lunes, 18 de septiembre de 2023

Paludismo

versió catalana | versión española







Antoine-Auguste-Ernest Hebert 


Malaria 
(1848-1850)

Óleo sobre lienzo
193 x 135 cm
Musée d'Orsay. Paris. 




Antoine-Auguste-Ernest Herbert (1817-1908), fue un destacado representante del Romanticismo francés. Natural de Grenoble,  su pintura se caracteriza por un gran uso de la luz y el color, representando sobre todo escenas campesinas, con cierto melancólico lirismo, en las que destaca la serenidad de los personajes. También cultivó el retrato. Herbert fue discípulo del pintor parisino Paul Delarauche (1797-1856), quien contribuyó notablemente en el desarrollo un estilo muy personal, que también se vio fuertemente influenciado por el ambiente artístico de Italia, donde vivió durante más de treinta años. 

 

En Italia se inspiró para realizar el cuadro “Malaria” (1848-1850) que le otorgaría gran fama a nivel internacional. En la escena, bajo una luz crepuscular, un grupo de personas sobre una barca, navegan por el río huyendo de un foco palúdico que se ha desatado en alguna región próxima. Un hombre, situado de espaldas al espectador, mira ansioso el horizonte y dirige la barca y el destino de los embarcados, entre los que podemos ver varias mujeres y un niño de corta edad. La melancólica escena y la resignación de los personajes contrasta con la gravedad del momento que vivía la población ante la propagación de la enfermedad. 


La malaria o paludismo constituyó un grave problema en las zonas pantanosas de Italia y de toda la Europa meridional. El italiano Francesco Torti (1658-1741) fue quien puso nombre a la enfermedad (malaria), ya que creía que el origen de la enfermedad se debía a los residuos y miasmas evaporados de los ríos, lagunas y áreas pantanosas. Esta relación con los pantanos y zonas palúdicas originó también el nombre de paludismo con la que también se conoce el mal. Herbert presenció frecuentemente este tipo de situaciones y las migraciones que ocasionaban para huir de la enfermedad. 




Ciclo del Plasmodium, agente productor de la malaria

El ciclo de Plasmodium es bastante complicado. Podríamos resumirlo de forma simplificada así: 

1) Los mosquitos contraen el paludismo al picar a un ser humano enfermo de  paludismo. El mosquito retiene sangre en su estómago donde crece Plasmodium. Luego, los parásitos se desplazan a las glándulas salivales del mosquito. A partir de la saliva infectada el mosquito puede infectar a un humano mediante su picadura.

2) Tras la picadura de un mosquito infectado, un humano sano contrae la enfermedad. Plasmodium entra en contacto con la sangre del huésped y llega así al hígado. En las células del hígado, los parásitos se multiplican. 

3) Las células más tarde eclosionan, y al reventarse dejan sueltos miles de nuevos parásitos que pasan a infectar más glóbulos rojos. Esta eclosión provoca un brote de fiebre alta en el huésped. La fiebre puede ser cada tres días (terciana) o cada cuatro días (cuartana) ya que según las especies de Plasmodium varía la velocidad del ciclo. 

Se conocen unas 175 especies de Plasmodium, de las cuales las que afectan más frecuentemente a los seres humanos son: :

  • P. falciparum (causa la malaria terciana maligna).
  • P. vivax (causa más frecuente de la malaria terciana benigna).
  • P. ovale (causa menos frecuente de la malaria terciana benigna)
  • P. malariae (causa la malaria cuaternaria benigna).

La mayoría de los casos actuales (438.000 muertes al año, actualmente) están producidos por P. falciparum (+ de 75%) y P. vivax (20 %). 

El paludismo constituyó un grave problema sanitario desde la Antigüedad. Ya sale citado en en el texto de medicina china Neijing (c 2700 a.C.), en tablillas de arcilla de la biblioteca Asurbanipal en Mesopotamia (c 2000 a. C.) y en el papiro egipcio de Ebers (circa 1570 a.C.)

En la antigua Grecia, Hipócrates (460-370 a.C.) en su libro Epidemias clasificó las fiebres periódicas en cotidiana (diaria), una con fiebres recurrentes cada tres días (terciana benigna) y otra con fiebres al cuarto día (cuartana). 

