viernes, 21 de octubre de 2016

Cólera




  Horace Vernet

El Cólera morbo a bordo del "Melpomène"

(1834)

Óleo sobre tela 273 x 192 cm 
Musée des Beaux-Arts. Marsella


El Melpomène - una fragata que llevaba el nombre de la musa de la tragedia griega - zarpó de Brest rumbo a Argel en junio de 1833. Durante la travesía, tras una escala en Lisboa, se declaró una epidemia de cólera a bordo. En pocos días una veintena de los tripulantes del barco sucumbieron víctimas de esta enfermedad. El barco tuvo que recalar en Toulon, permaneciendo en cuarentena.  Sólo sobrevivieron 24 miembros de la tripulación. La ciudad de Marsella eligió a un pintor de temas épicos, Horace Vernet (1789-1863) para inmortalizar este hecho trágico en una gran pintura destinada a decorar la sala del Consejo de la Intendencia Sanitaria. 

La escena es muy descriptiva de la situación. Un médico toma el pulso a un aterrorizado grumete. El chico, con mirada desencajada, espera el veredicto del doctor. El muchacho tiene motivos para el temor: el diagnóstico de cólera equivalía a una sentencia de muerte. En la parte delantera del cuadro, se muestra el cadáver de un marinero, y la desesperación de otros tripulantes que ya se han contagiado, como un funesto vaticinio de futuro. 


Pavel Fedotov: La culpa fue del cólera.
Acuarela 38.2 x 32.8 cm (1848) 
El cólera es una enfermedad infecciosa intestinal aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminada por la bacteria Vibrio cholerae (serotipos O1 y O139). Suele presentarse en brotes epidémicos, ya que es muy contagiosa y los primeros síntomas aparecen tras un período de incubación de 1 a 5 días. La bacteria produce una enterotoxina que causa una diarrea muy copiosa (de 25-30 litros diarios). Las heces son muy líquidas y presentan un aspecto típico similar al del agua de hervir el arroz. La mayoría de pacientes también tienen vómitos. La muerte sobreviene por una deshidratación intensa en menos de una semana, si no se realiza tratamiento adecuado. 


La enfermedad llegó a Europa procedente de la India en 1817-1823. En la Península Ibérica, durante el s. XIX hubo grandes epidemias de cólera: 

  • 1833-1834 que causó 300.000 muertos
  • 1817-1823, con una mortalidad de 236.000 individuos
  • 1865, con 120.000 fallecidos
  • 1885, con otros 120.000 muertos


Para evitar nuevos contagios, durante las epidemias de cólera los cadáveres eran sepultados muy aprisa,  lo que a veces podía causar algunos incidentes imprevistos.
Antoine-Joseph Wiertz: La inhumación precipitada o Mort du choléra (1854) 


























Todos estos brotes epidémicos se propagaron más por el área mediterránea, afectando especialmente a los núcleos urbanos, más poblados y que - como en el caso de Barcelona - vivían en condiciones de hacinamiento e insalubridad. La lección que dejaron las epidemias de cólera en el s. XIX fue la necesidad de extremar las medidas de higiene personal y la de las cloacas y se comenzó a practicar la canalización y a clorar el agua potable en las ciudades.  


Busto del Dr. Jaume Ferran i Clúa.
Reial Acadèmia de Medicina. Barcelona.

Robert Koch descubrió el agente causal, Vibrio cholerae en las heces de los pacientes en 1884. Durante la epidemia de 1885, el Dr Jaume Ferran puso a punto una vacuna, que fue motivo de grandes polémicas. Era cierto que solamente proporcionaba una protección parcial, pero las diatribas entre provacuna y antivacuna llenaron los periódicos. La vacuna de Ferran - con mínimas modificaciones - es la que sigue vigente en la actualidad. 

