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jueves, 6 de diciembre de 2018

Melampo y las hijas de Preto (II): Vitíligo, alopecia y neurodermitis.








Melampo y Preto en el templo de Artemis 
(s. I d.C)

Camafeo engastado en un anillo de oro 

Médailles et Antiques de la Bibliothèque Nationale de Francia



En una entrada anterior comentamos el mito de Melampo y de las hijas de Preto, y como las tres chicas fueron castigadas por su presunción y altivez con un transtorno mental por el que se creían vacas y con diversas enfermedades de la piel. En este camafeo  romano aparecen las tres muchachas afectas de trastornos mentales y cutáneos. Tras ellas, Melampo, con barba y de pie, lleva una rama de laurel y un lechón, que piensa ofrecer a los dioses en sacrificio para propiciar la curación. En el extremo derecho aparece una ninfa de las aguas, indicio de que probablemente se recurrió a algún tipo de hidroterapia en el proceso curativo. 


Melampo y las hijas de Preto. Grabado del s. XIX extraído de una cerámica griega. Las tres chicas rodean el altar de la diosa, mientras que el afligido padre aparece sentado y preocupado en el ángulo izquierdo superior. Melampo (con barba( se dirige a curarlas de sus males. Médailles et Antiques de la Bibliothèque Nationale de Francia

Por los síntomas descritos en los textos podemos identificar las enfermedades cutáneas con la alopecia areata, el vitíligo y ciertas ulceraciones acompañadas de prurito. De hecho las manchas de vitíligo pueden recordar la piel manchada de las vacas. Además es cierto que tanto la alopecia como el vitíligo se asocian frecuentemente con transtornos psicológicos, que pueden desencadenar estas dermatosis.  Y las ulceraciones pruriginosas podrían corresponder a neurodermitis provocadas también por causas psicógenas.  


Helleborus niger (1613) Grabado del libro Hortus aeyenstettensis



El eléboro (Helleborus niger) era una planta muy usada en la Antigüedad para tratar trastornos mentales. Los glucósidos del eléboro se utilizan actualmente para tratar afecciones del sistema nervioso central, como catárticos y diuréticos, y como antitumorales. Deben ser estrictamente controlados  médicamente, ya que contiene también glicósidos venenosos, como la helleborina, que actuan sobre el ritmo cardíaco y que pueden ser tóxicos mortales a determinadas dosis. 







miércoles, 5 de diciembre de 2018

Melampo y las hijas de Preto (I): el mito





Glyn Warren Philpot 

Melampo y el centauro 
(1919)

Óleo sobre lienzo. 121,9 x 204,3 cm
Glasgows Museums  



Según la mitología, Melampo era un adivino y curandero griego. Hesíodo le dedicó un poema, la Melampodia, desaparecido en la actualidad. Su nombre (en griego Μέλαμπους, «el de los pies negros») derivaba de un accidente dermatológico que sufrió cuando era niño: se quedó dormido a la intemperie y el sol le quemó los pies que quedaron con una coloración muy oscura. ¡Con razón se los dermatólogos advertimos tantas veces de los peligros del sol! 

A Melampo se le atribuían muchos hechos legendarios, como que tenía la virtud de comprender la lengua de los pájaros y de los otros animales. 


En Argos reinaba el rey Preto, que tenía tres hijas tan hermosas, que todos los helenos las pedían por mujeres. Pero eran muy orgullosas, jactanciosas y poco piadosas. Un día las tres hermanas entraron en el templo de Hera, y se burlaron de la austeridad del recinto, que no disponía de la rica ornamentación a la que ellas estaban acostumbradas en el fastuoso palacio de su padre. La diosa, ofendida por el escarnio, castigó a las impías doncellas con enfermedades de la piel y una locura por la que se creían vacas, y las muchachas echaron a correr mugiendo por el campo. Además les entró un gran furor sexual e iban acosando a pastores y campesinos. 
Preto, el padre de las chicas, estaba muy apenado. Conociendo la fama del vidente y curandero Melampo, lo hizo llamar y le suplicó que curase a sus desgraciadas hijas. Melampo le pidió que si lo hacía, como pago quería un tercio de su reino.  
Al codicioso Rey le pareció aquello demasiado y no aceptó el trato. Pero los síntomas de las muchachas eran cada vez más graves. Su locura se contagió a las demás mujeres que abandonaron sus casas y, tras matar a sus propios hijos, se lanzaron a una vida errante, profiriendo grandes mugidos como las tres hermanas.