Hacia 100 d. C., el romano Lucio Columela asoció animaculi invisibles con las fiebres: 
«Tampoco conviene que haya laguna cerca de los edificios, ni camino real, porque aquella despide con los calores un vapor pestilencial y produce enjambres espesísimos de insectos que vienen volando sobre nosotros armados de aguijones dañinos […] son causa muchas veces de que se contraigan unas enfermedades desconocidas, cuyos motivos ni aun los médicos pueden descubrir». 

En 1880 se descubrió el agente causal de la malaria. Alphonse Laveran, un cirujano del ejército francés que estaba de servicio en Argelia. Laveran solía observar muestras de sangre fresca, contrariamente a la tendencia de la época en que la mayoría de los médicos utilizaban fijadores químicos que evitaban que las estructuras celulares se descompusieran, pero a costa de matar el movimiento de los microbios. Ese día en particular, Laveran dejó el microscopio por un tiempo y cuando regresó, la muestra de un paciente con malaria estaba llena de plasmodios retorcidos, posiblemente gametos masculinos que tomaron la disminución de temperatura como señal de haber salido del cuerpo humano y estar dentro de un mosquito, donde podrían encontrar gametos femeninos. Los trabajos de Laveran hicieron que se le concediera el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1907. Pero Laveran agregó otra atrevida y, en ese momento, ignorada especulación: que la malaria era transmitida por mosquitos.



Charles-Louis-Alphonse Laveran (1845-1922),
descubridor del parásito causante del paludismo. 

Esta suposición de Laveran fue confirmada poco después. En 1897 el británico sir Ronald Ross, un cirujano militar que trabajaba en Secunderabad (India), demostró que el paludismo era transmitida por mosquitos del género Anopheles, que actuaban como vectores. Su picadura transmitía diferentes especies de Plasmodium, agente causante de la infección. También, un año más tarde lo corroboró el italiano Giovanni Battista Grassi. Como tantas veces en la Historia de la Medicina esto generó una agria disputa entre las escuelas inglesa e italiana sobre la autoría del descubrimiento. 

Con la eliminación de los mosquitos vectores, el paludismo fue erradicado de la mayoría de zonas endémicas de Europa. Aunque las transformaciones ambientales producidas por el cambio climático hacen temer un posible regreso del paludismo a algunas zonas de nuestro país.  

___________________________________


Paludisme

 




Antoine-Auguste-Ernest Hebert 


Malària 
(1848-1850)

Oli sobre tela
193 x 135 cm
Musée d'Orsay. Paris. 




Antoine-Auguste-Ernest Herbert (1817-1908), va ser un destacat representant del Romanticisme francès. Natural de Grenoble, la seva pintura es caracteritza per un gran ús de la llum i el color, representant sobretot escenes camperoles, amb cert lirisme malenconiós, en les que destaca la serenitat dels personatges.

També va cultivar el retrat. Herbert va ser deixeble del pintor parisenc Paul Delarauche (1797-1856), qui va contribuir notablement al desenvolupament d’un estil molt personal, que es va veure molt influenciat per l'ambient artístic d'Itàlia, on va viure durant més de trenta anys.

A Itàlia es va inspirar per pintar el quadre Malària (1848-1850) que li atorgaria una gran fama a nivell internacional. A l'escena, sota una llum crepuscular, un grup de persones sobre una barca, naveguen pel riu fugint d'un focus palúdic que s'ha desfermat en alguna regió propera. Un home, situat d’esquena a l’espectador, mira ansiós l’horitzó i dirigeix ​​la barca i el destí dels embarcats, entre els quals podem veure diverses dones i un nen de poca edat. La malenconiosa escena i la resignació dels personatges contrasta amb la gravetat del moment que vivia la població davant la propagació de la malaltia.

La malària o el paludisme va esdevenir un problema greu a les zones pantanoses d'Itàlia i de tota l'Europa meridional. L'italià Francesco Torti (1658-1741) va ser qui va posar nom a la malaltia (malària), ja que creia que l'origen de la malaltia es devia als residus i miasmes evaporats dels rius, llacunes i àrees pantanoses. Aquesta relació amb els pantans i zones palúdiques va originar també el nom de paludisme amb què també es coneix el mal. Herbert va presenciar freqüentment aquest tipus de situacions i les migracions que causaven per fugir de la malaltia.


