viernes, 7 de junio de 2019

Jenny Saville (IV): Obesidad


Resultat d'imatges de jenny saville propped



Jenny Saville

Propped
(1992)

Óleo sobre lienzo
   Colección particular    




Ya hemos hablado en otras entradas del blog de la pintora Jenny Saville (Cambridge, 1970), y de su interés por plasmar en sus cuadros personajes femeninos que se enfrentan al sufrimiento inesperado, la desazón de sentirse encerrada en un cuerpo del que no se sienten satisfechas, de las connotaciones negativas de la cirugía plástica. 




Saville se interesa también por una de las preocupaciones actuales de las mujeres: la obesidad. Un fenómeno en alza en nuestra sociedad a causa del tipo de vida y de la alimentación imperante y que al mismo tiempo constituye una constante fuente de rechazo social. Saville pinta mujeres obesas enfocándolas además desde ángulos poco habituales que destacan todavía más sus adiposidades. O en ropa interior, ante el espejo, una escena cotidiana habitual y al mismo tiempo el lugar que les crea tanta insatisfacción y frustración. Las obesas de Saville aparecen examinándose a sí mismas, midiendo con los dedos sus "michelines", con mohínes de preocupación. 






Este es el caso de la obra que encabeza este escrito, Propped (Apuntalada), que ha sido una de las obras más cotizadas hasta la fecha en una subasta. Se trata de un autorretrato superlativo que personifica la fuerza conceptual de la pintura de Saville, refutando las representaciones canonizadas de la belleza femenina, a la vez que destaca el extraordinario virtuosismo e visión personal de su estilo. La obra sorprende por la peculiar perspectiva (tomada desde abajo) lo que contribuye a aumentar la sensación de exceso que desprende la pintura. 

Cabe destacar también la dolorosa expresión de vulnerabilidad del rostro, y la posición de las manos nerviosas y cruzadas cuyos dedos se hunden violentamente en la carne de sus muslos, lo que transmite una sensación de inquietud al espectador. 



Saville bebe de las fuentes de una gran cantidad de maestros del arte histórico, desde Rubens y Rembrandt hasta De Kooning y Freud, continuando la tradición del desnudo femenino, pero subvirtiendo y distorsionando esta tradición que hasta ahora ofrecía una visión exclusivamente masculina basada en el erotismo y en la idealización estética, para crear una convención artística completamente nueva, que intenta hacernos llegar la tensión y el sufrimiento a la que están sometidas las mujeres por un entorno que les dicta el ideal estético al que tienen que llegar. La pintura de Saville es un alegato para liberar a la mujer de un sufrimiento impuesto, de una tragedia cotidiana vivida por muchas mujeres obligadas por presiones sociales a no aceptar su cuerpo tal como es. En definitiva, Saville nos hace llegar un manifiesto ideológico, una pintura de mujeres vistas por una mujer. 






The Art of Jenny Saville: 


















jueves, 6 de junio de 2019

Jenny Saville (III): Reflexión sobre la Cirugía estética





Jenny Saville

Knead-1994
(1995-1996, según fecha en el reverso)

Óleo sobre lienzo. 137,5 x 157,5 cm
Galerie Daniel Templon. París.    



Ya hemos hablado en otras entradas del blog de la pintora Jenny Saville (Cambridge, 1970), de su fascinación por los cuerpos accidentados y por las heridas, traumatismos y efracciones cutáneas.  


Resultat d'imatges de jenny saville cirugía
Jenny Saville: Closed contact 
La obra de Saville plantea uno de los males más extendidos de nuestro tiempo, la dismorfofobia, esto es la alteración que hace sentir desagrado frente al propio aspecto físico. Muchas mujeres, descontentas de su imagen, recurren a la cirugía plástica para remodelar su cara o su cuerpo, aun a pesar de correr riesgos de importancia o de sufrir considerablemente.  Algunas de sus personajes aparecen con la cara o el cuerpo aplastado contra un espejo, claro simbolismo de que el afán estético creado por el espejo y la constante comparación se convierte en una cárcel para muchas mujeres. 


Muchas de las obras de Jenny Saville
se inspiran en los abusos de la cirugía plástica.
En Plan (1992) se presenta un cuerpo femenino
en el que se han trazado las líneas para realizar
diversas liposucciones
Saville se toma muchas veces a sí misma como modelo, ante el espejo, a sabiendas que no tiene un cuerpo perfecto, pero que ella acepta tal como es y le gusta ser así, criticando la obsesión por la cirugía plástica en nuestra sociedad. La reflexión que hace al espectador es la consideración de lo absurdo que es pasar por tanto dolor y someterse frívolamente a una cirugía plástica para alcanzar el objetivo de una belleza estereotipada y repetida.  

