lunes, 8 de mayo de 2023

La tragedia de la talidomida (II)

 versió catalana | versión española







Bonifatius Stirnberg 

Monumento a las víctimas 
de la talidomida
(2012)

Bronce 
Sede de Grunenthal. Stolberg 
Renania, Alemania 






Excluyendo las guerras, la talidomida ha sido la mayor catástrofe causada por acción del hombre y por supuesto el fármaco con peores efectos secundarios de toda la historia de la medicina. El juicio penal contra Grünenthal Chemie, fabricante de la talidomida, se inició el 27 de mayo de 1968 en la ciudad de Alsdorf, cerca de Aachen (Aquisgrán) en aquella época República Federal de Alemania. 

Grünenthal Chemie, a pesar de la evidencia, negó durante algún tiempo su vinculación con la tragedia, siendo secundado por gran parte de la industria farmacéutica. Los laboratorios tenían motivos para su complicidad, ya que si se aceptaba que un medicamento era el responsable de efectos secundarios graves podía elevar considerablemente las primas de seguros de la industria farmacéutica. 

El 21 de julio de 1969 los entonces directores de Chemie Grünenthal y su equipo de 40 abogados se reunieron en secreto con los políticos responsables del Ministerio de Salud Federal. El fundador del laboratorio, Hermann Wirtz, miembro prominente de una familia católica de Aquisgrán y filántropo, a quien se había excusado de asistir a las sesiones judiciales por razones de salud, acudió sin embargo a estos encuentros secretos, en los que no estuvieron presentes familiares o representantes de los afectados. En estas reuniones se buscó una «solución global» (se quiso evitar la expresión «solución final», por sus connotaciones a la usada por los nazis para designar el  Holocausto). Los abogados defensores trataron incluso de intimidar al pediatra de Hamburgo, Widukind Lenz, el primero que alertó sobre los terribles efectos secundarios de la talidomida. 



Algunos de los abogados que intervinieron en el juicio a la talidomida (1968)


La política interfirió claramente en el juicio. Joseph Neuberger, abogado defensor del presidente del laboratorio Hermann Wirtz fue nombrado ministro de justicia del Lander Renania del Norte - Westfalia, donde se celebraba el juicio. En la estructura política alemana (también en otros países) el ministro de justicia actúa como fiscal general. Así, el defensor del principal acusado (Hermann Wirtz) se convirtió por razones políticas en el principal acusador. Tres días antes de jurar el cargo de ministro (y por lo tanto también fiscal general) del Lander solicitó por escrito que se detuviera el proceso judicial contra su cliente, dado que, por obvio conflicto de intereses, no podía ser defensor y acusador en el mismo proceso, un oxímoron imposible.

En febrero de 1970 los fiscales del caso prepararon documentos a favor y en contra de suspender el juicio. Chemie Grünenthal se ofreció a contribuir con un fondo de 100 millones de marcos alemanes (algo más de 20 millones de € actuales) a cambio que las familias alemanas afectadas  renunciaran voluntariamente a sus demandas civiles compensatorias. El tiempo jugaba a favor del laboratorio y en contra de las familias. De seguir con el juicio, las sucesivas apelaciones y recursos demorarían la sentencia final no menos de 10 años, y las familias necesitaban dinero para sobrellevar su nueva y trágica situación.

El juicio duró mucho menos tiempo del previsto, concluyendo el 18 de diciembre de 1970. El presidente de Chemie Grünenthal Hermann Wirtz y otros nueve responsables del laboratorio quedaron exculpados y libres. La sentencia otorgaba a Chemie Grünenthal la inmunidad frente a cualquier proceso penal que se pudiera plantear posteriormente. Las 2.874 víctimas alemanas con hijos que tenían muñones en lugar de miembros o carecían de ellos por completo, afectados a veces de otras graves discapacidades, como ceguera y profundos daños en los nervios, se vieron obligadas a aceptar las exiguas indemnizaciones, (alrededor de 18.000 € al cambio actual) por toda una vida de gravísimas discapacidades. Entre 2008 y 2013, cuatro décadas más tarde, con aquellos niños ya adultos que ya  eran cuarentones, el gobierno alemán elevó la pensión de los afectados.