La vacunación anticolérica de Ferrán en Alcira. 
Grabado de R. J. Contell en La Ilustración Nacional


Recuerdo que en 1971, cuando yo todavía era un estudiante de Medicina, Barcelona vivió un brote epidémico de cólera (aunque las autoridades, temerosas de perjudicar al turismo, lo negaron vergonzosamente, afirmando que solamente eran "diarreas estivales"). Tuve el honor de participar en la campaña de vacunación anticolérica que se realizó en el Hospital del Mar, bajo la dirección del insigne bacteriólogo Amadeo Foz, que por aquel entonces era mi profesor y supo motivar mi interés en la Microbiología. Eran jornadas durísimas, en la que cada uno de los miembros de nuestro equipo llegaba a poner cerca de 1000 vacunas cada día. Pero el entusiasmo de nuestra juventud mitigaba la lógica fatiga. 

Tuve ocasión entonces de atender a algunos pacientes de cólera. El tratamiento es sencillo, y se basa sobre todo en una rehidratación conveniente, con suero fisiológico. Recuerdo las extremadas medidas de protección e higiene que debíamos tomar antes de acceder a la sala de los enfermos de cólera, que naturalmente estaban totalmente aislados para prevenir contagios. Nunca olvidaré el aspecto de estos enfermos, demacrados, con los ojos hundidos, la fóvea que dejaba en su piel cualquier contacto (por la falta de hidratación) y sus labios resecos.

También vi algo que nunca más olvidaré: los vibriones del cólera moviéndose bajo la lente del microscopio. Es una imagen bellísima: las bacterias tienen la forma de pequeñas comas y giran sobre sí mismas con un movimiento espectacular. Mientras los miraba, absorto pensé que hasta en los gérmenes productores de enfermedad hay belleza. El movimiento espasmódico del microbio, girando sobre sí mismo, en una especie de danza convulsa de la vida y la muerte. 

Ahora que lamentablemente vuelve a haber una epidemia de cólera en Haití debemos acordarnos de esta enfermedad, que generalmente afecta a los países más desfavorecidos y con una higiene deficitaria.  


The story of Cholera: 








Bibliografía: 

El cólera en Valencia en 1885. Memoria de los trabajos realizados durante la epidemia presentada por la alcandía al Excmo. Ayuntamiento en el nombre de la Junta Municipal de Sanidad, Valencia, Manuel Alufre, 1886. 

Braunwald E, Fauci A, Kasper D, Hauser S, Longo D, Jameson J. Principio de Medicina Interna de Harrison. Vol. 2. 16ª ed. Madrid: McGraw-Hill Interamericana; 2006.
Ferrán, J.; Gimeno, A.; Paulí, I., La inoculación preventiva contra el cólera morbo asiático, Valencia, R. Ortega, 1886.
Gimeno, A., Valor semeyótico del bacilo vírgula en el cólera morbo asiático. La Crónica Médica, 1884; 8: 165-172; 197-201. 

­Organización Mundial de la salud. Ginebra: OMS,  2014.  Prevención y  control de los brotes  de cólera:  política  y  recomendaciones  de la  OMS. http://www.who.int/topics/cholera/control/es/





jueves, 20 de octubre de 2016

Dermatitis seborreica, acné, pasión y suicidio.





Richard Gerstl

Autorretrato desnudo 
de cuerpo entero
(1908)

Óleo sobre lienzo. 109 x 141 cm.
Leopold Museum. Viena.  


Richard Gerstl (1883-1908) fue un pintor expresionista austríaco.  Hijo de un comerciante judío, desde su infancia se sintió muy interesado por el arte. En sus inicios se mostró muy influído por Gustav Klimt y el movimiento de la Sezession vienesa, pintando en un estilo modernista, pero a partir de 1905 se decantó por un estilo personal, muy cercano al expresionismo. 

Richard Gerstl: Autorretrato riendo, donde se puede observar
la cara enrojecida por la dermatitis seborreica. 
Realizó algunos retratos de gran introspección psicológica como el que realizó al compositor de música Arnold Schönberg, con quien trabó una buena amistad. 