Saville estudió arte en la Slade School Of Fine Art de Glasgow (1988-1992). Poco antes de terminar sus estudios realizó una estancia en la Universidad de Cincinnati (1991). Allí vió una gran cantidad de mujeres obesas y otras obsesionadas por remodelar su cuerpo mediante la cirugía plástica. Esto hizo que se interesara por las "imperfecciones" corporales, en sus tabúes y en sus presiones sociales. Aunque a Jenny le había interesado la deformación corporal desde su infancia, y recordaba haber observado la forma en que los dos pechos de su maestra de piano, aplastados juntos en su camisa, se convertían en una gran masa. 


Jenny Saville: Cindy (1993) y La novia (1992)


Cuando terminó sus estudios obtuvo una beca de post-grado en Connecticut (1994), y pudo presenciar las intervenciones quirúrgicas de un cirujano plástico. Descubrió así como se reconstruía la carne humana y varió su percepción del cuerpo, su capacidad de recuperación y su fragilidad. La cirugía plástica impulsó su examen en las formas aparentemente infinitas en que la carne se transforma y desfigura. También estudió las patologías médicas, los cadáveres en la morgue y los animales muertos. El cuerpo humano tomó la forma de un gran pedazo de carne, o como afirma ella misma:  
“Pinto carne porque soy humana”
Al mismo tiempo, Saville estudió la escultura clásica y renacentista; y observó con atención la representación de parejas entrelazadas, madres con sus hijos y cuerpos de transexuales desafiando las dicotomías de género.


Otro de los temas de Jenny Saville es la transexualidad
Figura destacada de los Young British Artists (YBAs), el grupo de pintores y escultores que llegaron a la fama a finales de los 80 y principios de los 90, Saville revitalizó la pintura figurativa contemporánea al desafiar los límites del género y plantear preguntas sobre la percepción que la sociedad tiene de la cultura y del cuerpo. 

Pero no se trata solamente de una obra contemporánea provocadora e innovadora. Su trabajo revela una profunda conciencia del arte del pasado y de cómo se ha representado el cuerpo a lo largo de la historia, recibiendo influencias de la escultura antigua e hindú, del dibujo y la pintura del Renacimiento, y de la obra de artistas modernos como Henri Matisse, Willem de Kooning y Pablo Picasso. Sus pinturas muestran extremidades retorcidas y pliegues de cuerpos en los que se pueden adivinar ecos de Tiziano, Tintoretto, Rubens o Manet

En la trayectoria de Saville se percibe la necesidad de enfrentarse al cuerpo humano, de retorcerlo, de descolocarlo sin separarse de la verdad. Sus cuerpos femeninos distorsionados pugnan por alcanzar la belleza soñada a punto de someterse a una cirugía plástica. Su pintura es una crítica acerba a los abusos de la cirugía plástica, que se opone a la tiranía de los cuerpos diseñados por el PhotoShop. Su obra es, sin duda, el arte de una mujer que pinta mujeres insatisfechas. Un arte que es en sí mismo, una proclama feminista, provocador y rebelde ante los cánones impuestos por la sociedad patriarcal. Un arte que refleja el sufrimiento de las mujeres que se creen obligadas a ser bellas. De lo que no cabe duda es que se trata de mujeres que no están pintadas por hombres.  





Artist Jenny Saville: 

why human bodies fascinate




miércoles, 5 de junio de 2019

Jenny Saville (II): Accidentes







Jenny Saville

Reverse
(2002)

Óleo sobre lienzo.
Norton Museum of Art.
West Palm Beach. Miami.   



Los accidentes de tráfico son una característica de nuestro tiempo y suponen una alta tasa de mortalidad. La pintora Jenny Saville (Cambridge, 1970) como hemos comentado en otra entrada del blog ha dirigido su mirada al dolor que puede apoderarse del cuerpo femenino. Accidentes, intervenciones quirúrgicas (fundamentalmente de cirugía plástica), obesidad, transexualidad, son otras tantas circunstancias en el que la mujer puede sentirse prisionera en su cuerpo como en una celda de tortura. La pintura de Saville no es amable, ciertamente pero nos devuelve a la descarnada realidad de nuestro tiempo, a un cuerpo doliente probablemente más real que las idealizadas representaciones de cuerpos tan bellísimos e idealizados como lejanos de las vivencias cotidianas. Saville emplea el arte, de forma valiente y decidida, como testimonio de la mujer  actual, de su dolor, de su tragedia y de su destino. 




