miércoles, 25 de septiembre de 2019

Del mosaico al mosaicismo (y X): Mosaicismo genético







Anónimo

María, Madre de Dios 


Mosaico de opus tesellatum
Basílica de Santa Sofía de Constantinopla 
Estambul 




En anteriores entradas hemos comentado las diferentes técnicas de mosaicos romanos. Sólo cabe añadir que el arte del mosaico se prolongó después en el Imperio Bizantino. Tras las guerras iconoclastas en las que se dirimió la cuestión de si se podía representar la figura de Dios y los santos, se llegó a un pacto: las santas figuras se podrían representar solamente en dos dimensiones y reproduciendo siempre unos esquemas preestablecidos. Así no se volvería a rendir culto a los dioses paganos (representados por lo general en estatuas de bulto redondo y desnudos). Es por esta razón que en Bizancio solamente se representan las imágenes divinas en mosaicos y en iconos de dos dimensiones. Y son tan idénticas las figuras que es un auténtico problema datarlas con exactitud: un icono del s. XIV puede ser igual a uno del s. XVIII. 




Pantocrator de mosaico. San Salvador de Chora. Estambul. 


Pero vamos con el mosaicismo, una palabra de genética que se deriva de la palabra mosaico. El término mosaicismo genético (o mosaico genético) se  se utiliza para describir la presencia de más de un tipo de célula en una persona con distinto genotipo (dos o más líneas celulares), originadas a partir de un mismo cigoto.  Por ejemplo, una persona puede tener algunas de las células de su cuerpo con 46 cromosomas, mientras que otras células de su cuerpo pueden tener 47 cromosomas. Un ejemplo de mosaicismo en el síndrome de Down con alteración cromosómica en mosaico. Las células tumorales son también un tipo de mosaicismo. La detección del mosaicismo se suele realizar característicamente mediante cariotipado convencional


Pantocrator bizantino de mosaico.
Cúpula del monasterio de Dafní (Grecia)
El fenómeno del mosaico genético fue descubierto por Curt Stern, durante la década de 1930, período en el cual demostró que la recombinación genética característica de la meiosis puede ocurrir a su vez durante la mitosis. La primera vez que se usó el término "mosaico genético" fue en 1956, cuando C. W. Cotterman en su artículo sobre variación antigénica (
Somatic mosaicism in healthy human tissues). El término deriva de los mosaicos ornamentales: de la misma manera como un mosaico está confeccionado con teselas de diversos colores, así los mosaicismos están compuestos por células de diferente tipo.  


Mosaicismo en el síndrome de Down. 

El mosaicismo puede llevar asociado diversos síndromes: 

  • Síndrome de Down con mosaicismo: Aproximadamente el 95% de las personas con síndrome de Down tienen trisomía 21, es decir, un cromosoma 21 adicional en cada célula de su cuerpo. Un 3-4% por ciento de los afectados de síndrome de Down padecen síndrome de Down por translocación. Esto significa que el cromosoma 21 adicional, o parte de él, está adosado a otro cromosoma. El 1 y 2 por ciento restante de las personas con síndrome de Down tienen una alteración cromosómica en mosaico, por consiguiente, se deduce que tienen por lo menos dos tipos de células; algunas con el número normal de cromosomas (un total de 46) y otras con un cromosoma 21 adicional (un total de 47). 


  • Síndrome de Turner con mosaicismo. Los individuos afectados tienen un cariotipo 45,X, aunque la mayoría son mosaicos.


  • Síndrome de Klinefelter con mosaicismo: También llamado 46/47 mosaico de XY/XXY. Algunas de las células del paciente contienen los cromosomas de XY, y algunas contienen los cromosomas de XXY. La anotación de 46/47 indica que las células de XY tienen el número normal de 46 cromosomas totales, y las células de XXY tienen 47 cromosomas totales.


  • Síndrome de triple X con mosaicismo.

