jueves, 20 de octubre de 2016

Dermatitis seborreica, acné, pasión y suicidio.





Richard Gerstl

Autorretrato desnudo 
de cuerpo entero
(1908)

Óleo sobre lienzo. 109 x 141 cm.
Leopold Museum. Viena.  


Richard Gerstl (1883-1908) fue un pintor expresionista austríaco.  Hijo de un comerciante judío, desde su infancia se sintió muy interesado por el arte. En sus inicios se mostró muy influído por Gustav Klimt y el movimiento de la Sezession vienesa, pintando en un estilo modernista, pero a partir de 1905 se decantó por un estilo personal, muy cercano al expresionismo. 

Richard Gerstl: Autorretrato riendo, donde se puede observar
la cara enrojecida por la dermatitis seborreica. 
Realizó algunos retratos de gran introspección psicológica como el que realizó al compositor de música Arnold Schönberg, con quien trabó una buena amistad. 

Por aquel momento, Schömberg pasaba por ciertas dificultades económicas y decidió alquilar una habitación de su casa. Como es natural prefería ofrecerla a algún conocido. Viendo que el pintor estaba muy aislado, atravesando una época de gran introspección, y teniendo en cuenta la marcada tendencia depresiva del pintor, le sugirió que se instalara en su casa, para que no estuviese tan solo. Además podría aprovechar para retratar a su familiares y amigos e incluso darle a él algunas clases de pintura. Gerstl así lo hizo, y al cabo de poco se mudó al apartamento del músico. 
Richard Gerstl: Retrato de Arnold Schömberg

Entre las obras que Gerstl hizo en el entorno de Schömberg figuran los retratos del músico, su esposa Mathilde, y también otras personas de su círculo como su discípulo Alban Berg y su cuñado Alexander Zemlinsky, que vivía en el apartamento contiguo. Berg y Zemlinsky eran también compositores. Todos ellos están realizados en tonos pastel, similares a los retratos que más tarde pintaría Oskar Kokoschka.

Al cabo de poco tiempo Gerstl inició un idilio amoroso con la mujer del compositor, Mathilde. El músico ya había sido alertado por su hija Gertrud, que había visto a su madre besandose con Richard. Un día de verano de 1908, Schömberg sorprendió a su mujer con Gerstl en la cama, y montó en cólera. De nada valieron las súplicas de su mujer, que no logró calmarle. Al final, Mathilde decidió fugarse con el pintor, abandonando a su marido e hijas. 



Richard Gerstl: Mathilde Schömberg (1907)
Pero en octubre de 1908 Mathilde regresó con su marido. Richard, excluido del círculo de Schömberg y abandonado por su amante estaba sumido en una desesperación absoluta y totalmente enajenado. Pintaba febrilmente sus propios autorretratos frente al espejo, algunos de ellos desnudo. El 4 de noviembre en un ataque de furor quemó gran parte de los cuadros que había pintado y un gran número de cartas. A continuación,  se ahorcó frente al espejo mientras se apuñalaba en un costado con un cuchillo de cocina. Su cadáver quedó suspendido y sangrante, rodeado de llamas frente al espejo que le había servido para pintar sus últimos autorretrato pocos días antes de su suicidio.

La obra de Gerstl fue prácticamente olvidada hasta la década de 1930, momento en la que fue reivindicada por el marchante de arte Otto Kallir. Kallir organizó una exposición en su Neue Galerie con las 66 pinturas y 8 dibujos que se salvaron de la quema, que luego fue exhibida en diversas ciudades. Pero la anexión de Austria al III Reich y la obsesión de los nazis por el arte degenerado hizo que las pinturas tuvieran que esconderse nuevamente. 

No fue hasta después de la guerra que fueron conocidas en los EEUU, donde fueron acogidas con gran éxito. La mayoría de la obra de Gerstl se hallan actualmente en el Museo Leopold de Viena.
La obra que aportamos como encabezamiento de esta entrada es el último autorretrato de Richard, de cuerpo entero, desnudo ante el espejo. Su cara aparece enrojecida y granujienta. El artista contaba 25 años y sufría un acné polimorfo, al que se añadía una dermatitis seborreica de bastante intensidad, incrementada probablemente por el estrés nervioso al que Richard estaba sometido tras su agitada pasión.  Tres días más tarde puso fin a su atormentada existencia. 


Richard Gerstl: 





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