                  Jenny Saville: Withness (2009)                 
Las pinturas de Saville, de grandes dimensiones, están dirigidas a provocar y a remover el corazón del espectador, de producirle una cierta desazón e inquietud. Sus obras crean de entrada un cierto rechazo, una inevitable incomodidad, que se traduce al fin en una reflexión amarga sobre algunos aspectos de nuestra sociedad. Si el arte consiste en transmitir emociones a quien lo contempla, Jenny Saville lo consigue plenamente. El suyo es un Arte en mayúsculas y hace de la tragedia un instrumento intelectual que obliga a meditar sobre algunos aspectos a veces olvidados de nuestro tiempo. 


Jenny Saville: Red Stare Head IV
282 x 57,5 cm




Los personajes de Saville son mujeres, generalmente jóvenes, con heridas o contusiones en la cara, lo que aumenta la desazón al contemplarlas. 

Las miradas desoladas de las víctimas de accidentes, que contemplan vacías y desorientadas la inesperada llegada de un accidente grave, o los ojos vidriosos de algunos personajes, en pleno trance de enfrentarse a la muerte constituyen un resumen cruento y radical de lo efímero (y a veces absurdo) final de la vida. 







La muerte (o las circunstancias que pueden terminar en ella) ha sido siempre uno de los grandes temas del arte. Baste  recordar las crucifixiones o los Cristos yacentes, que se repiten a millares en el arte cristiano. Leonardo da Vinci estaba obsesionado por representar el momento exacto en el que se producía la muerte, y era asiduo asistente de primera fila en todas las ejecuciones públicas. Junto con el amor, la muerte es uno de los temas más representados en el arte de todos los tiempos. El estudio de color de la carnadura en las circunstancias de agonía o del cadáver son magistrales. Y las obras de Saville un importante testimonio de la muerte en nuestra época.  


Jenny Saville: Still (2003) 

La obra "Still" de Jenny Saville al lado de "Hombre desnudo de espaldas"
de Lucien Freud. Obsérvese el gran tamaño de las obras de Saville. 



Jenny Saville: 



martes, 4 de junio de 2019

Jenny Saville (I): Labios cuarteados








Jenny Saville

Hyphen (detalle)(1999)

Óleo sobre lienzo.  
Colección privada 



Jenny Saville (Cambridge 1970) es una pintora británica contemporánea, miembro del grupo Young British ArtistsEstudió en la Glasgow School of Art (1988-1992), y se le concedió una beca de seis meses para la Universidad de Cincinatti, donde según propia confesión, tuvo la oportunidad de observar a muchas mujeres obesas, lo que le  inspiró una buena parte de su obra. Saville acabó su formación en la Slade School Of Fine Art (1992-1993). Sus obras, en gran formato están influídas por la pintura de Rubens y por la de Lucien Freud, con perspectivas poco usuales y grandes pinceladas sueltas, centrándose en heridas o imperfecciones cutáneas o en las zonas genitales. 



Jenny Saville: Mouth (estudio)
Saville se ha destacado por la pintura de figuras, especialmente la figura femenina desnuda, que representa de forma figurativa tradicional. Sin embargo la visión de Saville no es como en el caso de la mayoría de desnudos de la historia del arte, una mirada estética o erótica. Saville representa el cuerpo femenino sufriente, reflejando accidentes de tráfico, hospitalizaciones, intubaciones... También nos muestra la insatisfacción que provoca tener un cuerpo lejano de los cánones de belleza impuestos en nuestro tiempo: mujeres atrapadas en un cuerpo con una obesidad mórbida, o el frecuentemente doloroso e incierto camino de someterse a la cirugía plástica. Otro tema de Jenny Saville han sido el sufrimiento identitario latente de muchas personas transexuales. 


                     Jenny Saville: Mouth (estudio)
Esta peculiar visión le ha permitido reinventar la pintura de figuras y recuperar su posición en el contexto de la historia del arte. En octubre de 2018 Saville se convirtió en la artista viva que ha alcanzado una cotización más alta en una subasta: En Sotheby's, su obra Propped (Apoyada) fue adjudicada por 10,8 millones de euros. 


Detalle de una obra de Jenny Saville
Hoy comentaremos uno de los aspectos de las pinturas de Saville: estudios o visiones parciales sobre los labios, que aparecen resecos o cuarteados, cosa que puede verse con frecuencia en operados, accidentados o hospitalizados. Saville representa con detalle estas queilitis, no olvidando las grietas irregulares, la piel seca, el aspecto deshidratado del conjunto. En otras ocasiones los labios aparecen hinchados, eritematosos e inflamados como consecuencia de un traumatismo, no faltando en estos casos heridas y desgarros de la mucosa labial. 

En próximas entradas comentaremos algunas de las mujeres accidentadas, operadas o obesas en la obra de esta interesante pintora. 