Cicle de Plasmodium, agent productor de la malària


El cicle del Plasmodium és força complicat. Podríem resumir-lo de manera simplificada de la següent manera:

1) Els mosquits contrauen el paludisme en picar un ésser humà malalt de paludisme. El mosquit reté sang al seu estómac, a on Plasmodium creix.
Després, els paràsits es desplacen a les glàndules salivals del mosquit. A partir de la saliva infectada el mosquit pot infectar un humà mitjançant la seva picada.

2) Després de la picada d'un mosquit infectat, un humà sa contrau la malaltia. Plasmodium entra en contacte amb la sang de l'hoste i arriba així al fetge.
A les cèl·lules del fetge, els paràsits es multipliquen.

3) Les cèl·lules més tard esclaten, i en rebentar-se deixen anar milers de nous paràsits que infecten més glòbuls vermells. Aquesta eclosió provoca un brot de febre alta a l'hoste. La febre pot ser cada tres dies (terciana) o cada quatre dies (quartana) ja que segons les espècies de Plasmodium varia la velocitat del cicle.

Es coneixen unes 175 espècies de Plasmodium, de les quals, les que afecten més freqüentment als éssers humans són:

P. falciparum (causa la malària terciana maligna).
P. vivax (causa més freqüent de la malària terciana benigna).
P. ovale (causa menys freqüent de la malària terciana benigna)
P. malariae (causa la malària quaternària benigna).

La majoria dels casos actuals (438.000 morts a l'any, actualment) estan produïts per P. falciparum (+ de 75%) i P. vivax (20%).

El paludisme va constituir un problema sanitari greu des de l'Antiguitat. Ja surt  citat al text de medicina xinesa Neijing (c 2700 a.C.), a les taules d'argila de la biblioteca Asurbanipal a Mesopotàmia (c 2000 a. C.) i al papir egipci d'Ebers (circa 1570 a.C.)

A l'antiga Grècia, Hipòcrates (460-370 a.C.) al seu llibre Epidèmies va classificar les febres periòdiques en quotidiana (diària), una amb febres recurrents cada tres dies (terciana benigna) i una altra amb febres al quart dia (quartana).

Cap a l’any 100 d. C., el romà Lucio Columela va associar animaculi invisibles amb les febres:

«Tampoc no convé que hi hagi cap llacuna a prop dels edificis, ni camí real, perquè amb les calors acomiaden un vapor pestilencial i produeix eixams espessíssims d'insectes que venen volant sobre nosaltres armats de fiblons nocius […] són moltes vegades la causa que es contreguin malalties desconegudes, els motius de les quals ni els metges poden descobrir».

El 1880 es va descobrir l'agent causal de la malària. Alphonse Laveran, un cirurgià de l'exèrcit francès que estava de servei a Algèria, solia observar mostres de sang fresca, contràriament a la tendència de l'època en què la majoria dels metges utilitzaven fixadors químics que evitaven que les estructures cel·lulars es descomposessin, però que matavan els microbis i impedien veure els seus moviments.

Un dia, Laveran va deixar el microscopi per un temps. Quan va tornar, la mostra d'un pacient amb malària estava plena de plasmodis recargolats, possiblement gàmetes masculins que van prendre la disminució de la temperatura ambient com a senyal d'haver sortit del cos humà i estar dins d’un mosquit, on podrien trobar gàmetes femenins. Els treballs de Laveran van fer que se li concedís el Premi Nobel de Fisiologia o Medicina el 1907. Però Laveran va afegir una altra atrevida i, en aquell moment ignorada especulació: que la malària era transmesa per mosquits.


Charles-Louis-Alphonse Laveran (1845-1922),
descubridor del paràsit causant del paludisme. 


Aquesta suposició de Laveran va ser confirmada poc després. El 1897 el britànic sir Ronald Ross, un cirurgià militar que treballava a Secunderabad (Índia), va demostrar que el paludisme era una malaltia transmesa per mosquits del gènere Anopheles, que actuaven com a vectors. La seva picada transmetia diferents espècies de Plasmodium, agent causant de la infecció. Un any més tard també ho va corroborar l'italià Giovanni Battista Grassi. Com tantes vegades a la Història de la Medicina això va generar una agra disputa entre les escoles anglesa i italiana sobre l'autoria del descobriment.

Amb l'eliminació dels mosquits vectors, el paludisme va ser eradicat de la majoria de zones endèmiques d'Europa, tot i que les transformacions ambientals produïdes pel canvi climàtic fan témer un possible retorn del paludisme a algunes zones del nostre país.