viernes, 22 de julio de 2016

Tatuarse queloides

Cabeza con escarificaciones



Cabeza con escarificaciones queloideas

Cultura Ife. s. XII-XV
Museo de Dahlem. Berlín. 
 


La práctica de los tatuajes ornamentales ha sido habitual en numerosas civilizaciones desde tiempos antiguos. La piel ha servido de soporte a tatuajes decorativos, rituales o simbólicos y encontramos ejemplos de ello tanto en el Neolítico como en el Antiguo Egipto

A pesar de la repugnancia de civilizaciones como la romana o la griega, en las que solamente se tatuaban los esclavos o los prisioneros o la expresa prohibición de religiones como la judía, la práctica del tatuaje llegó a Occidente e incluso a algunos países islámicos (1, 2). Y en Oriente, los tatuajes gozan de gran predicamento y son motivo de rituales desde hace mucho tiempo. 


Terracota representando cabeza con queloides decorativos. Akra. Ghana.


Sin embargo, en la raza negra, la fuerte pigmentación de la piel hace difícil que la tinta de los tatuajes pueda verse claramente. En estos casos se ha recurrido tradicionalmente a una estratagema: la escarificación de la piel. Es conocida la tendencia a producir queloides en la raza negra, por lo que estas heridas superficiales tienden a evolucionar a cicatrices queloideas, es decir, cicatrices con relieve sobre la superficie del resto de la piel. Se obtiene así una marca en tres dimensiones que si bien no ofrece un contraste de color (como los tatuajes en las pieles claras) proporciona en cambio un dibujo sobrepujado. 


          
                            Diversas máscaras africanas con escarificaciones ornamentales (queloides)

Como que las cicatrices queloideas se producen más en aquellos casos en los que las heridas se infectan, es frecuente intentar - de forma intencionada - la sobreinfección de las escarificaciones. Para ello, con frecuencia se suelen restregar con tierra, arena o incluso boñigas de animales. 

La práctica de las escarificaciones continúa vigente en la actualidad - y en algunos casos se forman abigarrados dibujos - pero al parecer es una costumbre de hace bastante tiempo. Tenemos constancia, por las máscaras o estatuillas que se conservan de otras épocas, de la práctica de estas escarificaciones en diversas culturas africanas.

Hoy en día, en pleno auge de los tatuajes en el mundo occidental, las escarificaciones se han introducido como una técnica más de modificación corporal. Las escarificaciones se realizan con bisturís, recortando trozos de piel e incluso realizando quemaduras, lo que por cierto es uno de los métodos más seguros de conseguir un queloide. 


Escarificaciones africanas: 



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