Jenny Saville: Rosetta II. Óleo sobre papel de acuarela 282 x 187,5 cm.
Colección particular 



Jenny Saville: Life through a microscope



lunes, 3 de junio de 2019

¿Es posible broncearse tras la ventana?


Resultat d'imatges de edward hooper sol de mañana y reflexión




Edward Hooper 

Sol de mañana


 Óleo sobre lienzo 71,5 x 101,98 cm  
Colección particular



Edward Hooper (1882-1967) fue un pintor estadounidense que se distinguió por reflejar la soledad y la desazón de la vida en las grandes ciudades. Sus personajes, envueltas en un cierto misterio, nos transmiten una gran sensación de vacío, de incomunicación.  


Hooper: Habitaciones junto al mar. 
En esta pintura, Morning Sun, pinta a su modelo habitual Jo (Josephine). Una mujer solitaria, silenciosa y melancólica toma el sol sentada en una cama junto a una gran ventana que deja entrever un paisaje urbano de una ciudad americana. El cuadro es hermosamente austero, como suelen ser las pinturas de Hooper. La habitación, sin ornamentos, marca el contraste entre el interior y el exterior. La luz de la mañana llena totalmente el cuadro. La postura de la mujer recuerda a las que son habituales en las playas. El sol acaricia sus piernas, que la mujer expone en un intento de tomar el sol sin tener que abandonar su apartamento.  Una imposible imitación de una playa en medio de la selva de cemento y vidrio.  


Dibujo preparatorio para "Sol de mañana".  Todos los detalles de las obras
de Hooper están muy estudiados. No se deja nada a la improvisación. 


En primavera, los días de sol abundan pero las temperaturas todavía son bajas. El verano es ya inminente, por lo que muchos querían ya ponerse morenos. Es frecuente preguntarse si es posible broncearse tras los cristales de una ventana. Si fuera posible, se podría tomar el sol tras los cristales, salvaguardados de peligrosas corrientes de aire. 


Jean Metzinger: Mujer con frasco sentada en la ventana. 

Sin embargo, la respuesta es que si la finalidad es que la piel se broncee, no vale ponerse tras un cristal. Las ventanas filtran la radiación solar (UVB). Más potentes que la radiación ultravioleta de tipo A (UVA), se absorben principalmente en la superficie de la piel, de los cuales solo el 10% llega a la dermis. O sea que no hay que esperar ponerse morenos haciendo el lagarto tras la ventana. La buena noticia es que tras la ventana, tampoco sufriremos ningún eritema solar (provocado por los UVB). 



Salvador Dalí: Muchacha en la ventana (1925)
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. 
Madrid

Sin embargo, aunque los rayos estemos tras un vidrio, no estamos del todo seguros detrás de una ventana, a menos que su vidrio tenga un filtro especial para los rayos ultravioletas. Los cristales permiten el paso de una fracción de UVA. Otro tipo de radiación ultravioleta que, como la anterior, puede tener efectos adversos. Los UVA, que son mucho más abundantes en la luz solar que los UVB, hasta el 40% y llegan a capas profundas de la epidermis. Son los principales responsables del envejecimiento de la piel y de la aparición de cataratas.




Edvard Munch: Chica mirando por la ventana
(1892) Art Institute of Chicago


En 2016, un estudio realizado en los Estados Unidos ya había hecho sonar la alarma. Las ventanas de los coches tampoco protegen eficazmente de los rayos UVA, según  este estudio realizado por un especialista estadounidense en oftalmología y publicado en  JAMA Ofthalmology El equipo visitó varios concesionarios de automóviles usados ​​en California. Usando un aparato especial midieron la penetración de los UVA en 29 modelos de coches producidos por 15 fabricantes diferentes entre 1990 y 2014. Se realizaron diversas mediciones dentro y fuera del vehículo en el parabrisas delantero y las ventanas laterales. El resultado fue que el parabrisas era bastante eficaz para filtrar los rayos ultravioleta (bloquea al 96%). Pero este no era el caso de los vidrios laterales del lado conductor y pasajeros, que solamente los bloquean en un 71% de media (en algunos casos, baja todavía más y pueden llegar hasta un 55%. Además contrariamente a lo que mucha gente cree, los vidrios tintados no protegen mucho de los UVA: el color oscuro de los cristales filtra la luz visible. Para detener a la radiación UVA los cristales no tienen que ser oscuros: para parar el derroche de luz, debería estar pintado de tonos claros. O sea que una pequeña parte de radiación UV puede atravesar parcialmente el vidrio. 


Xavier Sierra Valentí


Salvador Dalí: Muchacha mirando por la ventana




Los 20 mejores cuadros de Edward Hooper