viernes, 18 de diciembre de 2015

Pejerón: Hemiplegia o parálisis?





Antonio Moro

Pejerón, el bufón
(1555) 

Óleo sobre tabla. 185 x 94 cm
Museo del Prado. Madrid.




Antonio Moro (1519-1576) fue un pintor holandés, nacido en Utrecht, donde era conocido con el nombre de Mor van Dashorst. En su pintura se observa la tradición flamenca, y una clara influencia italiana, especialmente de la escuela veneciana, debida . Fue un retratista de fama internacional y llegó a ser pintor de cámara de la corte española. Entre los personajes que retrató podemos citar al emperador Carlos V, la reina Isabel de España, Maria Tudor, o el príncipe Guillermo I de Orange. En 1558 la Inquisición tuvo sospechas de que Moro profesaba el protestantismo, por lo que marchó a Flandes a las órdenes de Felipe II. 

El cuadro representa a un personaje de pie, sobre el fondo oscuro tan habitual en el barroco. Se trata de Pejerón, que fue bufón del conde de Benavente y del gran Duque de Alba. Va vestido elegantemente, con calzas y jubón, como un cortesano, ya que los bufones alcanzaron gran importancia dentro de la corte. 

Si lo observamos, veremos que presenta una cabeza muy grande y las piernas cortas. En efecto, los bufones casi siempre tenían alguna deformidad o peculiaridad personal que los hacía objeto de chanzas y bromas).  La deformitas provocaba risa, remedio para tratar la melancolía y muchos bufones presentaban patologías que por una parte despertaban la curiosidad (las rarezas de la naturaleza eran muy apreciadas por la mentalidad barroca, que coleccionaba tambien rarezas de fauna o teratogenia de toda índole). Por otra parte los estados patológicos o monstruosidades, contribuían a provocar la risa, consubstancial en el "oficio de burlas".

La mano izquierda de Pejerón se apoya en el pomo de la espada, pero la derecha está contraída en una postura casi imposible. Además la manga de este lado aparece caída, como sin vida. Es cierto que el bufón sostiene unos naipes con esta mano (debía realizar entretenimientos y juegos de baraja) pero la mano aparece contrahecha. Lo más probable es que hubiera padecido un accidente vascular cerebral con parálisis parcial de este miembro. 

Sin embargo, en opinión de mi compañero y amigo Josep Boladeras, médico de Pollença, quizás se trate solamente de una parálisis exclusiva del brazo por una lesión obstétrica del plexo braquial, ya que no se aprecia atrofia muscular de gemelos ni cuádriceps de la pierna del mismo lado. La alta frecuencia de accidentes obstétricos y tocológicos en la época hace muy verosímil esta hipótesis.

Detalle del rostro de Pejerón
En cuanto a la cara del personaje, ciertas sombras nos hacen intuír la presencia de lentigos seniles, cosa nada extraña si tenemos en cuenta que ya debía tener una cierta edad a juzgar por las arrugas faciales. 

Antonio Moro fue un pionero en las pinturas de bufones. Además de otro retrato de Pejerón (Pejerón el loco del Conde de Benavente) también realizó otro del Enano del cardenal Granvela. Con ello quedó inaugurada la serie de bufones, enanos, locos y contrahechos que tanto se cultivó en la corte española, destacando en esta temática los cuadros de Velázquez


Retrato de Pejerón, de Antonio Moro




Antonio Moro: 


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