sábado, 2 de mayo de 2015

Santa Maria Magdalena, velluda






Asunción de Santa María Magdalena 

Talla de madera policromada
Catedral de S. Juan Bautista y S. Juan Evangelista 
(Katedra Świętojańska). Toruń, Polonia


La iconografía de Santa María Magdalena  la suele presentar con diversos atributos. Uno de ellos puede ser el tarro de perfumes (por el perfume con el que ungió los pies de Jesús y por el ungüento que le llevaba a su tumba antes de saber que había resucitado). Otro, el vestido rojo, o mostrarse semidesnuda (en referencia a su vida de prostituta, antes de convertirse). En algunos casos, una calavera, que recuerda su vida de penitente. Pero el más característico de todos es, sin duda, el pelo. 


Jaume Huguet. Muerte de María Magdalena (1480 circa). MNAC, Barcelona

El pelo, en María de Magdala es sin duda un signo dual. Por una parte podemos encontrarla con una larguísima cabellera. El cabello aquí es un elemento erótico claro, que hace referencia a su pasado, del mismo modo que se la suele representar con vestidos rojos, habituales en las meretrices. A veces, esta cabellera es casi todo su atuendo, dejando entrever un cuerpo desnudo, no exento de una sexualidad manifiesta, como en el cuadro de Tiziano. Muchas veces, la cabellera es tan larga que llega a ocultar todo el cuerpo, como un manto. Esta es la versión más común en los países mediterráneos. 

Que se simboliza con tan larga cabellera? 
Por una parte, el erotismo, el pecado, la voluptuosidad. En el arte cristiano, cuando encontramos largas cabelleras en mujeres suele conllevar un mensaje de sexualidad: Eva, la casta Susana, La bailarina Herodías, la osada Judit... El cabello largo y suelto es un símbolo erótico de gran peso. María Magdalena, con su pasado de meretriz, con su voluptuoso baño de los pies del Maestro, es una santa erótica. En muchas pinturas o retablos se representa incluso con los pechos descubiertos. 


María Magdalena, de Tiziano. La melena cubre parcialmente
los pechos de la santa, con un notable erotismo

Pero hay algo más. La Magdalena, tras arrepentirse de su pecado, fue también una santa penitente. Se retiró a meditar a una cueva donde vivía una vida austera y arrepentida. Tiene en este punto, un cierto paralelismo con Santa María Egipcíaca. En diversas ocasiones hemos aludido a que el vello corporal, en la iconografía, suele asociarse a personajes malvados  (demonios, monstruos, delincuentes), o marginados (extranjeros, mendigos...). Como mucho, podemos encontrar vello en personajes míticos, semibestiales, que aunque no son estrictamente malos, no son exactamente humanos (centauros, salvajes medievales) Tal vez la única excepción son, precisamente los penitentes, que presentan vello corporal como signo de abandono del mundo. 



Pere Mates (1500-1558) Retablo de Sta. Maria Magdalena.
Museo de la Catedral de Girona.
Peter Strub "el Joven":
Asunción de Maria Magdalena (s.XVI)
Santa María Magdalena con ángeles.
Altar Mayor de Münnerstadt (1490-1492)
Bayerische Nationalmuseum, Munich.

Sta. María Magdalena, 
con todo el cuerpo recubierto de vello.
Altschwendt



Para destacar pues, la faceta penitente de María Magdalena, aparece la versión velluda, frecuente en Centroeuropa, especialmente en el área de influencia germánica. La santa aparece cubierta de vello, si bien es en este caso un vello tan simbólico que crea alrededor de su cuerpo una especie de abrigo ceñido, dejando lampiños pies, cara y manos (y a veces los pechos). En la imagen que encabeza este post, la abundante melena se confunde y unifica con el abrigo de vello. Adjuntamos algunos ejemplos de la versión germánica de la santa velluda y otros más del modelo mediterráneo, con la larga cabellera


                      Asunción de María Magdalena. Abadía de Chanteuges 


Maria Magdalena. St. Junien




















Asunción de María Magdalena. 
por Antonio del Pollaiolo (1460)
En este caso es la larga cabellera y no el vello
 la que cubre la desnudez de la santa. 





Capilla de St. Erige. Auron (Francia) s. XV




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