miércoles, 13 de enero de 2016

La tabes sifilítica de Alphonse Daudet









Retrato de Alphonse Daudet 

Fotografía  
Musée d'Alphonse Daudet
Saint-Alban-Auriolles





Alphonse Daudet (1840-1897) fue un escritor francés, célebre por obras como "Lettres de mon moulin"(1866), "Tartarin de Tarascon"(1872), o "Contes du lundi (1873)". Además de estos y otros escritos, dejó una obra póstuma, publicada en 1936, unas notas en la que relata el martirio de sus últimos años, marcados por una tabes sifilítica. Este texto lleva el significativo título de "Le Doulou" (el Dolor, en occitano).

Daudet confesó a Edmond de Goncourt que había contraído la sífilis con "una dama de alto rango", aunque podría ser que en realidad fuese consecuencia de su prolongada relación con una cortesana llamada Marie Rieu, más conocida como Chien Vert (Perro Verde) y que continuó después del matrimonio de Daudet con Julie Allard. Su amante Marie Rieu fue inmortalizada en su novela "Sapho"(1884), una novela escrita tras la aparición de la tabes y que relata la irresistible atracción de un joven provenzal por una cortesana de más edad que él, de la que acaba separándose. La obra defiende el ideal de vida burguesa frente a los atractivos de la bohemia, en la que se adivina - sin citarla - la terrible amenaza de la sífilis. El mensaje moral se vislumbra en la dedicatoria: 
"A mis hijos, cuando tengan veinte años"

 Daudet sintió los primeros síntomas de la sífilis en 1878, mientras escribía "Los reyes en el exilio" (Les rois en exil). Se presentó como un dolor en el hombro derecho (que interpretó como "reuma"), asociado a temblores. En 1882-1883, se generalizó el dolor, afectando especialmente los miembros inferiores, instaurándose una ataxia locomotora y dificultad al orinar. 

Salón del Mas Daudet, casa natal de Daudet. 
Musée d'Alphonse Daudet, Saint-Alban-Auriolles

Ante estos inquietantes transtornos, Daudet decidió consultar con Jean Charcot, el brillante neuropsiquiatra, que trabajaba en el hospital de la Salpetriêre. Charcot diagnosticó una tabes, y le informó de su naturaleza irreversible. Poco después el diagnóstico fue confirmado por el sifiliógrafo Alfred Fournier, que le reveló su etiología sifilítica en 1884. Fournier había descrito el origen sifilítico de la tabes pocos años antes, en 1875. 

Eugène Carrière. Alphonse Daudet y su hija (1891) 

Daudet comenzó a escribir Le Doulou, las notas sobre su enfermedad  en 1884, cuando empezaron sus curas anuales en el balneario de Lamallou-les-bains, especializado en enfermedades nerviosas. En ellas describió sus intensos dolores, que calmaban algo los tratamientos con bromuro o con morfina. Sus recursos literarios nos hacen muy vívidas sus sensaciones, que compara a llamas que atraviesan el cuerpo, quemazón, hormigueos en los pies, en un concierto tal que llega a compararse con un hombre-orquesta o como un salón vacío donde resuena el dolor: 
"Soy el hombre-orquesta del dolor"
"Lo que he sufrido ayer por la noche - el talón y las costillas! La tortura... no tengo palabras para describirlo, me haría falta gritar. Pero ¿de qué sirven las palabras para todo el dolor que he sentido realmente? Llegan cuando ya se ha terminado, calmado. Hablan de un recuerdo, impotente o mentiroso" 

"No hay ideas generales sobre el dolor. Cada paciente tiene la suya, y el mal varía, como la voz de un cantante, según la acústica de la sala"

La ataxia locomotora le hace la marcha cada vez más difícil: para llegar a su butaca, dice invertir 
"tantos esfuerzos e ingenio como Stanley en una selva africana"


  Retrato de Alphonse Daudet en 1885
También describe la diplopia y la disestesia, la sensación "de coraza", que le hace sentir la sensación de transformarse en árbol, en roca, como si se tratara de un personaje mitológico sometido a este castigo. 

Daudet se comparaba a otros intelectuales que sufrían las consecuencias de la sífilis: Baudelaire, Henri Heine, Goncourt. El fantasma de la afasia lo asustaba, y temía terminar como Jules de Goncourt. Uno de sus biógrafos, André Ebner, subraya el método que tenía Daudet para luchar contra su mal intentar preservar su inteligencia trabajando y escribiendo: 
"mi destreza es grande y yo escribo mientras lloro"
Entre otros detalles, Daudet cuenta los tratamientos a los que realizaba por indicación de Charcot, y que eran los habituales en aquel tiempo para tratar la tabes. Le sometía a una fuerte tracción, suspendiéndolo en el aire en una habitación a oscuras, durante un minuto (aparato de Seyre). 


Caricatura de Daudet
en el diario "Les hommes d'aujourd-hui"
El escritor recuerda también algunos aspectos de la vida en el balneario de Lamalou. Comenta la dificultad que tenían algunos atáxicos al comer, hay describe sin piedad a algunos de los enfermos que allí se trataban: 
"Un Don Juan chocho que se arrastra apoyado en dos bastones"
"El viejo Príapo, inundado de láudano" 

El mismo nombre de la enfermedad se evita, revelando así su carácter de "enfermedad vergonzosa":
"Ni siquiera una vez, ni en la consulta del médico, ni en la ducha, ni en los balnearios donde se trata la enfermedad, se pronuncia su nombre, su verdadero nombre, 'enfermedad de la médula'. Incluso los libros científicos se titulan 'sistema nervioso'"
Las notas de Daudet llegan hasta 1894. Goncourt, en su diario, revela que al final le inyectaban morfina cada hora, y según Marcel Proust necesitaba una botella de cloral antes de ir a dormir. En 1897, un súbito ataque termina con este tormento. 

Tras su fallecimiento, la familia intentó evitar que se publicaran sus apuntes de La Doulou. Hubo que esperar a la muerte de Julie, su viuda, y de sus hijos para que los fragmentos dispersos de sus notas fuesen publicadas y así han podido llegar hasta nosotros. 


Bibliografía: 

Daudet A. La Doulou. Ed. póstuma 1900-1931. 

Goens J. De la Syphilis au sida. Cinq siècles de mémoires litteraires de Vénus. Presses Interuniversitaires Européennes. Bruselas, 1995.

Goncourt E & J. Journal, 1851-1896

Proust M. Sur M. Alphonse Daudet, 1897.

Les chemins de Daudet.  Lamalou-les-bains http://byricardomarcenaroi.blogspot.com.es/2015/04/cuento-alphonse-daudet-las-tres-misas.html






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