miércoles, 20 de enero de 2016

Infecciones y parásitos intestinales en la epoca romana


   





Natatio (piscina) romana

Termas de Bath (Inglaterra)




Un reciente trabajo publicado en la revista Parasitology, pone en duda que las novedades higiénicas introducidas en la arquitectura y el urbanismo en el Imperio Romano hubieran tenido una especial consecuencia en la higiene pública, como en general solía aceptarse. 

Exvoto romano representando un intestino, probablemente
ofrecido tras la curación de alguna enfermedad del sistema digestivo.
British Museum, Londres. 
Los colaboradores del Dr. Piers Mitchell, del Departamento de Arqueología y Antropología de la Universidad de Cambridge, autores de este  estudio, han encontrado y estudiado los restos de diversos parásitos intestinales encontrados en las letrinas y cloacas de la época. Así ha podido demostrar una importante presencia de Entamoeba histolytica , triquina, tenia y lombrices intestinales. 


Así pues, las novedades introducidas por la arquitectura romana, como acueductos, cloacas y letrinas, si bien seguramente mejoraron la calidad de vida, fueron menos eficaces que lo que creíamos hasta ahora. Los autores del estudio llegan a la conclusión que la prevalencia de parásitos intestinales incluso tendía a aumentar con el transcurso del tiempo, sin que queden totalmente esclarecidas las causas. 


Bañera circular. Termas de Bath (Inglaterra). 
El agua caliente se recambiaba con escasa frecuencia. 























Una de las hipótesis planteadas por Mitchell y colaboradores es que estos parásitos fuesen transmitidos por las cálidas aguas de las Termas. El agua de las natatio (piscinas) se cambiaba con poca frecuencia y los restos de suciedad y cosméticos quedaban en suspensión en el agua, facilitando la suspensión de ciertos parásitos. 



Otra posibilidad es el que los cultivos agrícolas fuesen regados con aguas fecales procedentes de cloacas. Aunque el abonado sistemático de los campos con estiércol para aumentar su rendimiento no se generalizó hasta el s. XI, igual que la práctica del barbecho o de los cultivos rotatorios, no es descartable que los romanos regaran con aguas de deshecho, lo que daría lugar a un aumento de huevos de parásito en los productos agrícolas. Es posible que las propias leyes de saneamiento que imponían la eliminación de las heces en las calles, canalizándolas en cloacas y alcantarillas, consiguieran en realidad una reinfección de la población debido a la facilidad que la conducción de las aguas negras ofrecían para regar los campos de las afueras de las ciudades. 




       
Conducciones de agua de las termas de Bath (Inglaterra). 
A la izquierda, tubería de agua limpia.  A la derecha, conducción de desecho y vaciado. 




El estudio halló que los huevos de tenia estaban mucho más generalizados en el Imperio Romano que en las poblaciones de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro en Europa. En opinión del Dr. Mitchell tal vez fuera por el consumo generalizado de garum, una salsa muy popular entre los romanos. Esta salsa estaba confeccionada con restos de pescado podrido, hierbas, sal y especias. Esta salsa se fermentaba durante días al sol. Después se añadía cruda (no cocinada) a multitud de platos de cocina romana, e incluso se usaba como medicina. La demanda de garum en todo el Imperio era muy elevada y se comercializaba en frascos sellados que llegaban en precarias condiciones a todos los rincones del Imperio. El garum pudo haber actuado como vector de la tenia de los peces, que era endémica en el Norte de Europa y se propagó fácilmente al resto del Imperio, en aquella globalización "avant la lettre".  

El estudio de Mitchell y cols. concluye que la gran afición de los romanos por los baños no consiguió proporcionarles una vida más sana, aunque probablemente olían mejor. 


Bibliografía: 

Mitchell, PD. Human parasites in the Roman World: health consequences of conquering an empire. Parasitology; 8 Jan 2016.   artículo completo aquí

http://www.cam.ac.uk/research/news/roman-toilets-gave-no-clear-health-benefit-and-romanisation-actually-spread-parasites#sthash.OLokGXgM.dpuf


















1 comentario:

pep dijo...

Interesante estudio. A partir de ahora se deberá cuestionar como no del todo cierta la expresión latina "salus per aquam",ya que el hecho de que no se cambiara de manera frecuente el agua del caldarium en las termas pudo provocar una posible "infectio per aquam".