martes, 19 de mayo de 2020

June Almeida, la mujer que descubrió los coronavirus

June Almeida






June Almeida al microscopio electrónico

(1963)

Fotografia en B&N 
Instituto del Cáncer de Ontario en Toronto (Canadá)




June Hart, el nombre de soltera de June Almeida (1930-2007) era hija de Harry Leonard Hart, un modesto conductor de autobús de Glasgow. A pesar de ser una estudiante muy brillante, June tuvo que abandonar los estudios a los 16 años. La precaria economía familiar no podía costear sus estudios universitarios, por lo que June comenzó a trabajar en 1947 como técnica de laboratorio de histopatología en la Glasgow Royal Infirmary con un salario de 25 chelines por semana y poco después entró con la misma ocupación en el Hospital St. Bartolomew de Londres. 


El 11 de diciembre de 1954 June se casó con Enrique Rosalio (Henry) Almeida (1913 –1993), un artista venezolano con quien tuvo una hija, Joyce. Se mudaron a Canadá donde trabajó en el Ontario Cancer Institute como técnica de microscopia electrónica. 

A pesar de su casi inexistente formación académica, la escocesa logró convertirse muy pronto en una referencia científica por su trabajo pionero en la identificación y diagnóstico de los virus. Cuando se observa por el microscopio electrónico hay que saber distinguir si una pequeña mancha es un virus, una célula u otra cosa. June ideó un sistema de identificación, usando anticuerpos de individuos ya infectados para localizar el virus. Como que los anticuerpos son atraídos por sus antígenos homólogos, los anticuerpos se situaban alrededor del virus y señalaban su presencia. Esta técnica permitió que los microscopios electrónicos pudieran usarse para diagnosticar infecciones víricas en pacientes. De este modo, Almeida pasó a identificar una serie de virus como la rubeola, una infección que puede causar complicaciones durante el embarazo. Los científicos habían estudiado el virus de la rubeola durante décadas, pero Almeida fue la primera que lo pudo ver en directo.

La capacidad de June Almeida fue reconocida por A. P. Waterson, entonces Profesor de microbiología en la St. Thomas's Hospital Medical School  que le propuso regresar a Inglaterra para trabajar con él en el hospital. 

En 1964, el Dr. David Tyrrell, que supervisaba las investigaciones en la Unidad de Resfriado Común de Salisbury, Wiltshire, contactó con ella. Su equipo había tomado muestras de un niño enfermo de un internado de Surrey, una ciudad situada a unos 100 Km al sur de Londres. Habían detectado un virus similar al de la gripe, que habían etiquetado como «B814», pero había tenido dificultades para cultivarlo en el laboratorio. Cuando los métodos tradicionales fracasaron, los investigadores empezaron a sospechar que el B814 podría ser un nuevo tipo de virus. Tyrrell envió muestras a Almeida con la esperanza de que pudiera ayudarlo a identificar el virus con su técnica de microscopia. 

El primer coronavirus, identificado por Jane Almeida
El primer coronavirus, fotografiado por June Almeida

Aunque Almeida no contaba con mucho material para realizar su trabajo, decidió intentar la identificación del virus B814. Al mirar por el microscopio electrónico vio un punto redondo y gris rodeado de pequeños radios. Observó que este halo se disponía de forma parecida a la corona solar, por lo que Almeida, Tyrell y el profesor Tony Waterston le dieron el nombre de coronavirus. 

June Almeida no sólo fotografió al coronavirus sino que recordó que había visto antes dos virus con aspecto similar: uno cuando analizó la bronquitis en pollos y otro cuando estudió la hepatitis en ratones.

Efectivamente, no es fácil que una mujer sin títulos logre reconocimiento pleno. El artículo científico en que Almeida explicaba su hallazgo fue inicialmente rechazado ya que el tribunal que tenía que aceptar su trabajo consideró que lo que June afirmaba haber visto era un error, y que lo que presentaba June eran fotos de mala calidad de las partículas del virus de la gripe. Así, el descubrimiento de la cepa B814 no se publicó en el British Medical Journal hasta 1965 y las primeras fotografías no llegaron al Journal of General Virology hasta dos años después. Lo podéis leer aquí. 

Las contribuciones de Almeida fueron finalmente reconocidas. Se pudo doctorar en la Escuela Médica de Postgrado de LondresTambién publicó el Manual de diagnóstico rápido de virus en el laboratorio en 1979 para la OMS. En 1970, Albert Kapikian realizó una estancia de seis meses con ella aprendiendo sus técnicas de identificación de virus. Cuando regresó a los Estados Unidos, Kapikian utilizó estas técnicas para identificar un agente de gastroenteritis no-bacteriana, el virus Norwalk. 

Almeida se retiró de la virología en 1985, pero siguió siendo activa y curiosa. Se convirtió en profesora de yoga, aprendió a restaurar porcelana fina y se aficionó a comprar y restaurar antigüedades, que solía buscar con su segundo marido, Phillip Gardner, también virólogo jubilado.

Antes de su muerte en 2007 a los 77 años, Almeida regresó al St. Thomas como asesora y ayudó a publicar algunas de las primeras imágenes de alta calidad del VIH, el virus que causa el sida.

En opinión de Hugh Pennington, profesor emérito de bacteriología en la Universidad de Aberdeen
«Sin lugar a dudas, June Almeida es una de las científicas escocesas excepcionales de su generación, pero por desgracia muchos la olvidaron. Aunque, irónicamente, este brote de COVID-19 ha vuelto a sacar a la luz su trabajo», 
La historia de June Almeida cobra hoy, en el momento de la actual pandemia una especial relevancia, ya que sin ella no conoceríamos que son los coronavirus. Los investigadores chinos han utilizado sus técnicas para identificar el coronavirus SARS-CoV2 responsable de COVID19 y los trabajos de Almeida ayudaron mucho a su identificación temprana

Pero además es una llamada de atención a reconocer el trabajo callado y silencioso de los laboratorios y a evitar los prejuicios con los que más de una vez se contempla con incredulidad o escepticismo las investigaciones realizadas por mujeres. Como demuestra la historia de June Almeida, algunas veces una mujer sin títulos académicos puede con su callado trabajo y su perspicaz observación efectuar contribuciones más importantes a la ciencia que docenas de sesudos varones cargados de títulos. 


Bibliografía

Almeida, June D.; Tyrrell, D. A. J. (1967). «The Morphology of Three Previously Uncharacterized Human Respiratory Viruses that Grow in Organ Culture». Journal of General Virology 1 (2): 175-178.

Almeida, Joyce (28 de junio de 2008).  «June Almeida (née Hart)»British Medical Journal (BMJ Group336 (7659): 1511.1-1511. 

Brocklehurst S. The woman who discovered the first coronavirus. BBC News https://www.bbc.com/news/uk-scotland-52278716

2 comentarios:

Xavier Sierra Valentí dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Xavier Sierra Valentí dijo...

Muchas gracias. Sí, se trata de un error. Ya me lo han comentado también por otras vías. Ya suprimí la foto. Agradezco mucho vuestros comentarios y que me señaléis las equivocaciones o imprecisiones que encontréis. Os pido disculpas por las posibles errores en los que pueda incurrir.
Gracias también por leer mi blog.
Un atento saludo

Dr. Xavier Sierra Valentí