Pintura de arena
Arena.
Arte popular navajo, con finalidad sanadora. Reserva navaja (EEUU) |
Algunas de las artes son efímeras (como la música o la gastronomía), es decir que solamente duran un cierto tiempo, mientras se escuchan o se consumen y otras, en cambio, son permanentes. En general podemos decir que las artes plásticas pertenecen a este segundo grupo: una pintura o una escultura permanecen en el tiempo, y hoy podemos seguir emocionándonos ante una escultura griega o una pintura egipcia, ejecutadas hace miles de años.
Pero no siempre es así. En los años 60-70 se popularizaron los happenings, o las instalaciones perecederas, como por ejemplo las que suele realizar la artista Marina Abramovic. A este grupo, el del arte de corta duración, son también las pinturas de arena de los indios navajos, como la que encabeza este artículo. Aunque hay que señalar que no se realizan con una finalidad artística, decorativa o de suscitar la admiración de los espectadores, sino que se ejecutan con finalidad sanadora y religiosa ante algún enfermo y se limitan al tiempo que dura el ritual.
Los indígenas navajo consideran que las enfermedades están causadas por espíritus malignos sobrenaturales. Para neutralizarlos y lograr la curación del enfermo, el chamán (una mezcla de médico, astrólogo y sacerdote) traza un dibujo en el suelo, por lo general alguna escena de los mitos y creencias navajo. Luego pacientemente va tomando pellizcos de arena teñida de colores y rellena las figuras que previamente ha dibujado en el suelo. A veces lo remata con toques de harina de maíz en las zonas más nobles del dibujo (las que representan la cabeza, manos o pies de los personajes). A continuación, el enfermo se sitúa sobre la pintura de arena y el chamán entona oraciones y cantos religiosos:
La ceremonia se concluye dando a beber al enfermo un brebaje que contiene harina de maíz, polen y arena de la pintura, tras lo cual la pintura debe ser destruída.
La nación navajo (en idioma nativo Naabeehó Bináhásdzo) es una etnia indígena de Norteamérica. Tras ser vencida por los colonizadores desde 1868 ocupa una Reserva india, ocupando en su mayor parte el alto de la meseta de Colorado, y está situada entre los estados de Arizona, Utah y Nuevo México. Con una superficie de de algo más de 70.000 km² es el mayor de los territorios indígenas de Norteamérica (una extensión superior a los territorios de Bélgica y Suiza juntos). Los residentes fijos de la reserva son unos 175.000 (de los 350.000 indígenas navajo que viven actualmente). Se dedican a la ganadería (pastoreo) y a la extracción minera de minerales, como el uranio.
En estas condiciones no es de extrañar que la llegada de la pandemia de CoVID19 haya hecho estragos en la población indígena. Pese a estar sometidos a una de las cuarentenas más restrictivas en el país, que incluye la prohibición de salidas exceptuadas sólo por emergencias o por quienes deban cumplir con empleos esenciales, la nación navajo es el lugar de EEUU donde se dan mayor número de casos de CoVID19 por habitante (2.300 infectados navajos/ 100.000 habitantes frente a los 1.800 infectados neoyorquinos /100.000 habitantes).
Cuando se diagnosticó el primer caso de COVID19 en la Diné Bikéyah (nombre de la población en navajo) fue difícil no esperar lo peor. Los casos se multiplicaron rápidamente. Actualmente la Nación Navajo presenta una tasa de infección por el coronavirus SARS-CoV2 10 veces superior a la del conjunto del estado de Arizona. En la reserva solamente se dispone de 12 centros de salud con solamente 13 camas de cuidados intensivos y 28 respiradores, por lo que los pacientes más graves se derivaron en helicóptero a hospitales de Flagstaff y Albuquerque, y 80 de ellos murieron. Actualmente casi 3.000 navajos han resultado positivos en la prueba de SARS-CoV-2, por lo que el pequeño territorio es ya el tercer foco de COVID-19 per capita detrás de Nueva York y Nueva Jersey.
Las condiciones higiénicas de los poblados navajos tienen graves problemas. Por ejemplo el 30% de los habitantes no disponen de agua corriente en sus casas. Algunos de ellos deben desplazarse en coche una vez a la semana para obtener agua potable a casi 30 km de distancia. En estas condiciones la recomendación preventiva de lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos son casi imposibles de cumplir.
A todo esto se añaden las altas tasas de pobreza (un 40% de la población), la precariedad de los hogares, y el bajo nivel educativo, factores que también contribuyen a que el coronavirus SARS-CoV2 esté diezmando a los navajos.
La sociedad navajo es profundamente matriarcal. Las mujeres poseen la vivienda y el ganado y sus hijos pertenecen a su clan.