Johannes Igel, promotor de la escultura en honor a las víctimas de la
talidomida, en la sede de Grunenthal, en Stolberg (Renania, Alemania)

El 31 de agosto de 2012 tuvo lugar la inauguración de una escultura  de bronce en Stolberg (Renania, Alemania), sede de la fábrica Chemie Grünenthal, con cuya imagen iniciamos esta entrada del blog. La escultura, obra del artista de Aquisgrán Bonifatius Stirnberg, es el resultado de la iniciativa de Johannes Igel, quien inició el proyecto de levantar un monumento conmemorativo "A los muertos y a los supervivientes de la catástrofe del Contergan", en conmemoración a los afectados. La escultura representa a  una niña sin brazos y con una malformación en los pies sentada en una silla (alusión a los niños afectados de focomelia), junto a otra silla que está vacía (alusión a los niños que no llegaron a nacer o que murieron poco después).

Durante la inauguración, el presidente de la compañía Grunenthal, Harald Stock. En este día, pronunció un discurso en el que se refirió al silencio que la compañía farmacéutica mantuvo durante cincuenta años, pidiendo perdón por el dolo causado involuntariamente. Stock justificó a sus antecesores afirmando que el laboratorio había realizado todos los estudios clínicos posibles en base a los conocimientos disponibles en la década de 1950. Algunos quisieron ver oportunismo al hacer coincidir estas explicaciones con la celebración de los Juegos Paralímpicos de Londres. La mayoría de las asociaciones de afectados se han quejado siempre de las bajas compensaciones recibidas.



Miembros de la asociación AVITE (Asociación de víctimas de la talidomida)
reivindicando su derecho a la indemnización frente al Congreso de Diputados. 

Como ya hemos visto, España fue uno de los últimos países en retirar la talidomida (1963). Por suerte, el fármaco se había comercializado más tarde que en otros países, por lo que el número de afectados fue relativamente reducido. La demanda presentada ante un juzgado de Primera Instancia de Madrid por la asociación de víctimas de la Talidomida (acrónimo AVITE) en el año 2011 tuvo una resolución favorable, que fue anulada con posterioridad por el Tribunal Supremo basándose en el tiempo transcurrido entre el dolo (nacimientos) y la judicialización. La demanda se dirigía contra Grünenthal y U.C.B. Farma (laboratorio licenciatario que comercializó la Talidomida en España: U.C.B. es el acrónimo de Union Chemie de la Belgique). En la actualidad el asunto se halla en la cartera de asuntos pendientes del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Ninguno de los afectados españoles han recibido ningún tipo de indemnización hasta el momento. 

La tragedia de la talidomida cambió la visión acerca de los riesgos asociados a la toma de medicamentos de uso humano en todo el mundo. A partir de entonces se establecieron protocolos de actuación que priorizaron la protección de la población frente a los conflictos de intereses de médicos, políticos e industria farmacéutica.

Actualmente la talidomida se sigue usando para determinados tratamientos como el síndrome de Behçet, enfermedad de injerto contra huésped, mieloma múltiple y en eritema nodoso de la lepra y leprorreacciones. Es un medicamento sometido a un estricto control y naturalmente solamente es posible su uso en los casos en los que pueda descartarse totalmente la posibilidad de embarazos. 



Bibliografía

López Tricas, JM. Cincuenta años del juicio de la talidomida. ABC 21-12-2018https://www.abc.es/sociedad/abci-cincuenta-anos-juicio-talidomida-201812210243_noticia.html

Gatti, CF. La talidomida y su tragedia. Med Cutan Iber Lat Am 2018; 46 (3): 233-235

Gómez, J. El fabricante alemán de la talidomida se disculpa 50 años después. 03-09-2012 https://elpais.com/sociedad/2012/09/03/actualidad/1346671577_206198.html

Stafford, N. William McBride: alerted the world to the dangers of thalidomide in fetal development. BMJ 2018362 