Entre las causas frecuentes de mosaicismo están la no disyunción en una división mitótica postcigótica temprana, un fenómeno de lionización, una anafase retardada y la endoreplicación. El retraso en la anafase parece ser el principal proceso por el que se produce mosaicismo en la preimplantación del embrión. El mosaicismo también puede resultar de una mutación durante el desarrollo que se propaga a sólo un subconjunto de las células adultas. Este fenómeno se transmitirá a las células descendientes, pero no a las restantes, originando las dos poblaciones de células distintas.

Hablamos de mosaicismo cuando las distintas poblaciones celulares provienen del mismo cigoto. Es importaqnte diferenciar este fenómeno de las quimeras, en las que existe mezcla de dos o más tipos de material genético pero proveniente de diferentes cigotos. Aunque de quimeras ya hablaremos otro día. 



Bibliografía 

  • Cotterman C.W. Somatic mosaicism for antigen A2.
Acta Genet. Stat. Med. 1956; 6520-521




martes, 24 de septiembre de 2019

Del mosaico al mosaicismo: (IX) Opus vermiculatum

Mosaico de la Medusa. Museu Arqueològic de Tarragona. 




Medusa 


Mosaico opus vermiculatum 
Mármol, piedra calcárea, pasta 
de vidrio y cerámica sigillata 

Dimensiones 1,92 x 4,67 m 
Emblema: 57,7 x57 cm 

Museu Arqueològic de Tarragona 




En anteriores entradas hemos comentado las técnicas de opus tesellatum (mosaicos bicolores y de color). Trataremos hoy de la técnica más fina de los mosaicos: el opus vermiculatum, reservado a los trabajos más finos y de mayor calidad.  


Detalle del mosaico de la Medusa, en el que se aprecian bien
las pequeñas teselas que caracterizan al opus vermiculatum
Comenzaré el comentario de hoy con uno de mis mosaicos romanos preferidos, el mosaico de Tarragona que tantas veces he ido a visitar. Es uno de los mosaicos más destacados de toda la provincia tarraconense, destacando la profunda mirada del personaje mitológico del mito de Perseo, que refleja a la perfección el maléfico poder de convertir en piedra a todo lo que miraba y que seguramente tenía una función protectora de la casa, además de ornamental. 

En la elaboración de este mosaico se advierte fácilmente las manos de dos artesanos. La variedad de colores y tonos utilizados es muy amplia, merced al tamaño, generalmente, reducido de las teselas (0'1 a 0'3 cm). Se cuentan veinticuatro tonos de los colores blancos, marrones, amarillos, verdes, azules negros y grises. Procede de la zona residencial de la ciudad, y formaba parte de la decoración pavimental de una domus, de donde fue trasladado al Museu Arqueológic de Tarragona en el año 1857, con motivo de las obras de la cantera del puerto moderno.
Retrato de dama. Museo Nazionale di Archeologia. Nápoles. 
El nombre de opus vermiculatum alude a su minuciosidad: "el trabajo del gusano", por la gran paciencia con la que había de disponer las pequeñísimas piezas. Estaba elaborado con teselas muy pequeñas, de menos de 4 mm. que permitía una representación muy naturalista. A veces se usaba para los medallones centrales de grandes mosaicos (en la cara de los personajes, por ejemplo) o para efectuar retratos de gran parecido de los propietarios de la casa. 

Generalmente el opus vermiculatum pretende poner énfasis en los detalles principales del diseño y en el primer plano de una obra, con un efecto de halo suave y fluido. A veces se utilizaba solo alrededor de la cabeza de una figura. Las teselas utilizadas solían ser cuadradas pero pueden ser de diferentes formas.


Mosaico de opus vermiculatum con un gato y dos patos. Museo Nazionale Romano. 


El opus vermiculatum era una técnica muy preciada practicada por apreciados especialistas y de alto precio, ya que eran un auténtico arte suntuario. Incluso el emperador Diocleciano llegó a regular los precios que los artistas mosaístas podían pedir por sus obras. Las tarifas se establecían por un baremo de cualificación previa de los artistas.  


