domingo, 5 de noviembre de 2017

Elogio del sombrero





Adelaida Murillo

Composición con sombrero 

Acrílico sobre tabla. 100 x 140 cm
Colección particular



Adelaida Murillo es una pintora amiga mía llena de sensibilidad y que sabe transmitir sus emociones a partir de los colores, que sabe articular de forma armónica, como en una verdadera sinfonía. En sus cuadros apenas se insinúan algunas formas que se disuelven literalmente en una inundación de colores, delicados, casi místicos y que llevan al espectador a un  mundo irreal, onírico, presidido por una extraña paz. 

En la obra de Adelaida Murillo abundan los leit-motiv, un lenguaje simbólico hecho de formas geométricas, lunas y horizontes. Uno de los leit motiv que puede encontrarse en su obra son los sombreros. Y de esto es precisamente de lo que quiero hablar. 

El sombrero es un complemento que nos protege de los efectos frecuentemente nocivos de la luz del sol. Un complemento que, bien elegido y acorde con la personalidad de cada uno, nos puede dar además un toque de elegancia. Pero sobre todo es un protector que nos permite realizar actividades al aire libre en pleno día, bajo la luz del sol minimizando sus efectos. 

El sombrero fue asociado con la burguesía en las primeras décadas del s. XX, mientras que las clases populares usaban gorras o boinas. A mediados de siglo entró en una cierta decadencia, tal vez imputable a la democratización de la sociedad, que aconsejaba una cierta desaparición de símbolos entre las clases sociales. Probablemente era un  criterio populismo, bastante demagógico, pero el caso es que el sombrero fue cada vez menos usado. Paralelamente desaparecieron los colgadores y estantes para dejarlo al entrar en un local cerrado, lo cual hizo que no se supiera que hacer con él al descubrirse. La consecuencia fue que su uso fue cada vez menor hasta casi desaparecer. 

A pesar de que suelo recomendar el uso de sombrero en la consulta y que yo mismo lo uso habitualmente, a muchos de mis pacientes les cuesta seguir mis consejos. No están acostumbrados, me dicen. Un tema para reflexionar sobre la gran fuerza de la moda en nuestros hábitos. A pesar de que su uso es muy recomendable al evitar en gran medida los efectos indeseables del sol. 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy interesante.
Personalmente, lo he usado, y sigo usando para los lugares fuera de mi casa, y me va muy bien , protegiėndome de los rayos solares fuerte.
Gracias , por publcarlo.

Xavier Sierra Valentí dijo...

Es una buena decisión. Yo también llevo sombrero habitualmente.

Gracias por seguir el blog.

Un cordial saludo