Por aquel momento, Schömberg pasaba por ciertas dificultades económicas y decidió alquilar una habitación de su casa. Como es natural prefería ofrecerla a algún conocido. Viendo que el pintor estaba muy aislado, atravesando una época de gran introspección, y teniendo en cuenta la marcada tendencia depresiva del pintor, le sugirió que se instalara en su casa, para que no estuviese tan solo. Además podría aprovechar para retratar a su familiares y amigos e incluso darle a él algunas clases de pintura. Gerstl así lo hizo, y al cabo de poco se mudó al apartamento del músico. 
Richard Gerstl: Retrato de Arnold Schömberg

Entre las obras que Gerstl hizo en el entorno de Schömberg figuran los retratos del músico, su esposa Mathilde, y también otras personas de su círculo como su discípulo Alban Berg y su cuñado Alexander Zemlinsky, que vivía en el apartamento contiguo. Berg y Zemlinsky eran también compositores. Todos ellos están realizados en tonos pastel, similares a los retratos que más tarde pintaría Oskar Kokoschka.

Al cabo de poco tiempo Gerstl inició un idilio amoroso con la mujer del compositor, Mathilde. El músico ya había sido alertado por su hija Gertrud, que había visto a su madre besandose con Richard. Un día de verano de 1908, Schömberg sorprendió a su mujer con Gerstl en la cama, y montó en cólera. De nada valieron las súplicas de su mujer, que no logró calmarle. Al final, Mathilde decidió fugarse con el pintor, abandonando a su marido e hijas. 



Richard Gerstl: Mathilde Schömberg (1907)
Pero en octubre de 1908 Mathilde regresó con su marido. Richard, excluido del círculo de Schömberg y abandonado por su amante estaba sumido en una desesperación absoluta y totalmente enajenado. Pintaba febrilmente sus propios autorretratos frente al espejo, algunos de ellos desnudo. El 4 de noviembre en un ataque de furor quemó gran parte de los cuadros que había pintado y un gran número de cartas. A continuación,  se ahorcó frente al espejo mientras se apuñalaba en un costado con un cuchillo de cocina. Su cadáver quedó suspendido y sangrante, rodeado de llamas frente al espejo que le había servido para pintar sus últimos autorretrato pocos días antes de su suicidio.

La obra de Gerstl fue prácticamente olvidada hasta la década de 1930, momento en la que fue reivindicada por el marchante de arte Otto Kallir. Kallir organizó una exposición en su Neue Galerie con las 66 pinturas y 8 dibujos que se salvaron de la quema, que luego fue exhibida en diversas ciudades. Pero la anexión de Austria al III Reich y la obsesión de los nazis por el arte degenerado hizo que las pinturas tuvieran que esconderse nuevamente. 

No fue hasta después de la guerra que fueron conocidas en los EEUU, donde fueron acogidas con gran éxito. La mayoría de la obra de Gerstl se hallan actualmente en el Museo Leopold de Viena.
La obra que aportamos como encabezamiento de esta entrada es el último autorretrato de Richard, de cuerpo entero, desnudo ante el espejo. Su cara aparece enrojecida y granujienta. El artista contaba 25 años y sufría un acné polimorfo, al que se añadía una dermatitis seborreica de bastante intensidad, incrementada probablemente por el estrés nervioso al que Richard estaba sometido tras su agitada pasión.  Tres días más tarde puso fin a su atormentada existencia. 


Richard Gerstl: 





miércoles, 19 de octubre de 2016

El "antojo" de Gorbachov







Mijaíl Serguéyevich Gorbachov 
(Михаил Сергеевич Горбачёв)

(Retrato oficial como Secretario Gral del PCUS) 
(1985)




Mijaíl Serguéyevich Gorbachov (Михаил Сергеевич Горбачёв) nació en Privólnoie, en el Cáucaso, en 1931, en el seno de una familia de campesinos. En 1952 ingresó en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) del que llegaría a ser, años más tarde Secretario General (1985-1989). En el período 1989-1991 fue Presidente de la Unión Soviética . Tuvo un papel destacado en la transición política de Rusia y en el final de la Guerra Fría, por lo que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1990. 

