martes, 5 de noviembre de 2019

El sombrerero loco








Edgar Degas 

En la sombrerería 

Pastel sobre papel 75,5 x 85,5 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. 
Madrid 




Edgar Degas (1834-1917) fue un pintor y escultor francés, uno de los fundadores del movimiento impresionista. Practicó la pintura al óleo y el pastel, experimentando con el color y la forma así como con originales perspectivas y escorzos. Entre los temas que trató preferentemente destacan las escenas de la vida de la burguesía de París, como ballets, teatros, bailes, tabernas, o carreras de caballos. También algunas escenas de tiendas frecuentadas por la buena sociedad como las sombrererías, ya que era costumbre que las damas acudieran al hipódromo tocadas con elegantes sombreros. 

Hoy vamos a hablar de sombreros, un complemento de vestir que por cierto es muy útil para protegernos del sol, y al que sería muy conveniente volver a usar de forma habitual. Pero no va a ser éste el tema de hoy, sino una enfermedad que frecuentemente afectaba a los fabricantes de sombreros, la hidrargiria.   



Edgar Degas. Tienda de sombreros. 



En el proceso de fabricación de los sombreros, los sombrereros utilizaban compuestos de mercurio para  trasformar la piel de conejo en fieltro con el fin de elaborar sus creaciones.  Los vapores de mercurio atravesaban la piel y sobre todo eran inhalados y el compuesto llegaba a los pulmones. 

El mercurio es un metal pesado. Los compuestos de mercurio son muy tóxicos y pueden producir alteraciones en las el tejido nervioso cerebral, los riñones y los pulmones. Las continuadas exposiciones a este elemento provocan una alteración conocida como hidrargirismo o mercurialismo, una enfermedad que se caracteriza por problemas neurológicos que afectan a la visión, al habla y la coordinación, entre otros. Los signos externos pueden ser tembloresespasmos musculares, euforia, irritación y nerviosismo. En la piel también pueden presentarse algunos síntomas como neuropatía periférica (parestesia o prurito, ardor o dolor), decoloración de la piel (mejillas color de rosa, los dedos de manos y pies), inflamación y descamación (desprendimiento de la piel).




El personaje del sombrerero loco, de
Alicia en el País de las Maravillas
podría estar inspirado en algunos
sombrereros con síntomas de
intoxicación por mercurio  


Probablemente la relación de los sombrereros con algunos de estos síntomas fue la que inspiró a Lewis Carroll la figura del Sombrerero loco, de Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas (1865). (puedes descargar el libro aquí) Probablemente Carroll había observado el nerviosismo y el carácter irritable con continuos cambios de humor de algunos sombrereros. Lewis Carroll era natural de Daresbury, localidad cercana a Manchester, al norte de Inglaterra, y no lejos de Stockport, una de las localidades más ligadas a la producción de sombreros, así que no debía desconocer el carácter de quienes los fabricaban. De hecho, en la zona es bastante popular la expresión Mad as a hatter ("loco como un sombrerero"), una frase que se usa desde finales del s. XVIII. Fue en 1829 cuando se usó el término de la enfermedad del sombrerero por primera vez en la revista Blackwood’s Edinburg. En 1835 se escribió un libro sobre el tema llamado The Clockmaker. 

Por cierto que en la obra original de Carroll no se le da en ningún momento el apelativo de "sombrerero loco". Tal vez este calificativo deriva de que el gato de Cheshire advierte a Alicia que el sombrerero está loco, lo que se confirma por la conducta excéntrica del personaje. También hay un capítulo en el libro titulado "Una merienda de locos". 



Ilustración del capítulo "Una merienda de locos" en el libro
"Alicia en el País de las maravillas" de Lewis Carroll


El sombrerero vuelve a aparecer en la segunda parte de la obra A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, con el nombre de Hatta, uno de los mensajeros del Rey Blanco (en inglés sombrerero -Hatter- se pronuncia de una forma similar a Hatta).  

La toxicidad del mercurio no se describió hasta mediados del s. XX. En la actualidad es un tema de gran vigencia ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la intoxicación por mercurio es un problema grave y que hay que erradicarlo de todo tipo de productos. Una de las preocupaciones de la OMS es el alto contenido en mercurio que puede llegar a nuestro organismo a través del consumo de pescados y mariscos como consecuencia de la contaminación del mar, especialmente en embarazadas y en niños menores de 10 años.  Entre los pescados que contienen mayores niveles de mercurio están el pez espada, el atún rojo, y el lucio. 

Los vertidos de metilmercurio en la bahía de Minamata (Japón) entre 1932 y 1968 hicieron que el pescado de la zona estuviese fuertemente contaminado y sus habitantes sufrieron de forma masiva una extraña dolencia que ahora se conoce como enfermedad de Minamata, que incluye parálisis y delirios. 

Desde el punto de vista dermatológico, los derivados del mercurio pueden producir dermatitis de contacto, una sensibilización relativamente frecuente. Uno de los derivados que pueden causar dermatitis (incluso con formación de vesículas o pequeñas ampollitas) es el mercurocromo, que fue muy usado como antiséptico. 



Alicia en el País de las Maravillas. 

Ese reloj se ha vuelto loco - Feliz no-cumpleaños















2 comentarios:

Unknown dijo...

Sempre genial i molt interessant!

Xavier Sierra Valentí dijo...

Molt content de que t'hagi agradat. Moltes gràcies per llegir el blog. Salut!