Jarra de cerámica ática representando a Melampo
con las tres prótides. Museo Nazionale di Archeologia.
Nápoles
Cuando el mal había llegado a las máximas proporciones. Preto, acosado por el miedo, volvió a llamar a Melampo y le pidió ayuda, prometiéndole ahora el tercio de su reino. Pero el adivino se negó a auxiliarle a menos que Preto asegurase a su hermano Biante otro tercio de sus dominios. Por muy gravosa que pareciese al rey la condición, acabó cediendo, temeroso de que si seguía vacilando, Melampo le exigiese al fin todo el reino. Enton­ces Melampo realizó sacrificios para calmar la furia de Hera y reuniendo a un grupo de jóvenes vigorosos y decididos, los llevó consigo a la sierra a capturar a las desdichadas jóvenes. Durante la persecución murió la mayor de las hijas de Preto, pero las otras dos se curaron comple­tamente de su demencia, gracias a que Melampo les administró un compuesto de eléboro, una planta con actividad terapéutica. 

Pero de eso trataremos en la próxima entrada


viernes, 18 de mayo de 2018

Canas y sistema inmune






Quentin Massys

Vieja mesándose el cabello 
(detalle)
(Después de 1553) 

Óleo sobre tabla de roble 55 x 40 cm
Museo del Prado. Madrid 



La edad de la vida en la que los cabellos se vuelven grises es muy variable. Algunos tardan en encanecer, mientras que otros comienzan en plena juventud. Dejando aparte el lógico efecto de la edad, ya hemos comentado en otra entrada del blog el súbito encanecimiento de todo el cabello que sufrió María Antonieta, la noche antes de ser guillotinada (y que dió nombre al llamado síndrome de María Antonieta). En otros casos, sin llegar a ser total, se presentan algunas canas de golpe, tras una temporada de estrés o tras sufrir algún proceso infeccioso. Y así es recogido por las creencias populares que atribuyen a los disgustos o preocupaciones la aparición de cabellos blancos. Pero ¿podemos establecer una relación real entre estos procesos y la aparición de pelo cano? 


Jean Claude Naigeon.
Retrato de un viejo.
Según los trabajos de un grupo de investigadores norteamericanos publicados recientemente en la revista PLOS Biology, parece ser que sí. Uno de los mecanismos que estaría implicado en este proceso sería un gen sensible a las reacciones inmunitarias, llamado Mitf

El bulbo del cabello o cabello posee en su base una reserva de células madre precursoras de melanocitos. Una vez que éstas células maduran y se transforman en melanocitos, pueden producir melanina, el pigmento que proporciona su color al cabello. Si se pierden estas células madre, se ocasiona una carencia de melanocitos productores de melanina y el pelo crece sin pigmentación, y por lo tanto será de color blanco o gris.


Max Beckmann: La vieja actriz.
En la década de 1980, varios estudios realizados en ratones habían observado que la exposición a un virus podía provocar un encanecimiento prematuro de los animales. Dedujeron que debía haber una relación entre la activación del sistema inmune y la disfunción de los melanocitos o de sus células madre. 
Cuando el sistema inmunitario detecta una infección por parte de un virus o una bacteria, entra en acción. Todas las células del organismo tienen, de hecho, la capacidad de detectar ‘invasores’ y al hacerlo, responden produciendo unas moléculas de señalización, llamadas interferones, cuya función es precisamente activar las defensas del organismo: les dicen a otras células que entren en acción encendiendo la expresión de los genes que inhiben que los virus se repliquen, activan las células inmunes y aumentan las defensas del huésped.
Gustav Klimt: Retrato de un viejo. 
Los investigadores descubrieron que esa respuesta del sistema inmunitario frente a ataques víricos o bacterianos afecta a una proteína, llamada MITF, que precisamente es la que ayuda a los melanocitos a funcionar correctamente, produciendo melanina. Cuando se dispara la respuesta inmunitaria, la proteína MITF deja de controlar la respuesta del interferón en las células madre de los melanocitos. Así se inhibe la producción de melanina, y en consecuencia, el cabello pierde su color y aparece blanco o gris. 
Este nuevo descubrimiento sugiere que los genes que controlan el pigmento en piel y pelo también funcionan para controlar el sistema inmunitario innato. Estos resultados podrían aumentar nuestra comprensión de la aparición de canas pero si podemos profundizar en el estudio de esta conexión, también podremos comprender mejor los mecanismos que producen las enfermedades de la pigmentación en las que participa el sistema inmunitario, como el vitíligo, por ejemplo. 