Ya en 1985, Gorbachov anunció que la economía soviética estaba estancada y que la reorganización era necesaria. La llegada de Gorbachov al poder supuso no solamente una renovación generacional sino también una esperanza de renovación política, ya que encarnaba el reformismo que proponía una liberalización para sacar a la URSS del estancamiento económico, político y cultural en el que se hallaba sumida desde la época de Brezhnev. 

Después de convertirse en secretario general, Gorbachov propuso un «vago programa de reforma», que se aprobó en las sesiones de abril del Comité Central. Poco después comenzó a renovar los cargos políticos - muy inmovilistas y de ideas anticuadas - por otros con ideas más abiertas. Particularmente emblemática fue la sustitución de Andréi Gromyko (que había ocupado 28 años la cartera ministerial de Asuntos Exteriores) por Edvard Shevardnadze, mucho más flexible y dialogante. 

La perestroika (apertura) y sus reformas radicales fueron enunciadas en el Congreso XXVII del Partido Comunista de la Unión Soviética, entre febrero y marzo de 1986, y los cambios económicos se empezaron a llevar a cabo en 1987, año en el que se comenzó a dar más independencia a las empresas y se rehabilitó a muchos disidentes represaliados. También se implantó una transparencia informativa (glásnost), aboliendo la censura de prensa y restaurando cierta libertad de expresión, reconociendo los crímenes y errores cometidos en el pasado por el Partido Comunista y por el Estado Soviético.   

Las reformas de Gorbachov aunque lentas, posibilitaron el gran cambio que tuvo lugar en Rusia en los años sucesivos.  En 1990 se puso en marcha un programa político extremadamente audaz que no solamente terminó con la dictadura comunista en la URSS sino con la propia existencia de aquel Estado, transformando profundamente el escenario internacional. 

Físicamente, Gorbachov presenta un detalle característico: una mancha rojiza, de color de vino de Burdeos, en la zona parietal y frontal derecha. Se trata de un "antojo", como se conoce popularmente a los angiomas, que son tumores benignos de vasos sanguíneos, congénito, y que cuando presentan esta distribución se conocen como síndrome de Sturge-Weber. 


Muchas veces,  el síndrome de Sturge-Weber está causado por una mutación del gen GNAQ, que afecta a la formación de capilares. El síntoma más constante suele ser la aparición de angiomas planos afectando la zona trigeminal (el área frontoparietal por donde se distribuye la rama superior del nervio trigémino). A veces, se afectan estructuras más profundas de esta zona y pueden presentarse convulsiones, problemas de aprendizaje, pérdida de fuerza en un lado del cuerpo o glaucoma (aumento de la presión ocular).

El síndrome de Sturge-Weber no supone un riesgo para la vida, y solamente se tiene que descartar - o controlar, en su caso - la posible afectación neurológica.   

















martes, 18 de octubre de 2016

La medicina de guerra en los últimos 100 años







La asistencia a los heridos 
y a las víctimas, de la 
Gran Guerra a nuestros días 

(Exposición temporal: 
8 octubre 2016- 31 marzo 2017)

Memorial de Verdun (Francia)




En la fotografía de arriba puede verse a una enfermera y un médico militar, que se disponen a realizar una cura a un soldado herido en la batalla. Esta es una de las fotografías ilustrativas que pueden verse en la exposición temporal del Memorial de Verdun, en las que se revisa como ha evolucionado la medicina de guerra desde la Primera Guerra Mundial hasta nuestros días. 