El opus vermiculatum se originó en Grecia, un poco más tarde que otros métodos para elaboración de mosaicos. El primer ejemplo conocido es el mosaico de Sophilos de Thmuis (alrededor 200 a.C). El método se propagó por todo el mundo helenístico, como los mosaicos de la isla de Delos. También fue usado en Egipto para la decoración de tumbas (desde finales del siglo III hasta el siglo I a. C.) y en Siria se practicó esta técnica hasta épocas más recientes. 

El uso del opus vermiculatum decayó después del siglo I d. C., pero continuó empleándose para elaborar mosaicos romanos finos hasta el siglo IV, combinándose muchas veces con opus tesellatum: el emblema se realizaba en opus vermiculatum, lo que permitía realizar las caras con gran naturalismo, y en cambio los dibujos geométricos del resto seguían la técnica del opus tesellatum.  

Mosaico de los peces. Museo Archeologico Nazionale. Nápoles 

Fragmento de mosaico de Piazza Armerina (Sicilia) 

Mosaico de Afrodita. Kourion de Limassol, Chipre (gentileza de Coia Ibáñez Ferrater)Obsérvese el emblema central, de opus vermiculatum para representar el pasaje mitológico, contrastando con las cenefas del resto del mosaico en opus tesellatum


lunes, 23 de septiembre de 2019

Del mosaico al mosaicismo: (VIII) Los mosaicos de teselas de color








Leones atacando a un jabalí


Mosaico de opus tesellatum
Museo de El Jem (Túnez) 




En anteriores entradas hemos comentado las técnicas de construcción de mosaicos con teselas y uno de los tipos de estos mosaicos, el mosaico de opus tesellatum bicolor, en blanco y negro. Comentaremos hoy los mosaicos de colores, que suelen ser mucho más monumentales y vistosos. 

    Detalle del mosaico de Neptuno. Chebba s.II 
Museo del Bardo. Túnez. 
Este tipo de mosaico, muy ornamental representa escenas naturalistas, como algunas leyendas mitológicas, trabajos agrarios o escenas militares. Está confeccionado con pequeñas teselas de algo más de 4 mm. A veces, se combina con medallones de opus vermiculatum, llamados emblemas. En estas zonas los dibujos son mucho más finos gracias a que están elaborados con teselas de menor tamaño (menos de 4 mm), que permiten una representación mucho más afinada y precisa. 

Los mosaicos de opus tesellatum se propagaron por el Imperio a partir de mediados del s. II d.C., alcanzando gran difusión en los s. III y IV d.C. siendo especialmente frecuentes en Sicilia y norte de África. El museo del Bardo en Túnez reúne una abrumadora cantidad de mosaicos de color de excepcional calidad.


Gran mosaico ornamental con múltiples motivos vegetales y animales.
Museo de El Jem (Túnez) 

Mosaico con una escena de la caza de jabalí. Piazza Armerina. Sicilia. 

Mosaico de los días de la semana. Museo del Bardo. Túnez. 


Detalle del mosaico de Neptuno. Chebba s.II 
Museo del Bardo. Túnez. 


Aunque es menos habitual, algunos mosaicos de color
conservan los dibujos geométricos.
Mosaico del museo de Leptis Magna (Libia) 


Mosaico representando peces (se puede reconocer
una lubina y un salmonete, entre otros)
Museo Archeologico Nazionale. Nápoles. 
Museo de Sabratha (Libia)





Mosaico de Afrodita. Kourion de Limassol, Chipre (gentileza de Coia Ibáñez Ferrater)

Escena dionisíaca. Yacimiento Kourion de Limassol, Chipre 
(foto gentileza de Coia Ibáñez Ferrater)

Mosaico de la Villa de la Olmeda (Palencia)