martes, 8 de mayo de 2018

Rapunzel (I): el cuento





Walter Crane

Rapunzel
(1886)

Grabado
Ilustración en la versión inglesa de los Cuentos de los hermanos Grimm 
Metropolitan Museum. New York



Walter Crane (1845-1915) fue un ilustrador de libros inglés. Está considerado como uno de los creadores de libros infantiles más influyentes, y uno de los más prolíficos de su generación. Su estilo artístico estuvo influído por los prerafaelistas, el modernismo y el japonesismo.

La ilustración que aportamos hoy es de la versión inglesa de los Cuentos de los hermanos Grimm.  Concretamente la que ilustraba el cuento de Rapunzel, un cuento que es el paradigma de la belleza del cabello femenino, rico en simbolismo y que como veremos incluso ha dado nombre a una enfermedad.


Primera página de la versión inglesa de los cuentos de los
hermanos Grimm ilustrada por Walter Crane
En el grabado se representa el momento en el que el príncipe dice: 
"Rapunzel, Rapunzel, deja tu pelo caer..."
Se trata de una de las narraciones de este libro, que relata el cuento de Rapunzel, cuyo argumento vamos a recordar. 

Una campesina estaba embarazada y tuvo un antojo: quería unas flores que crecían en el jardín de una bruja vecina. Rapunzel es la palabra alemana con la que se designa el rapónchigo o ruiponce (Campanula rapunculus), una planta silvestre usada como cicatrizante y cuya raíz, en forma de nabo, es comestible. Este era el antojo de la campesina y su marido para complacerla fue a buscar las flores. Pero la bruja Gothel lo descubre entrando en su jardín y le acusa de robo. Al final lo deja ir, pero con la condición que cuando nazca la niña se la tienen que entregar a ella. El labriego, asustado, accede. 


Flor del rapónchigo o ruiponce, Rapunzel en alemán (Campanula rapunculus)

Cuando nace la niña, la bruja se la lleva y le pone por nombre Rapunzel, en memoria de las flores robadas por su padre. Durante su infancia, la muchacha nunca se corta el cabello y tiene una larguísima y rubia melena. El día que la niña cumple 12 años la bruja la encierra en una torre sin puerta de entrada. Cada día, la hechicera le va a llevar la comida y para ello le pide que deje colgar su cabellera por la ventana. La bruja trepa por ella hasta la ventana y le entrega la cesta con los alimentos.  

Un día el príncipe, el hijo del rey, oye a Rapunzel cantando en la torre, pero la torre no tiene ninguna puerta. Como no encuentra el modo de entrar, decide volver cada día para oír su bella voz. Un día ve como llega la bruja y cómo sube hasta la torre. 

Cuando la bruja se fue, el príncipe se acercó a la torre y dijo: 
«Rapunzel, Rapunzel, deja tu pelo caer, así puedo trepar la escalera dorada». 
Así consiguió subir hasta ella. El príncipe, quedó prendado de la belleza y dulzura de la joven y vuelve cada día. Hasta que un día deciden casarse. 




Pero primero, era necesario sacar a Rapunzel de la torre. El príncipe llevaba cada día un ovillo de seda y Rapunzel lo tejía formando una cuerda para poder bajar de la torre y fugarse. Pero la bruja, descubrió la estratagema, le cortó el pelo y la abandonó en medio de un pantano. 

Cuando el príncipe llegó a la noche siguiente, la bruja había dejado las trenzas cortadas de Rapunzel colgando hasta el suelo. Cuando el príncipe trepó por ellas, se encontró con la bruja en la torre, que le dijo que jamás volverá a ver a Rapunzel. Él, desesperado, cayó de la torre sobre unos zarzales que crecían al pie de la misma, y se quedó ciego. Ya no podrá volver a ver jamás a la joven y decide no volver más. 

Pero al cabo de pocos días, el príncipe se acercó al pantano, y encontró a Rapunzel.  Rapunzel, al verlo ciego, se puso a llorar triste y frustrada de dolor. Tanto lloraba que sus lágrimas mojaron los ojos del apuesto príncipe y milagrosamente él recuperó la vista. Entonces, finalmente, el príncipe y Rapunzel se casaron y fueron felices para siempre.


*   *   *

En otra entrada del blog comentaremos el profundo simbolismo de este cuento y como el nombre de Rapunzel se ha usado para designar a una determinada patología.  



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