martes, 19 de junio de 2018

Plica polonica (I): el pelo aglutinado






Jean-Louis Alibert

Vrai Trichoma

 Litografía del libro: 
Description des maladies de la peau 
observées à l'Hôpital Saint-Louis 
(1806-1814) 

Bibliothèque Henry Feulard. 
Hospital de Saint-Louis. París



Algunos estados del cabello que se veían habitualmente hace 200 años se ven hoy con mucha menos frecuencia. Este es el caso de la plica polonica, que aparece en los tratados de Dermatología de Alibert con el nombre de "Tricoma verdadero".  

Tenemos constancia de este fenómeno desde la Edad Media.  El nombre de  plica polonica o trenza polaca le fue impuesto por ser particularmente frecuente entre los campesinos y clases bajas de Polonia, Lituania y otras zonas bálticas.  En alemán se conocía como Weichselzopf o trenza del Vístula.

La plica polaca consiste en un apelmazado de cabellos que llega a ser impenetrable: El tallo del cabello 
pierde su cutícula y se funde con los pelos adyacentes, formando una masa enmarañada, pegajosa y húmeda. El amasijo se incrementa con restos de sangre, pus y otras secreciones, viejos huevos de piojos y suciedad,  por lo que se acompaña de un mal olor considerable.  El uso continuado de gorros sobre esta formación favorece todavía más la sobreinfección y la eccematización. 

Se trata pues de una condición del cabello  favorecida generalmente por por un gran abandono y falta de higiene, y la negligencia en los lavados y peinados regulares. Frecuentemente se puede observar en algunas enfermedades psiquiátricas. 

La placa polaca se produce básicamente por una destrucción de la cutícula del pelo. Al dañarse esta capa del cabello, desprende proteínas que actúan como un aglutinante produciendo la adhesión de varios cabellos dañados. 

La cutícula puede destruirse por la acción de agentes químicos (colorantes, ondulación permanente, relajantes, geles de fijación del cabello y ciertos detergentes) y factores físicos y térmicos como el habitual estirado o planchado del cabello o el uso de pegamentos para rastas, extensiones, etc.  

Olavide: Plica polaca. Obsérvese que la 
litografía está literalmente copiada del tratado 
de Albert con el que iniciamos esta entrada.
Es habitual que la placa polaca se asocie con una infestación por piojos (Pediculus capitis). También son frecuentes las infecciones bacterianas y fúngicas que contribuyen a la inflamación y a la exudación, lo que aumenta más todavía la destrucción de la cutícula. Flaubert en su Histoire des idees reçues decía que si se cortaban los cabellos de una plica polonica, el cabello podía sangrar. Una alusión sin duda a la gran exudación que acompañaba a estas formaciones. 

La plica polaca fue considerada una enfermedad en el s. XIX y así aparece en muchos tratados de Dermatología (Alibert, Olvide...). Sin embargo en ciertos medios rurales se consideró una forma de peinado, una tradición e incluso un amuleto. Aunque no siempre fue una condición del proletariado agrario. A veces hubo monarcas como Cristian IV de Dinamarca, que lucieron una trenza polaca, como comentaremos en otra entrada del blog. 

Aunque actualmente la incidencia de la plica es mucho  menor, todavía se describen algunos casos, como nos comenta el dermatólogo David Saceda, lector de nuestro blog.


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