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La tragèdia de la talidomida (II)









Bonifatius Stirnberg 

Monumento a las víctimas 
de la talidomida
(2012)

Bronce 
Sede de Grunenthal. Stolberg 
Renania, Alemania


 




Excloent-ne les guerres, la talidomida ha estat la catàstrofe més gran causada per l’acció de l'home i per descomptat, el fàrmac amb majors efectes secundaris de tota la història de la medicina. El judici penal contra Grünenthal Chemie, fabricant de la talidomida, es va iniciar el 27 de maig de 1968 a la ciutat d'Alsdorf, prop d'Aachen (Aquisgrà), en aquella època República Federal d'Alemanya.

Grünenthal Chemie, malgrat l'evidència, va negar durant un temps la seva vinculació amb la tragèdia, sent secundat per gran part de la indústria farmacèutica. Els laboratoris tenien els seus motius per ser-ne còmplices, ja que si s'acceptava que un medicament era el responsable d'efectes secundaris greus podia elevar considerablement les primes d'assegurances de la indústria farmacèutica.

El 21 de juliol de 1969, els qui en aquell moment eren els directors de Chemie Grünenthal i el seu equip de 40 advocats es van reunir en secret amb els polítics responsables del Ministeri de Salut Federal. El fundador del laboratori, Hermann Wirtz, membre prominent d'una família catòlica d'Aquisgrà i filantrop, a qui s'havia excusat d'assistir a les sessions judicials per raons de salut, va acudir a aquestes trobades secretes, en què no van ser presents familiars ni representants dels afectats. En aquestes reunions es va buscar una «solució global» (es va voler evitar l'expressió «solució final», per les seves connotacions amb l’expressió que van fer servir els nazis per designar l'Holocaust). Els advocats defensors van intentar fins i tot intimidar el pediatre d'Hamburg, Widukind Lenz, el primer que va alertar sobre els terribles efectes secundaris de la talidomida.



Alguns dels advocats que van intervenir en el judici a la talidomida (1968)


La política va interferir clarament en el judici. Joseph Neuberger, advocat defensor del president del laboratori Hermann Wirtz va ser nomenat ministre de justícia del Lander Renania del Nord - Westfàlia, on se celebrava el judici. A l'estructura política alemanya (també en altres països) el ministre de justícia actua com a fiscal general. Així, el defensor del principal acusat (Hermann Wirtz) es va convertir per raons polítiques en el principal acusador. Tres dies abans de jurar el càrrec de ministre (i per tant també fiscal general) del Lander va sol·licitar per escrit que s'aturés el procés judicial contra el seu client, atès que, per obvi conflicte d'interessos, no podia ser defensor i acusador al mateix procés, un oxímoron impossible.

El febrer del 1970 els fiscals del cas van preparar documents a favor i en contra de suspendre el judici. Chemie Grünenthal es va oferir a contribuir amb un fons de 100 milions de marcs alemanys (una mica més de 20 milions d'euros actuals) a canvi que les famílies alemanyes afectades renunciessin voluntàriament a les seves demandes civils compensatòries. El temps jugava a favor del laboratori i contra les famílies. Si es seguia amb el judici, les successives apel·lacions i recursos demorarien la sentència final almenys 10 anys, i les famílies necessitaven diners per suportar la seva nova i tràgica situació.

El judici va durar molt menys temps del previst, concloent el 18 de desembre de 1970. El president de Chemie Grünenthal Hermann Wirtz i nou responsables més del laboratori van quedar exculpats i lliures. La sentència atorgava a Chemie Grünenthal la immunitat davant de qualsevol procés penal que es pogués plantejar posteriorment. Les 2.874 víctimes alemanyes amb fills que tenien monyons en lloc de membres o no en tenien completament, afectats a vegades d'altres greus discapacitats, com ceguesa i profunds danys als nervis, es van veure obligades a acceptar les exigües indemnitzacions, exigües indemnitzacions, (al voltant de 18.000 € al canvi actual) per tota una vida de gravíssimes discapacitats. Entre el 2008 i el 2013, quatre dècades més tard, amb aquells nens i adults que ja havien arribat a la quarentena, el govern alemany va elevar la pensió dels afectats.