Por el número de heridos y suis peculiares características (la mayoría, heridos en las trincheras) la Primera Guerra Mundial (1914-1918) marcó un hito en la medicina bélica. En la batalla de Verdun (febrero-diciembre de 1916) cayeron heridos 216.000 soldados franceses y 196.000 alemanes (316 muertos o desaparecidos entre ambos campos). Durante los primeros días (21-29 febrero) se evacuaron 20.000 heridos del frente, es decir, 2.500 heridos diarios. Esto supuso un cataclismo para la Sanidad Militar, que no estaba preparada para una guerra tan agresiva y mutilante, y muchos de los heridos morían antes de haber podido ser atendidos. 

Sin embargo, el Estado Mayor supo reaccionar. Pronto se puso en marcha una cadena médica de evacuación, que contemplaba desde los primeros auxilios efectuados por los camilleros casi en el lugar donde habían sido heridos hasta su recuperación en el hospital militar de retaguardia.  Se desplegaron estructuras de hospitales de campañacerca de las trincheras para evitar largos y pesados desplazamientos que podían ser funestos para los heridos graves. Progresivamente se dispuso una densa y jerarquizada red sanitaria de soporte. 

Tras la herida de guerra el esquema cronológico a seguir era en general el siguiente: 

10 minutos. Primeros auxilios a los heridos efectuados por los camilleros en el lugar de la refriega. Generalmente dirigidos a detener las hemorragias.

30 minutos. Tiempo necesario para la medicalización del herido (primera desinfección, vendajes, somera asistencia respiratoria) Estabilización del herido.  

1 hora.  Tiempo necesario para la evacuación medicalizada.

2 horas.  El herido debe ser atendido por una unidad médico-quirúrgica, por parte de unidades especializadas dispuestas en la retaguardia

Esta cadena debía realizarse contra reloj, en un precario equilibrio entre la crítica situación del herido y la necesidad de recorrer ciertas distancias, con precarios medios de transporte que debían salvar en muchos casos accidentes orográficos. 

Evacuación de un herido de la trinchera
durante la Primera Guerra Mundial
El progreso técnico también ha ido aplicándose a la medicina de guerra. 


En la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, se comenzó a usar la solución de Dakin-Carrel, un antiséptico de acción rápida a base de hipoclorito sódico (0'5%), y ácido bórico (4%). Fue ideada por el químico inglés Henry D. Dakin (1880-1952) bajo la supervisión y asesoramiento de Alexis Carrel (1873-1944) que fue Premio Nobel de Química. La solución de Dakin se usó por primera vez en agosto de 1915, y demostró su efectividad, hasta el punto que todavía es usada actualmente (ligeramente  modificada).

También en la Primera Guerra Mundial nació la psiquiatría de guerra, que atendía las alucinaciones de los que regresaban de las trincheras. La psiquiatría de guerra se desarrollaría algunas décadas más tarde, en los años 70, tras el retorno de los veteranos de la guerra del Vietnam. 


Memorial de Verdun


En la Primera Guerra Mundial se avanzó en el conocimiento del llamado "pie de las trincheras" causado por permanecer mucho tiempo quieto y con los pies encharcados. Esta condición había ya sido descrita ya por el médico militar Larrey en las Guerras Napoleónicas, pero fue en la Gran Guerra cuando hizo mella en las tropas atrincheradas y cuando se le dió el nombre con el que se conoce actualmente. Las tropas permanecían semanas en las trincheras anegadas de agua. La combinación de frío y humedad reblandecía la piel, que presentaba efracciones y grietas que se sobreinfectaban fácilmente. Los primeros síntomas eran piel fría, entumecimiento, prurito y hormigueo. Más tarde la piel se hinchaba y aparecía un edema rojo y doloroso del pie, que a veces tomaba un tinte azulado (cianosis) por falta de aporte sanguíneo. Aparecían focos infecciosos y supurantes, linfangitis y hiperpulsatilidad arterial. Si no se trataba a tiempo, se producían gangrenas, que requerían la amputación del miembro. 

