Relicario "dels Sants Dubtes"
(s. XVII)
Orfebrería
Museu de la Catedral de Girona |
En la Catedral de Girona se conservaba -por lo menos hasta hace algunas décadas- la reliquia llamada "Els Sants Dubtes", consecuencia de unos hechos acaecidos en el s. XVI. Estaba contenida en un precioso relicario, una destacada obra de orfebrería del s. XVII que puede verse en el Museo de la Catedral de Girona. Su director, Joan Piña, nos ha remitido una foto del mismo para nuestro blog, que es el que encabeza este artículo. Desde aquí queremos agradecer al Sr. Piña -que también es lector habitual del blog- su amabilidad y gentileza.
La reliquia se conservaba en una recámara tras la capilla del Corpus Christi, y no estaba expuesta al público. De hecho, mucha gente de Girona ni siquiera conocía su existencia. De hecho, solamente se mostraba a personas de confianza, excepcionalmente. Un canónigo de la Catedral, amigo de mi padre, nos la había mostrado discretamente, en privado. Recuerdo haber tenido ocasión de verla en dos o tres ocasiones, cuando yo era un niño.
La capilla del Santísimo de la catedral de Girona tiene una recámara. Allí hay otra pequeña capilla con un altar. El canónigo se revestía con algún vestido litúrgico (creo recordar que una alba y una estola y sacaba el relicario de un armario, para mostrárnoslo.
El relicario contenía un corporal litúrgico, de los que se usaban en la Misa, con manchas de intenso color rojo. Sobre él estaban depositadas 5 hostias, también con manchas rojas, supuestamente ensangrentadas. Según la leyenda, un capellán gerundense que estaba celebrando la Misa, dudó de que las hostias que estaba consagrando se transformaran en el cuerpo y sangre real de Jesucristo. Al momento, brotó sangre de ellas, que manchó los corporales. Por eso a la reliquia se la conocía como "els Sants Dubtes" (las Santas Dudas). Recuerdo que una de las 5 hostias estaba partida. creo que se fraccionó para examinarla. En aquel momento, esta exhibición de una reliquia tan curiosa, me impresionó vivamente, por lo que recuerdo con todo detalle las veces que tuve ocasión de verla.
Este suceso no fue reconocido como milagro por la Iglesia Católica, que solamente le concedió, prudentemente, el apelativo de "prodigio". De hecho el obispado encargó una investigación para comprobar si las misteriosas manchas eran en realidad, de sangre. El resultado fue negativo. Esta era la razón de que fuera conservada con tanta discreción y cautela. En la actualidad muy pocos gerundenses recuerdan ya esta "reliquia". Solamente el relicario que las contenía -vacío- que se conserva por su notable orfebrería en el museo de la Catedral, es un mudo testimonio.
Más tarde, ya en la vida adulta, encontré la constancia de un prodigio similar en la misma Roma, en los Palacios Vaticanos. Pero esto lo comentaré en una próxima entrada del blog.
La reliquia se conservaba en una recámara tras la capilla del Corpus Christi, y no estaba expuesta al público. De hecho, mucha gente de Girona ni siquiera conocía su existencia. De hecho, solamente se mostraba a personas de confianza, excepcionalmente. Un canónigo de la Catedral, amigo de mi padre, nos la había mostrado discretamente, en privado. Recuerdo haber tenido ocasión de verla en dos o tres ocasiones, cuando yo era un niño.
La capilla del Santísimo de la catedral de Girona tiene una recámara. Allí hay otra pequeña capilla con un altar. El canónigo se revestía con algún vestido litúrgico (creo recordar que una alba y una estola y sacaba el relicario de un armario, para mostrárnoslo.
Fotografía antigua mostrando el relicario dels Sants Dubtes conteniendo el corporal y las hostias teñidas de rojo. |
Este suceso no fue reconocido como milagro por la Iglesia Católica, que solamente le concedió, prudentemente, el apelativo de "prodigio". De hecho el obispado encargó una investigación para comprobar si las misteriosas manchas eran en realidad, de sangre. El resultado fue negativo. Esta era la razón de que fuera conservada con tanta discreción y cautela. En la actualidad muy pocos gerundenses recuerdan ya esta "reliquia". Solamente el relicario que las contenía -vacío- que se conserva por su notable orfebrería en el museo de la Catedral, es un mudo testimonio.
Más tarde, ya en la vida adulta, encontré la constancia de un prodigio similar en la misma Roma, en los Palacios Vaticanos. Pero esto lo comentaré en una próxima entrada del blog.
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