera del dominio masculino. Por esa razón ha pasado a las concepciones actuales con claras connotaciones sexuales. 


John William Waterhouse: Hylas y las ninfas


Así pues, en anatomía, el nombre de ninfa se aplica a los labios menores de la vulva. Estas estructuras fueron llamadas "labios" por primera vez cuando Colombo de Cremona acuñó este término en la primera mitad del siglo XVI. Su forma y ubicación a la entrada de una cavidad los hace comparables a los labios de la boca. Por cierto, las ninfas solamente se dan en la especie humana. Las hembras de los otros mamíferos o primates carecen de ellas. 

También se daba el nombre de ninfomanía a la hipersexualidad o adicción al sexo de una mujer, es decir al ansia desmesurada de realizar cópulas continuamente (en el varón recibía el nombre de satiriasis, en alusión a los sátiros). 

El término "nínfula" se ha usado para describir a una muchacha sexualmente precoz.  Un vocablo que aparece por ejemplo, con frecuencia en la novela Lolita, de Vladimir Nabokov. 


Ninfeo de Villa Giulia. Museo Nazionale Etrusco. Roma.



Bibliografía

Norris J.H., Hertig A.T., Abell M.R. The history of uterus. En: The Uterus. Ed. Williams & Wilkins, Baltimore 1973 (p. 1-16). 

Alarcón MA. La historia de las palabras relacionadas con la anatomía del aparato genital femenino. Rev Colombiana de Obstetricia y Ginecología 48, 161-167, 1997. 


https://revista.fecolsog.org/index.php/rcog/article/viewFile/1181/1309 




Mitología y anatomía: 

I. Atlas  https://xsierrav.blogspot.com/2018/10/mitologia-y-anatomia-i-atlas.html?spref=tw

II: Iris https://xsierrav.blogspot.com/2018/10/mitologia-y-anatomia-ii-iris.html?spref=tw


III: Himen https://xsierrav.blogspot.com/2018/10/mitologia-y-anatomia-iii-himen.html?spref=tw