La lucha contra las infecciones ha sido también un capítulo de importancia. Con el desarrollo del método Trueta, durante la Guerra Civil Española y la introducción de las sulfamidas y antibióticos respectivamente en cada uno de los bandos durante la Segunda Guerra Mundial. También la cirugía reparadora, ortopédica y maxilo-facial ha progresado considerablemente durante los conflictos bélicos de las últimas décadas. 



Médecine de Guerre:





lunes, 17 de octubre de 2016

Arañas (II): Picaduras y toxinas





  Gustave Doré

Ilustración para el Purgatorio 
(Canto XII)

Grabado para el libro 
Divina Commedia de Dante Alighieri
París


O folle Aragne, sì vedea io te
già mezza ragna, trista in su li stracci

de l’opera che mal per te si fé. 

Oh, alocada Aracne, como transformada te veía
ya medio araña, envuelta triste en los harapos
que por tu desgracia en tu telar tejías!

Dante Alighieri: Divina Commedia. 
Purgatorio. Canto XII, 43-45



En el Canto XII del Purgatorio de la Divina Comedia, Dante Alighieri nos relata como sigue a Virgilio al lugar donde purgan su culpa los soberbios. Allí encuentran muchos personajes mitológicos y bíblicos de proverbial orgullo (Nemrod, Niobe, Saúl, Alcmeón, Senaquerib, Roboam...) Al fondo, Dante distingue a la insensata Aracne, la tejedora cuya habilidad inaudita la llevó, engreída, a desafiar a Palas Atenea en la confección de un tapiz. Castigada por su osadía a convertirse en araña y a hilar eternamente por la boca (para que no pueda volver a retar a nadie), yace en el Purgatorio envuelta en los mismos harapos que ella misma había tejido antes. 

Este es el mito clásico sobre las arañas, que ya desarrollamos extensamente en otra de las entradas del blog. Hoy nos ocuparemos de las eventuales picaduras que las numerosas especies de arañas pueden causar a los humanos. 

Las arañas pueden morder con sus poderosas mandíbulas, los quelíceros, que producen una mancha roja con dos puntos en el centro. Aunque la mayoría de picaduras de araña no son demasiado relevantes. La mayoría apenas causan mayores problemas que las de la mayoría de insectos. 

Sin embargo, hay tres especies cuya picadura puede causar problemas de importancia: la araña violín o araña de los rincones, la viuda negra y las tarántulas.  


1. Viuda negra (Lartrodectus tridecimguttatus


Tras su mordedura se aprecia  una pequeña mancha rojo vinosa con escasa clínica local. Su veneno es potente, pero la cantidad que inyecta normalmente es muy pequeña debido a su tamaño. El veneno es neurotóxico y el efecto es muy rápido (5-15 minutos), manifestándose como dolor intenso localizado, náuseas, cefaleas, sudor frío y fiebre. Un poco más tarde puede aparecer un cuadro general con agitación, hiperhidrosis, sialorrea, rinorrea, epífora, oliguria, opresión torácica, espasmos musculares (de predominio lumbar y toracoabdominal), náuseas, cefaleas, sudor frío y contractura en flexión de extremidades con incapacidad para la marcha. Al cabo de las horas hay un claro predominio de la rigidez abdominal (que llega incluso a presentarse vientre en tabla). El tratamiento es sintomático con reposo, analgésicos potentes, miorrelajantes, metocarbamol y neostigmina si aparecen síntomas colinérgicos. El gluconato cálcico y el dantroleno son útiles para la rigidez abdominal. El suero antilactrodéctico es controvertido y se reserva para los casos muy graves en niños pequeños, ancianos, enfermos coronarios, casos de HTA grave y, según algunos autores, embarazadas. A pesar de presentarse un cuadro tan grave, la evolución suele ser favorable en el 95% de los casos.






2. Araña de los rincones (Loxosceles rufescens)


Loxoceles rufescens es la araña violín, así llamada por presentar una silueta roja que recuerda este instrumento en su dorso. Son arañas de actividad principalmente nocturna que se alimentan de pequeños insectos y se reproducen fundamentalmente en la época de verano. No suelen ser agresivas y atacan solamente si se sienten amenazadas y no pueden huir.  En otros países (África y América del Sur) podemos encontrar otras especies (L. laeta, L. reclusa) que pueden causar formas de loxocelismo más graves.  