La mujer articula el clan familiar, multigeneracional, que suele vivir en su casa, bajo el mismo techo. Los hogares, así, reúnen varias generaciones en el mismo domicilio. Por cuestiones culturales y tribales, ancianos y niños conviven en la misma casa. Una convivencia que no es muy recomendable en esta pandemia, ya que aumenta mucho las posibilidades de contagio.
Se da el antecedente que en 2009, durante la epidemia de H1N1 gripe A, los nativo-americanos sufrieron una mortalidad de cuatro a cinco veces superior que mayor que el resto de los ciudadanos de los Estados Unidos.
Ceremonial navajo de pinturas de arena |
Pero no siempre es así. En los años 60-70 se popularizaron los happenings, o las instalaciones perecederas, como por ejemplo las que suele realizar la artista Marina Abramovic. A este grupo, el del arte de corta duración, son también las pinturas de arena de los indios navajos, como la que encabeza este artículo. Aunque hay que señalar que no se realizan con una finalidad artística, decorativa o de suscitar la admiración de los espectadores, sino que se ejecutan con finalidad sanadora y religiosa ante algún enfermo y se limitan al tiempo que dura el ritual.
Chamán o hombre-medicina navajo |
...Devuélveme los pies.
Devuélveme las piernas.
Devuélveme la mente.
Devuélveme la voz.
Retira hoy tu hechizo por mí.
Llévate hoy tu hechizo por mí.
Lejos de mí lo has llevado.
Lejos de mí se ha ido.
Lo has alejado.
Felizmente me recupero.
Felizmente mi interior se calma...
La ceremonia se concluye dando a beber al enfermo un brebaje que contiene harina de maíz, polen y arena de la pintura, tras lo cual la pintura debe ser destruída.
Mujer navajo con su hijo (Ansel Adams, 1941) |
La nación navajo (en idioma nativo Naabeehó Bináhásdzo) es una etnia indígena de Norteamérica. Tras ser vencida por los colonizadores desde 1868 ocupa una Reserva india, ocupando en su mayor parte el alto de la meseta de Colorado, y está situada entre los estados de Arizona, Utah y Nuevo México. Con una superficie de de algo más de 70.000 km² es el mayor de los territorios indígenas de Norteamérica (una extensión superior a los territorios de Bélgica y Suiza juntos). Los residentes fijos de la reserva son unos 175.000 (de los 350.000 indígenas navajo que viven actualmente). Se dedican a la ganadería (pastoreo) y a la extracción minera de minerales, como el uranio.
Paisaje del territorio de la Nación Navajo |
En estas condiciones no es de extrañar que la llegada de la pandemia de CoVID19 haya hecho estragos en la población indígena. Pese a estar sometidos a una de las cuarentenas más restrictivas en el país, que incluye la prohibición de salidas exceptuadas sólo por emergencias o por quienes deban cumplir con empleos esenciales, la nación navajo es el lugar de EEUU donde se dan mayor número de casos de CoVID19 por habitante (2.300 infectados navajos/ 100.000 habitantes frente a los 1.800 infectados neoyorquinos /100.000 habitantes).
Cuando se diagnosticó el primer caso de COVID19 en la Diné Bikéyah (nombre de la población en navajo) fue difícil no esperar lo peor. Los casos se multiplicaron rápidamente. Actualmente la Nación Navajo presenta una tasa de infección por el coronavirus SARS-CoV2 10 veces superior a la del conjunto del estado de Arizona. En la reserva solamente se dispone de 12 centros de salud con solamente 13 camas de cuidados intensivos y 28 respiradores, por lo que los pacientes más graves se derivaron en helicóptero a hospitales de Flagstaff y Albuquerque, y 80 de ellos murieron. Actualmente casi 3.000 navajos han resultado positivos en la prueba de SARS-CoV-2, por lo que el pequeño territorio es ya el tercer foco de COVID-19 per capita detrás de Nueva York y Nueva Jersey.
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Mujer navajo con mascarilla para protegerse del contagio de COVID19 |
A todo esto se añaden las altas tasas de pobreza (un 40% de la población), la precariedad de los hogares, y el bajo nivel educativo, factores que también contribuyen a que el coronavirus SARS-CoV2 esté diezmando a los navajos.
Bandera oficial de la Nación Navajo |
La mujer articula el clan familiar, multigeneracional, que suele vivir en su casa, bajo el mismo techo. Los hogares, así, reúnen varias generaciones en el mismo domicilio. Por cuestiones culturales y tribales, ancianos y niños conviven en la misma casa. Una convivencia que no es muy recomendable en esta pandemia, ya que aumenta mucho las posibilidades de contagio.
Escudo oficial de la Nación Navajo |
Mapa del territorio de la Nación Navajo, en la confluencia de cuatro Estados de la Unión: Arizona, Utah, Colorado y Nuevo México. |
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