Johannes Igel, promotor de la escultura en honor a las víctimas de la
talidomida, en la sede de Grunenthal, en Stolberg (Renania, Alemania)


El 31 d'agost del 2012 es va inaugurar una escultura de bronze a Stolberg (Renània, Alemanya), seu de la fàbrica Chemie Grünenthal, amb la imatge de la qual vam iniciar aquesta entrada del bloc. L'escultura, obra de l'artista d'Aquisgrà Bonifatius Stirnberg, és el resultat de la iniciativa de Johannes Igel, que va iniciar el projecte d'aixecar un monument commemoratiu "Als morts i als supervivents de la catàstrofe del Contergan", en commemoració als afectats. L'escultura representa una nena sense braços i amb una malformació als peus asseguda en una cadira (al·lusió als nens afectats de focomèlia), al costat d'una altra cadira que és buida (al·lusió als nens que no van arribar a néixer o que van morir poc després).

Durant la inauguració, el president de la companyia Grunenthal, Harald Stock. En aquest dia, va pronunciar un discurs en què es va referir al silenci que la companyia farmacèutica va mantenir durant cinquanta anys, demanant perdó pel dol causat involuntàriament. Stock va justificar als seus antecessors afirmant que el laboratori havia realitzat tots els estudis clínics possibles sobre la base dels coneixements disponibles a la dècada de 1950. Alguns van voler veure oportunisme en fer coincidir aquestes explicacions amb la celebració dels Jocs Paralímpics de Londres. La majoria de les associacions d'afectats sempre s'han queixat de les baixes compensacions rebudes.

Com ja hem vist, Espanya va ser un dels darrers països que van retirar la talidomida (1963). Per sort, el fàrmac s'havia comercialitzat més tard que en altres països, i per això el nombre d'afectats va ser relativament reduït. La demanda presentada davant un jutjat de Primera Instància de Madrid per l'associació de víctimes de la Talidomida (acrònim AVITE) l'any 2011 va tenir una resolució favorable, que va ser anul·lada amb posterioritat pel Tribunal Suprem basant-se en el temps transcorregut entre el dol (naixements) i la judicialització. La demanda es dirigia contra Grünenthal i U.C.B. Farma (laboratori llicenciatari que va comercialitzar la Talidomida a Espanya: U.C.B. és l'acrònim d'Union Chemie de la Belgique). Actualment l'assumpte es troba a la cartera d'assumptes pendents del Tribunal de Drets Humans d'Estrasburg. Cap dels afectats espanyols han rebut cap mena d'indemnització fins ara.

La tragèdia de la talidomida va canviar la visió sobre els riscos associats a la presa de medicaments d’ús humà a tot el món. A partir de llavors es van establir protocols d'actuació que van prioritzar la protecció de la població davant dels conflictes d'interessos de metges, polítics i indústria farmacèutica.

Actualment la talidomida es segueix utilitzant per a determinats tractaments com la síndrome de Behçet, malaltia d'empelt contra hoste, mieloma múltiple i en l’eritema nodós de la lepra i leproreaccions. És un medicament sotmès a un control estricte i naturalment només és possible utilitzar-lo en els casos en què es pugui descartar totalment la possibilitat d'embaràs.


Bibliografía

López Tricas, JM. Cincuenta años del juicio de la talidomida. ABC 21-12-2018https://www.abc.es/sociedad/abci-cincuenta-anos-juicio-talidomida-201812210243_noticia.html

Gatti, CF. La talidomida y su tragedia. Med Cutan Iber Lat Am 2018; 46 (3): 233-235

Gómez, J. El fabricante alemán de la talidomida se disculpa 50 años después. 03-09-2012 https://elpais.com/sociedad/2012/09/03/actualidad/1346671577_206198.html

Stafford, N. William McBride: alerted the world to the dangers of thalidomide in fetal development. BMJ 2018362