Leonardo da Vinci (1452-1519) fue una compleja personalidad que destacó como pintor, escultor, arquitecto, urbanista, anatomista, botánico, científico, poeta, escritor, filósofo, músico, matemático, ingeniero, inventor... Pocas veces en la historia se encuentran reunidas una sola persona las capacidades adecuadas para desarrollar de forma genial todos estos campos. Su polivalente personalidad se ha tomado muchas veces como ejemplo de la variedad de intereses del hombre renacentista, aunque bien podríamos decir que es un fenómeno bastante raro en cualquier época.
Leonardo da Vinci: La Virgen con el Niño y Sta. Ana (1503). Museo del Louvre, Paris. |
Ahora, justo cuando se cumplen 500 años de su muerte, Marco Catani, profesor de Neuroanatomía y de Psiquiatría del King's College de Londres y Paolo Mazzarello, investigador del departamento de ciencias del cerebro y del comportamiento en la Universidad de Pavía, han publicado recientemente un artículo en la revista de neurologia Brain, (23 de mayo de 2019) en el que sugieren que la incapacidad de terminar los proyectos de Leonardo podría estar causada por un trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Leonardo da Vinci: Salvator Mundi. |
A través del cuidadoso análisis de los datos biográficos y las obras de Da Vinci, Marco Catani y Paolo Mazzarello se preguntan si Leonardo podría presentar una TDAH.
Uno de los esquemas preparatorios de las máquinas ideadas por Da Vinci. Eran inventos revolucionarios e inauditos, pero nunca se terminaron. |
En su artículo, los investigadores describen la figura de Leonardo como dispersa y con tendencia a demorar la realización de sus proyectos (procrastinación):
«La historia de Da Vinci es paradójica : un gran espíritu que se ha adentrado en las maravillas de la anatomía, de la filosofía natural y del arte, pero que por otra parte ha fracasado en llevar a cabo hasta el final tantos proyectos (...) El excesivo tiempo dedicado a la planificación de las ideas y la falta de perseverancia en su desarrollo parecen haber sido particularmente perjudiciales a la finalización de tareas que habían, al principio, suscitado su entusiasmo»
Leonardo da Vinci: La Dama del Armiño. |
Una propensión a la dispersión y a dejar las cosas para mañana, que ya se inicia en la infancia, según nos dejó testimonio Giorgio Vasari (1511-1574), en su libro Le Vite dei più celebri pittori, scultori e architetti:
"E nella erudizione e principj delle lettere arebbe fatto profitto grande, se egli non fusse stato tanto vario ed inestabile. Perciocchè egli si mise a imparare molte cose, e cominciate poi l'abbandonava (...) Vedesi bene che Lionardo per l'intelligenza dell'arte cominciò molte cose, e nessuna mai ne finì..."
(y en la erudición y del cultivo de las letras habría sacado un gran provecho, si no hubiera sido tan disperso e inestable. Porque se ponía a aprender muchas cosas y al poco de comenzar las abandonaba (...) Se ve bien que Leonardo destacó en inteligencia y arte, comenzando muchas cosas, sin terminar ninguna de ellas)
Trad. Xavier Sierra
La inconstancia de Leonardo seguirá durante toda su vida. Entre otros ejemplos para demostrar esta tendencia, Catani y Mazzarello comentan lo que sucedió con su primer encargo:
«El 10 de enero de 1478, recibió el primer encargo que conocemos como pintor independiente. Una pintura al óleo sobre tabla, un retablo para la capilla de San Bernardo de'Palazzo, para lo que recibió un adelanto de 25 florines, aunque nunca llegó a entregar la obra»
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Leonardo sentía una curiosidad insaciable por todo, aunque tenía al parecer un serio problema: era incapaz de organizarse. Matteo Bandello, un escritor contemporáneo que lo observó mientras trabajaba en La Última Cena dejó constancia escrita de su temperamento inconstante y su caótica organización.
En una próxima entrada trataremos de los argumentos en los que Catani y Mazzarello sustentan la hipótesis de la TDAH de Leonardo.
Bibliografía
Catani M, Mazzarello P. Leonardo da Vinci: a genius driven to distraction. Brain, Volume 142, Issue 6, June 2019, Pages 1842–1846,
https://doi.org/10.1093/brain/awz131 (Mayo 2109)
Vasari G. Le vite dei più celebri pittori, scultori e architetti. Fratelli Melita ed. La Spezia 1988.
Sender E. Leonard da Vinci aurait-il été hyperactif? Sciences et Avenir, (26.05.2019).
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