En el loxocelismo cutáneo, durante las primeras 6 a 12 horas de evolución aparece una mácula violácea equimótica, rodeada por un área pálida isquémica, y bordeada más externamente por un halo eritemato-violáceo mal delimitado.


Esta lesión en escarapela, con 3 áreas bien diferenciadas, es conocida como placa livedoide o mancha marmórea, que se desarrolla en un 75% de los casos. A las 24 a 48 horas de la mordedura, la placa está ya claramente constituida, alcanzando una extensión muy variable (que puede oscilar entre 3 mm. y más de 30 cm.) En su superficie pueden observarse una o mas ampollas de contenido seroso o hemorrágico.

Posteriormente suele formarse una costra o escara necrótica, con pérdida de la sensibilidad de la parte central, mientras que en la periferia se mantiene la hiperestesia o incluso una sensación claramente dolorosa. La escara se desprende al cabo de 3 a 6 semanas, dependiendo de su extensión y profundidad, cediendo el dolor. 

La úlcera que se produce al desprenderse la escara cicatriza en plazos variables. Menos frecuente es la evolución hacia la curación con descamación, sin producirse una escara. Cuando hay una infección piógena secundaria puede aparecer una apenopatía regional. 

En otros casos se produce un extenso edema, sin eritema ni necrosis, especialmente cuando hay compromiso de la cara. El edema es duro, elástico y doloroso, y puede llegar a ser de gran tamaño. 



3. Tarántula europea (Lycosa tarantula)

En Europa, la mayor de las arañas es la llamada araña lobo o tarántula europea (Lycosa tarantula), con el cuerpo cubierto de pelos. La hembra, más grande, no suele salir de su guarida subterránea, y sólo sale para atrapar a las presas que pasan por delante de su entrada, en donde prepara una telaraña en forma de embudo. El macho, de menor tamaño, lleva una vida más errante, recorriendo su territorio. Su picadura es dolorosa, pero no mortal. El dolor que ocasiona es comparable al de una picadura de abeja.  

Durante la Edad Media se creía que para vencer el veneno de estas tarántulas había que bailar. En Italia dio lugar al baile conocido como tarantella, pero en otros lugares también se originaron bailes similares, como es el caso del Alto Aragón. 

Podéis ampliar el tema de las picaduras de araña en este enlace al blog Dermapixel de la Dra. Rosa Taberner 



Bibliografía


Hernández N, Alonso JM, Fuentes A. Loxoscelismo cutáneo. Rev Clin Med Fam 2012; 5 (1): 73-75 

López A. La tarántula española. http://www.countrysessions.org/blog/?p=10911

domingo, 16 de octubre de 2016

Arañas (I): El mito de Aracne




Diego de Silva Velázquez

Las hilanderas 
(La fábula de Aracne) 
(1655-1660)


Óleo sobre lienzo. 220 x 289 cm. 

Museo del Prado. Madrid. 




Una de las obras más conocidas de Velázquez, es el cuadro de La fábula de Aracne, que es más conocido como Las hilanderas. Fiel a su costumbre de mezclar la vida cotidiana con la mitología clásica, Velázquez nos introduce en un ambiente de tejedoras e hilanderas, probablemente situado en la Real Fábrica de Tapices. El primer plano lo ocupan un grupo de estas artesanas, con la indumentaria coetánea a la del tiempo de Velázquez. En el fondo, uno de los tapices representa el mito de Atenea y Aracné y la competición por ver quien era la mejor tejedora. La composición y el colorido de esta obra hace de ella una de las más destacadas de el gran pintor. 

