lunes, 8 de febrero de 2016

Marat (y V): el asesinato





 Paul Baudry

El asesinato de Marat 
por Charlotte Corday
(1860)

Óleo sobre lienzo 203 x 154 cm
Museo de Bellas Artes. Nantes.




Tal vez por la fama que le ha dado el cuadro de David, en la actualidad casi todo el mundo sabe que Marat fue apuñalado en su bañera. Fue el 13 de julio de 1793, cuando recibió la visita de la joven Charlotte Corday, que frecuentaba los círculos girondinos de Caen y que se había desplazado desde Normandía. Según una de las versiones existentes, la joven afirmaba traer los nombres de algunos enemigos de la Revolución, que habían huido a la ciudad de Caen. Eso afirmaba al menos en una carta que hizo llegar a Marat: 
"Acabo de llegar de Caen, su amor por la patria me hace suponer que tendrá a bien conocer los desafortunados acontecimientos de esta parte de la República. Me presentaré en su casa dentro de una hora, tenga la bondad de recibirme y de concederme unos momentos para entrevistarnos. Les mostraré la posibilidad de prestar un gran servicio a Francia".
Como no recibió respuesta, ni orden de recibirla, le envió una segunda carta: 
"Le he escrito esta mañana, Marat; ¿ha recibido mi carta? No puedo creerlo, se me niega su puerta. Espero que mañana me conceda una entrevista. Se lo repito, vengo de Caen, tengo que revelarle secretos muy importantes para la salud de la República. Además se me persigue por causa de la libertad. Soy desafortunada, y basta que lo sea con tener derecho a su patriotismo".
Sin esperar respuesta, Charlotte se presentó, impaciente, en casa de Marat, en el 18 de la rue des Cordeliers. A pesar de que estaba tomando su baño, Marat ordenó que la dejaran pasar. Estuvieron hablando un buen rato, y Charlotte delató a algunos contrarrevolucionarios que se habían refugiado en Normandía. Parece ser que Marat apuntó sus nombres y comentó que serían apresados y guillotinados, tras lo cual Corday extrajo un puñal y se lo clavó mortalmente en el pecho.
La mayoría de historiadores se detienen aquí. Como en el cuadro de David, tras la muerte de Marat parece que el tiempo se detiene, que un vacío espeso y penetrante se apodera de todo. Naturalmente tal cosa está bien para la épica, pero los acontecimientos reales suelen ser más prosaicos. 

Tras el apuñalamiento, acudió un dentista vecino de Marat, el Dr. Michon Delafondée, que tenía su gabinete profesional en el mismo edificio. Lamentablemente, el Dr. Delafondée no pudo hacer nada para evitar la muerte del jacobino (1). La autopsia fue realizada al día siguiente de su muerte por el Cirujano Jefe del Hôpital de l’Unité. En ella se puso de manifiesto que el cuchillo de Charlotte Corday había penetrado por el espacio entre la primera y la segunda costillas del lado derecho, atravesando el pulmón, y había afectado a la aorta llegando hasta la aurícula izquierda del corazón, por lo que la muerte debió ser inmediata. La necropsia reveló también que en el momento de su muerte, Marat sufría "pleuresía" en el pulmón derecho (2). Este diagnóstico solía identificarse en aquel tiempo a una tuberculosis. Es decir, que si Charlotte Corday no lo hubiera asesinado, es posible que Marat no hubiese vivido mucho tiempo. En el improbable caso de que no hubiera sido condenado a la guillotina como sus compañeros del triunvirato del Régimen del Terror, Georges Danton y Maximilien Robespierre, hubiera previsiblemente fallecido a causa de su afección pulmonar.  



Edvard Munch: La muerte de Marat (1907)

El cuerpo de Marat fue expuesto en el anfiteatro de San Cosme cubierto con una sábana, mientras la Societé des Cordeliers, erigía un altar al corazón de Marat. El 15 de julio, una impresionante procesión recorría la Rue des Cordeliers hasta la iglesia des Cordeliers. Un inacabable desfile continuó a la luz de las antorchas durante toda la noche para rendir un póstumo homenaje al Amigo del Pueblo y Mártir de la Libertad. Los restos de Marat fueron posteriormente llevados al Panteón. 
Y ¿que pasó con la asesina?. Naturalmente, fue apresada rápidamente. Fue sometida a un rápido juicio por un Tribunal Revolucionario, ante el que Charlotte se declaró convicta de su crimen; 
"yo he matado a un hombre para salvar a 100.000" 
Charlotte Corday fue declarada culpable de asesinato y condenada a muerte. Fue guillotinada el 17 de julio de 1793, tan sólo 4 días después de la muerte de Marat. Dicen que subió al cadalso con una sonrisa en los labios. Tenía sólo 24 años. 

Tan sólo 18 meses después de la ejecución de Charlotte Corday, los restos de Marat fueron retirados del Panteón.


Jean-Joseph Weerts: El asesinato de Marat (1883)













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