Bibliografía 

Por qué te salen canas si estás estresado? La Vanguardia 07/05/2018 
http://www.lavanguardia.com/ciencia/cuerpo-humano/20180507/443305704630/canas-estres-sistema-inmunitario.html

Gaubert C. Infections et stress peuvent-ils accélérer l'apparition des cheveux gris ? Science et avenir 07/05/2018 
https://www.sciencesetavenir.fr/sante/dermato/l-apparition-des-cheveux-gris-serait-favorisee-par-les-reactions-immunitaires_123759

Harris ML, Fufa TD, Palmer JW, Joshi SS, Larson DM, Incao A, et al. (2018) A direct link between MITF, innate immunity, and hair graying. PLoS Biol 16(5): e2003648. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.2003648 
http://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.2003648

martes, 10 de noviembre de 2015

Mary Sabina, la pequeña damisela moteada






 Mary Sabina
(s. XVIII)

Óleo sobre lienzo. 
Hunterian Museum (Royal College of Surgeons)
Londres 




El piebaldismo es una rara condición genética (autosómica dominante) en la que hay áreas despigmentadas en la piel (leucodermia), de distribución más o menos simétrica, por ausencia de melanocitos. En las zonas pilosas el pelo aparece blanco (poliosis). El aspecto de los sujetos que padecen este transtorno, recuerda al de un vitíligo generalizado. El piebaldismo se debe a un gen  KIT cromosoma 4q12 que impide la migración de los melanoblastos a la epidermis, donde se deberían convertir en melanocitos. El nombre de piebaldismo se tomó por similitud a los caballos pintos o píos que presentan una capa con grandes manchas. 

Mary Sabina nació el 12 de octubre de 1736. Sus padres Patrona y Martiniano eran una pareja de esclavos negros en la hacienda Mantua, regida por los jesuitas en la ciudad de Cartagena de Indias (hoy Colombia). Los padres de Mary debieron ser capturados en África y embarcados rumbo a Sudamérica para convertirse en esclavos de la plantación. Los hijos de los esclavos eran también considerados esclavos y solían seguir trabajando en la misma hacienda. 

José Gumilla, el jesuita que se encargaba de la enfermería en la plantación se entrevistó con su madre, cuando la niña contaba seis meses de edad, para indagar sobre las posibles causas del extraño fenómeno. Patrona le comentó que había convivido con un perro con manchas blancas y negras durante su embarazo, y que creía que lo que sucedía a la niña tenía que ver con eso. El padre Gumilla le encareció que cuidara bien a su hija y que la protegiera de las malas intenciones que podía despertar en algunos desaprensivos. 

La fama de Mary Sabina se expandió rápidamente. Según los retratos que nos han llegado, era una guapa chica, y eso aumentaba fascinación por el variado color de su piel y pelo. Se convirtió en una celebridad en Cartagena. Al parecer llegaron a conocerla como "nuestra pequeña damisela moteada"

No conocemos muchos detalles sobre la vida de Mary Sabina, pero su imagen se convirtió en un icono para ilustrar el piebaldismo. Un grabado - que la representa en una pose similar al cuadro que aportamos - fue incorporado para ilustrar el famoso libro "Histoire Naturelle" del naturalista George-Louis Leclerc, Conde de Buffon en 1777.

Mary nunca visitó Europa, pero su retrato fue copiado y difundido en numerosas versiones. La presente pintura viajó desde Cartagena a Norteamérica y fue incorporada a colecciones privadas francesas, llegando posteriormente a Inglaterra. Tras desaparecer durante muchos años y reapareció más tarde, siendo donada al museo en 1858 por el ilustre dermatólogo Erasmus Wilson.  

Otra versión del retrato de Mary Sabina forma parte de la  Colección Colonial Williamsburg en America.