Pero centrémonos en el relato mitológico de Aracne. El poeta Ovidio, en su Metamorfosis, la obra que consagra a glosar la mitología clásica, dedica algunos pasajes a comentar este mito, que como todos trata de las pasiones humanas. En este caso se reflejan especialmente el orgullo, la envidia, la competición y el mal perder. 


Detalle del cuadro Las hilanderas, de Velázquez, donde se aprecia el tapiz
con la leyenda de Aracne. En el tapiz, a la izquierda, la diosa Atenea, de pie,
con coraza, casco y lanza. En el centro del tapiz, Aracne, la prodigiosa tejedora.
 
Aracné (Aράχνη) era una habilidosa tejedora lidia, hija del tintorero Idmon. Su destreza con el telar alcanzó una gran fama y era motivo de admiración. Un día realizó un tapiz extraordinario, de tal calidad que hubo quien opinó que ni siquiera Atenea, diosa de la sabiduría y de las artes, podría superarla. Este atrevido comentario llegó a los oídos de Atenea que, incrédula, decidió bajar del Olimpo a juzgar con sus propios ojos si la obra de Aracne era tan perfecta como decían. 

Paolo Veronese: Aracne o la Dialéctica. (1575-1577)
Óleo sobre lienzo. 150 x 220 cm. Palacio Ducal. Venecia. 
Atenea decidió tomar primero la forma de una viejecita, que al ver el prodigiosos tapiz, recomendó a Aracne que no fuera tan orgullosa, ya que en Grecia el pecado de soberbia (hybris) se consideraba muy grave. Pero Aracne desoyó sus consejos, ya que era muy vanidosa. Estalló en risas proclamando que nadie la podría superar al telar. 

Entonces Atenea recuperó su forma real divina y le dijo que ninguna mortal debía osar tejer mejor que ella. Al oir eso, Aracne la desafió a que hicieran un concurso a ver cuál de las dos era la mejor tejedora. Atenea aceptó el reto y confeccionó un magnífico tapiz en el que se representaba a los dioses del Olimpo en toda su majestad. Como advertencia a su imprudente competidora, en las esquinas puso cuatro episodios en los que se explicitaban los castigos que esperan a los blasfemos que se atreven a compararse con los dioses.


Pero Aracne no se arredró. Su tapiz representaba los amores de los dioses. Pero justamente los amores menos gloriosos. Zeus raptando a Europa, Zeus transformado en lluvia de oro para poseer a Dánae, el adulterio de Afrodita y Ares, etc. El tapiz de Aracne era de una perfección nunca vista, pero también era un insulto explícito a los Olímpicos. Atenea, al verlo montó en cólera y lo destruyó, golpeando airada a Aracne con la lanzadera. Este es el momento que refleja una de las pinturas de Rubens, que adjuntamos aquí. 


Rubens: Atenea y Aracne. La diosa, encolerizada, golpea a Aracne con la lanzadera. A la derecha se aprecia parte del tapiz tejido por Aracne, en el que se vislumbra el rapto de Europa por parte de Zeus.



Aracne, loca de dolor por la destrucción de su obra y por la injusta reacción de la diosa, intentó suicidarse colgándose de un árbol. 

Xilografía representando a Aracne colgada del árbol.
Pero pronto Atenea comprendió que se había dejado llevar por la envidia y que había obrado injustamente, por lo que se compadeció de su competidora y decidió salvarle la vida. Pero no debía quedar sin castigo. Todavía colgada del árbol, Aracne fue convertida en araña. Así ella y sus descendientes podrían tejer y tejer continuamente. Y tejerían por la boca, como castigo de las atrevidas bravatas que lanzaba la lenguaraz Aracne. Sus tejidos alcanzarían una gran perfección, aunque ya nunca más suscitarían la admiración de nadie. 


El maravilloso tapiz de la descendencia de Aracne



Bibliografía

  1. Grimal, Pierre. Diccionari de mitologia grega i romana. Barcelona: Edicions de 1984, 2008, p. 46. ISBN 9788496061972.
  2. Ovidio. Las Metamorfosis. VI, 5 a 145